Capítulo 28.

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Taehyung se levantó desganado de la cama. Era otro día más. Se dirigió al baño para asearse entre otras cosas. Volvió a entrar a su cuarto para cambiarse de ropa, pero hoy le tocaba clase de educación física, así que tenía que llevar obligatoriamente un reloj que tuviese un cronómetro, que se encontraba dentro de un cajón de su mesita de noche. La abrió, y aparte de encontrar su reloj, también encontró las notas del extraño acosador de Hoseok.

—¿Para qué quiero yo esto a estas alturas?

Cogió las notas y las guardó en una pequeña bolsa de plástico, no podía meterlo en su mochila porque en ese día debían llevar muchos libros y ahí ya no cabía ni un lápiz. Era consciente que en cuanto se lo entregase posiblemente Hoseok vaya a tirar las notas o tal vez se las guarde, pero eso ya no era cosa suya

Se dirigió a la universidad un poco más pronto solamente para no tener que ver a Hoseok con Yoongi, sí, todavía le dolía.

Entró a su clase, que evidentemente seguía vacía, y se sentó en su asiento. Planeaba darle las notas el pelinegro cuando todas las clases finalizasen, ¿por qué? Porque si se lo daba en el patio, era obligado a quedarse ahí porque probablemente el mayor querría que se quedase y Taehyung era incapaz de negarle algo, así que probablemente accedería, y por ende, tendría que ver esos actos cariñoso que últimamente Yoongi le dedicaba a Hoseok, cosas que trataba de evitar por todo lo alto.

[...]

Era hora de la clase de Educación Física. Hoy tocaba un partido de baloncesto, por lo tanto, la clase de Yoongi —y por supuesto, el rubio— también estaría. Sin quererlo, Taehyung ya odiaba a Yoongi por haberle arrebatado el amor de su vida en tan poco tiempo mientras que él ha estado currándoselo desde hace años, pero lo que el peli castaño no sabía era que el rubio había conquistado a Hoseok son solamente siete años y el pelinegro seis.

Todos los alumnos debían ir a los vestuarios a cambiarse de vestimenta, pero a falta de espacio, estaban todos realmente apretujados, y como no, Taehyung y Yoongi estaban apegados por culpa de eso. Como pudieron, dejaron las mochilas en el suelo y se cambiaron como pudieron.

El partido, como todos los anteriores, eran intensos. Todos eran muy buenos jugadores, pero obviamente habían dos que sobresalían más que los otros.

—¿Puedo coger mi botella de agua, profesor?— preguntó Taehyung mientras se limpiaba el sudor.

—Vale, pero vuelve rápido, pronto empezaremos la segunda parte del partido.   

El peli castaño asintió fue rápido hacia los vestuarios, fue directo a su mochila y le pegó un gran trago ahí mismo, pero vio que la mochila de Yoongi estaba abierta y una pequeña libreta sobresalía de ésta. La cogió y la abrió para ver qué ponía, pero la letra se le hacía increíblemente familiar. Rápidamente cogió una de las notas que tenía en la bolsa, y sí, la letra coincidía a la perfección con la primera nota.

En cuanto escuchó la puerta del vestuario abrirse, rápidamente se guardó las notas y la pequeña libreta en su mochila.

—El profesor me manda a llevarte de vuelta al gimnasio, vamos a empezar ya.— dijo Yoongi.

—Oh, claro, ya voy.—   Taehyung sonrió tanto que al rubio le dio algo de miedo, porque parecía un verdadero psicópata.

[...]

Finalmente ya pasaron absolutamente todas las horas de clase. Taehyung había decidido cambiar su plan. Pero no, no quería decirle nada a Hoseok, todavía no.

—Hyung, ¿puedo hablar contigo?— preguntó el menor apareciendo de repente, pues estuvo un buen rato esperando en la entrada de la universidad a que el rubio saliese.

—¿Qué quieres?

—Enseñarte esto.

Taehyung le mostró la primera nota, y el rubio se asustó pero trató de parecer lo más neutral posible.

—Hoseok me contó que él tenía un acosador, ¿por qué tienes tú una de sus notas?— trató de arrebatarle el papel de las manos, pero éste se apartó impidiendo que lo consiguiera.

—Oh, vaya, pero veo que no te has atrevido a decirle nada a Hoseok, sabiendo que tú eres al autor de estas guarradas.

—Já, ¿y qué pruebas tienes?— sonrió con socarronería.

Taehyung había sacado la pequeña libreta de Yoongi, y ahí fue cuando el mayor de verdad se asustó.

—Admítelo hyung, tú eres el que le escribía esto a Hoseok.

—...Sí, lo soy. Pero eso él no lo descubrirá.

Yoongi logró arrebatarle la nota y la rompió en muchos pedacitos.

—Rómpelo si quieres, porque por el hecho de que lo hayas admitido es suficiente para mí.

—¿Acaso tienes una grabadora u algo?

—No, es mucho mejor. ¡Hoseok, sal de tu escondite! 

Y ahí fue cuando todo el esfuerzo que hizo Yoongi se fue al traste. Hoseok salió de unos arbustos con los ojos llorosos, lo había escuchado absolutamente todo.

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P.D: FELIZ NAVIDAD MIS AMORES PAJERAS.

P.D2: Estoy publicando en todas mis historias porque HOY es Navidad (en España son las 2:24 a.m.) y os merecéis un regalo ;D.

Obsession. |Yoonseok/Vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora