ii.

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Alex se encontraba de pie junto a un árbol cuando vio a la rubia cuyo nombre había recordado en los momentos que había pasado en soledad: Clarke Griffin. Arrestada por traición. Era imposible olvidarse de los nombres y personas cuyos casos habían marcado un antes y un después en el Arca, como el de ella. Alex daba por sentado que todos allí reconocían su nombre y su rostro.

Clarke sostenía un mapa y miraba distraída hacia la montaña como si estuviera buscando algo en el horizonte que Alex no lograba descifrar, ¿por qué estaría tan preocupada? El Arca se había encargado de dejarnos en un punto específico donde podrían abastecerse con lo que hallaran en el Monte Weather.

Un sonido le hizo girar la cabeza al igual que a Clarke, ambas atisbaron a Finn acercándose a la rubia.

—¿Qué haces con tu pulsera? —preguntó severa observando la muñeca del muchacho, quien la alzó. Al parecer, aquella escena captó la atención de Bellamy y Octavia, quienes estaban cerca. El primero no le había quitado la mirada de encima a Alex, incluso cuando disimulaba, ella podía sentir su presencia en la nuca como si tuviera miedo que fuera a asesinar a alguien allí mismo—. Las pulseras son nuestra única comunicación con el Arca, si te la quitas, pensarán que estamos muertos y jamás bajarán. Nos dejarán solos —explicó. Alex frunció el ceño y su mirada se dirigió a Bellamy sin pensarlo, él también parecía estar absorto por lo que Clarke acababa de decir. Aquellos eran criminales. El Arca los había encerrados. Todos sentían cierto odio hacia la sociedad que les había privado de la libertad sin importar qué delito hubieran cometido y tenía la sensación de que Bellamy estaba pensando lo mismo.

Alex observó al grupo disolverse cuando Clarke volvió a prestarle atención al mapa y se dirigió hacia la nave donde podía apoyarlo sobre un pedazo de metal que le servía para observar mejor su posición. Vio al hijo del Canciller acercarse a ella y susurrarle algo que Alex no logró descifrar y tampoco le importó cuando vio que Jasper se acercaba a ellos, se alejó del árbol para ir a buscarlo cuando vio a Wells empujarlo por el pecho. Sin pensarlo dos veces, se apuró a interponerse entre ambos.

—¿Qué te pasa? —cuestionó mirando solo a Wells, sin importar las miradas que se posaron en ellos. Wells observó a Jasper, quien había apoyado una mano en su brazo pero no había hecho amague de alejarla de ahí.

—Nada —respondió mirándola, balanceándose de lado a lado. Alex lo observó de arriba abajo antes de girar para mirar a Jasper.

—¿Estás bien? —preguntó. Jasper sonrió divertido, causándole cierto alivio.

—Sí, mamá —bromeó—. ¡No tenía idea de que habías bajado a la Tierra conmigo! —añadió con una risa que Alex imitó tras darle un golpe juguetón en el brazo.

—Ey, tú, el de las gafas y el amigo —llamó alguien detrás de ellos. Monty se adelantó junto a Jasper y Alex para ver a Finn y Clarke mirándolos, el primero había hablado mientras Clarke esquivaba la mirada de Alex—. Necesitamos gente para ir al Monte Weather, ¿quieren venir? —preguntó guardando sus manos en los bolsillos de la campera que llevaba. Alex miró a Jasper y Monty, quienes parecían entusiasmados por la invitación.

—Creí que estábamos en el Monte Weather —repuso Alex sin pensarlo dos veces. Finn sacudió la cabeza.

—Nos dejaron en la montaña errónea y si no nos vamos ahora, moriremos de hambre —explicó. Clarke giró su cabeza para posar su mirada cubierta de enojo a Finn, quien la observó y se encogió de hombros—. ¿Qué? —cuestionó—. Somos todos criminales, ¿o no? —añadió. Una presión recorrió el pecho de Alex al tiempo que Clarke bajaba la mirada, parecía actuar avergonzada aunque no lo estaba en verdad. Nadie querría estar asociada con alguien como Alex, por esta misma razón agradecía todos los días por tener unos amigos como Jasper y Monty.

—Deberías venir —señaló Jasper, tratando de salvar el momento pero ella sacudió la cabeza de inmediato.

—No —replicó tratando de sonreír pero fallando en el intento—, me quedaré. Vayan ustedes —continuó, dio un paso hacia atrás pero Jasper la detuvo tomándola del brazo y se inclinó hacia delante de forma que pudieran intercambiar una conversación sin que nadie más se enterara.

—Sé que está Bellamy Blake aquí —murmuró. Alex lo miró unos segundos en silencio sin saber muy bien qué decir. Jasper sabía su historia de comienzo a fin y había confiado en ella desde el primer momento—. No deberías quedarte —añadió, su tono de voz en súplica. Alex miró a su alrededor, en busca de Bellamy pero no lo encontró. De repente, recordó lo mucho que se había interesado en la conversación sobre las pulseras y el momento en que la esposó para entregarla a las autoridades ocupó su mente. Todo había comenzado con él.

—Estaré bien —aseguró—. Tú ve, disfruta de la Tierra —dijo un poco más alegre. Jasper sonrió.

—Sería mejor si estuvieras tú con nosotros.

Alex se encogió de hombros.

—Habrá mucho tiempo, ya verás —señaló. Jasper alzó su dedo meñique y ella lo tomó con el suyo, sellando una promesa en silencio. Un gesto que compartían cada vez que se encontraban fuera de sus celdas y hacían promesas que tal vez nunca se cumplirían.

Entonces, Jasper se dio la vuelta para unirse al grupo que había crecido cuando Octavia se unió a ellos. Los observó alejarse hasta que se perdieron entre los árboles frondosos y Alex decidió caminar por el campamento en busca de Bellamy.

Beautiful Mess I → Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora