f i n d m e | fillie; [TERMINADA]

Tres años después...

Diez de Abril del 2020, no es la fecha, pero hace tres años empecé a salir con Finn Wolfhard, hace tres años que mi vida cambió.
Dieciséis años, Finn dieciocho.
Todo cambió más de lo que ya había sucedido, un año después de empezar a salir con Finn. Digamos que perdí y gane mucho, perdí la oportunidad de entrar a una escuela buena, pero gane la oportunidad de conseguir una mejor, perdí gran parte de la confianza de mis padres, pero gane la confianza y apoyo de mi hermana.
Estaba apunto de perder a mi familia, por culpa de la infidelidad de mi madre, pero gane una familia más y mejor que está.
Estar en la preparatoria era una etapa más difícil que la secundaria, Finn estaba a punto de salir y yo apenas había entrado, ¿Qué había pasado conmigo? ¿Qué había pasado con mi lado inocente? Yo jamás habría faltado a una clase por estarme besando en los baños con mi novio... pero eso jamás hubiera pasado, si yo no hubiera cambiado.
Finn dijo "¿te veo en los baños después de receso?" Y yo dije "Si, ¿por que no?" Tal vez porque también era niña buena y había excentado la materia y si entraba o no era problema mío y no afectaba en nada.

-¿Qué planeas? -pregunté a Finn cuando lo vi llegar, mientras yo estaba fuera de los baños.

-Nada, solamente quiero saber si es cierto eso que dicen que los baños de las chicas son más asquerosos que el de los chicos -se cruzó de brazos.

-Mmmm -hice lo mismo que él -sinceramente si, lo es... -él asintió -¿Quieres ver? Tal vez cambies de opinión, no lo sé -señale la entrada del baño.

-Debo hacerlo -hizo una mueca -Es para mi tarea de cálculo.

-Bien -sonreí -Entonces te ayudaré.

Entre primero, para verificar que no hubiera ninguna niña ni nadie alrededor.
Saque un cuaderno de mi mochila y un marcador rojo de mi lapicera y con ellos hice un cartel que decía "FUERA DE SERVICIO", después con un pedazo de cinta adhesiva pegué el cartel en la puerta de los baños.

-Ven -le indiqué a Finn.
Lo jale del brazo y entramos al baño.

Estando dentro, Finn empezó a revisar todo el baño, caminaba de un lado a otro sin razón alguna, y aparentaba estar analizando el lugar, mientras que yo estaba recargada en la orilla de los lavamanos con los brazos cruzados, viendo todo lo su hacia Finn.

-No está tan mal como dicen -comentó, está vez mirándome.

-¿De verdad? -contesté con curiosidad.

-O... ¿tu que opinas? -preguntó mientras se acercaba a mi.

-Podría estar peor -alce los hombros.

Sabía perfectamente lo que quería hacer, me gustaba molestarlo y jugar con el cuando pasaban estas cosas.
Cuando estaba más cerca mío, extendi mis brazos aparentando bostezar y me cambie de lugar, hacia la pared.
El rió cuando se dio cuenta de lo que hacía.
Había veces en las que me resistía más, pero está vez no, no lo iba a hacer. Para eso estamos aquí ¿no?
El caminó rápidamente hacia donde yo estaba.
Me tomó de la cintura y comenzó a besarme, puse mis brazos en su cuello y empecé a acariciar su pelo.
Me empezaba a faltar la respiración, pues empezaba a agitarse, en ningún momento él dejaba de besarme. Sentí en mis labios como sonreía.
Finn se separó sus labios por un segundo, dio un respiro muy profundo, me miró a los ojos aún con la respiración agitada, solté una pequeña risa; dirigió su mirada hacia mis labios y nuevamente volvió a besarme.
Y entonces me pregunté ¿Finn Wolfhard, quién te enseñó a besar tan bien?

-Suficiente -dije con esfuerzos para que el pudiera oirme y tener el suficiente aire para hablar.
Finn iba deteniéndose poco a poco y cuando terminó, juntó su cabeza con la mía y sonrió, al igual que yo.