Capítulo 33.

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—¡Qué te vengas ya, cojones!— gritó el mayor.

—¿Por qué tengo que ir? ¿No nos podemos quedar en casa?— preguntó Hoseok, quien seguía en su cuarto escondido bajo su manta.

Era ya el tercer día que el peli negro no salía de su cuarto —excepto para ir al baño—, y el plan debía hacerse obligatoriamente ese mismo día, por lo tanto, Jin tuvo que ir directamente a la casa de Hoseok.

—¡He preparado un picnic nocturno para alegrarte, no me puedes dejar tirado!— siguió vociferando el mayor.

—Podemos comer aquí.— dijo con desgana.

—¡Que no! ¡No, no y no! ¡Debes salir de tu cuarto, estando aquí te vas a pudrir y te va a salir moho hasta por el culo! ¡Venga, arriba!

Jin cogió la manta y le destapó al completo. Hoseok tenía el pelo completamente desordenado, tenía unas ojeras realmente notorias y la nariz ligeramente enrojecida.

—¡Mueve el culo y ve al baño a mojarte la cara, ni los señores solteros de treinta años tienen una cara tan decaída!

El peli rosa agarró el brazo del menor y le arrastró al baño. Él mismo tuvo que abrir el grifo y mojarle la cara, pues el otro se negaba a hacer nada.

—Vale, ahora la ropa, ya después te maquillaré un poco, ni la niña de The Ring tenía las ojeras que me llevas tú.

Jin escarbó por segunda vez en su vida el armario de Hoseok. Tenía absolutamente la misma ropa que la primera vez que lo hizo, así que más o menos tenía una idea de cómo vestirle. Debía ser bonito, pero a la vez discreto, no podía ser sexy porque sino Yoongi iría a hacer una cagada monumental como en anteriores ocasiones.

Al final, simplemente optó por una camiseta blanca interior junto con unos pantalones negros con tirantes, una camisa por encima de cuadros y un sombrero.

—Venga, vístete, eso no te lo voy a hacer yo.

Hoseok, al ver que el mayor no iba a desistir, con pura desgana se quitó el pijama y se puso la ropa que le había preparado sin rechistar.

—Rápido, se nos hace tarde. Coge lo que necesites y salgamos de aquí ya.

El mayor abrió la puerta del apartamento del peli negro y salió junto con su amigo, pues debían darse mucha prisa para llegar.

—¿Dónde haremos el picnic nocturno?— preguntó Hoseok.— Espero que al menos no sea en un lugar donde haya gente, porque son las 22:30 y pueden haber personas peligrosas.

—No te preocupes por eso y confía en tito Jin.— sonrió.

Para esta ocasión especial, el peli rosa pidió el coche de su madre prestado. Ambos se subieron al vehículo blanco y se abrocharon los cinturones. El menor se fijó en todas las cosas que llevaba Jin en los asientos traseros; una cesta en la que estaba guardada toda la comida, una especie de sábana grande a cuadros, una manta, platos y cubiertos.

[...]

Tardaron solamente 15 minutos en llegar a su destino; una montaña.

—¿Vamos a comer con los bichos?— preguntó Hoseok mientras que el mayor sacaba todas las cosas del coche.

—Deja de ser tan exquisito y ayúdame a coger las cosas, esto pesa más que yo después de las cenas navideñas.

Aquella montaña era muy visitada por muchas personas, pues muchas familias van para hacer picnics tal y como iban a hacer ellos. Ambos chicos subieron cuidadosamente por las escaleras de madera, hasta que finalmente llegaron a lo alto de la monte.

Obsession. |Yoonseok/Vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora