Alexandria Mendaro fue acusada por un crimen que jamás cometió y está segura de que, debido a las estrictas reglas del Arca, será expulsada de ella. Sin embargo, el destino tiene nuevos planes y, tras 97 años de una guerra nuclear donde la Tierra se...
—¿Aún no llegaron? —preguntó Alex acercándose al muro, donde estaban Octavia y Monty hablando mientras miraban a un grupo donde estaba Jasper contando por milésima vez la gran hazaña en el puente.
Raven, Clarke, Bellamy y Finn habían ido al área del estrello aquella misma mañana para averiguar qué era lo que había pasado. Alex no quiso ir. Prefirió quedarse en el campamento donde podría estar un poco más tranquila, aunque conociendo la vida en la Tierra, estaba segura de que pronto pasaría algo que interrumpiría su duelo así que había decidido terminarlo pronto. Se prometió cerrar la puerta de los sentimientos cuando sabía que sería perjudicial. Había pasado la noche anterior llorando en brazos de Bellamy pero en cuanto despertó aquella mañana supo que debía comportarse de otra manera. Debía dejar de ser débil. Era lo que su madre hubiera querido.
—No —replicó Octavia mirándola de arriba abajo como si así pudiera cerciorarse de que no fuera a romper en un llanto allí mismo—. ¿Cómo estás? —preguntó. Monty giró la cabeza para prestar atención a su respuesta.
—Bien —respondió girando sobre sus talones para ver entre los barrotes si Bellamy llegaba, pero el bosque estaba quieto excepto por los insectos de la noche.
Connor y un grupo de delincuentes se encontraban vigilando el área, con sus rifles listos para disparar. A Alex le causaba cierto nerviosismo. No habían sido entrenados propiamente, no estaban preparados para montar guardia en aquel estado tan tenso.
Y su teoría se confirmó cuando uno de ellos disparó tres veces.
—¡Ey, ey! —exclamó Alex dando un paso hacia delante con todos los ojos de los delincuentes sobre ella—. ¿Qué crees que haces? —cuestionó.
—Hay algo allí fuera —replicó Connor con cierta cautela.
—Lincoln... —oyó a Octavia susurrar y adelantarse para abrir la puerta del muro, seguido por Connor y los demás guardias. Alex sacudió la cabeza, no era quien para impedirles que lo hicieran. Se sentó junto a Monty, esperando a que regresaran y se disculparan por tanto alboroto. Pero cuando lo hicieron, a Alex se le heló la sangre. Connor cargaba con el cuerpo desfigurado de Murphy.
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—¿Estás bien? —preguntó Bellamy cuando llegó a su lado tras salir de la nave donde estaba Murphy siendo vigilado por varios delincuentes.
—Sí —respondió ella cruzándose de brazos—. ¿Qué piensan hacer con Murphy? —cuestionó y notó cómo la mandíbula de Bellamy se tensaba. Alex ladeó la cabeza, imaginando su respuesta.
—Dice que le contó todo sobre nosotros a los terrestres —explicó con voz queda, acercándose a ella para que nadie más oyera lo que estaban hablando—. Con Clarke hemos decidido esperar a que se recupere para que nos cuente todo lo que sabe...
—¿Y luego? —insistió dando un paso hacia delante.
—Le pedimos que se vaya —replicó y alejó su mirada unos segundos—, sino lo matamos.
