Capítulo 31.

5.3K 801 226
                                    

Hoseok no había ido a la universidad. No quería ver a Yoongi ni a nadie en ese mismo instante, simplemente se quedó en su casa y le mintió a su madre diciéndole que estaba enfermo para no ir.

Taehyung también se quedó en casa, lamentándose de haber sido tan estúpido y odiándose a si mismo desde lo más profundo de su ser.

Y por otro lado, Yoongi se encontraba más malhumorado que de costumbre.

—¿Qué le pasa a Don Gruñón?— preguntó el peli morado mientras señalaba al rubio.— Da la sensación de que si le acerco el dedo, me lo morderá y posteriormente me contagiará la rabia.

—Está malhumorado porque no está Hoseok.— respondió Jin.— ¿Y qué vas a hacer ahora, Romeo?

Yoongi no respondió, simplemente sacó de su mochila una carpeta en la que había solamente una foto de un niño sonriente en un campo repleto de flores.

—¿Quién es?— Namjoon iba a coger la imagen, pero aquella acción fue impedida por el rubio, quien golpeó fuertemente la mano del alto.— ¡Me cago en...! ¿Por qué has hecho eso?— dijo mientras acariciaba la mano golpeada.

—Esta foto es mi posesión más preciada, y no pienso dejar que lo toques. Más que nada es porque lo romperías.— respondió.

—¿Al menos dirás quién es?— preguntó ahora el peli rosa.

Yoongi se lo pensó un rato, pero ya no había necesidad de ocultar nada.

—Es Hoseok cuando tenía 6 años...— reveló.

Esta vez era Jin quien se quedó reflexionando ante la respuesta de su amigo.

—La madre que me parió, ¿tú eres ese tal Suga?— el rubio miró sorprendido a su amigo, pues se sabía el apodo que le había dicho únicamente a una persona.

—¿Cómo demonios sabes eso?

—Hace unas semanas, Hoseok y yo habíamos quedado para hablar y tomarnos un café. Me contó que cuando iba a la escuela, tuvo que hacer un trabajo en el que involucraba a un niño llamado Suga.— explicó el peli rosa.— Si mal no recuerdo, os teníais que ir enviando cartas o algo así. ¡Pero de un momento a otro dejaste de escribirle!— exclamó lo último con enfado.

—Tuvimos que mudarnos, no podía escribirle más cartas porque mi madre, haciendo la mudanza, tiró el papel en donde tenía escrita la dirección de Hoseok.— Yoongi se entristeció al imaginarse a un pequeño Hoseok que se desanimaba más y más al no ver una respuesta de su parte.

—Entonces... ¡Creo que tienes una oportunidad para recuperarle!— dijo Jin feliz.— Hoseok me dijo que su corazón sólo le pertenecía a Suga, es decir, a ti. ¡Si le revelas que eres tú, correrá a tus brazos!

—Con lo enfadado que está, será un poco complicado, aunque eso es lo que tenía planeado, por eso cogí la foto. Planeaba enseñárselo hoy, pero no ha venido...— bufó.

—¡Pero haz algo más original, soso, que eres un soso de narices!— Jin golpeó la nuca del rubio con la mano.— Pero la pregunta más importante es... ¿Tú le amabas cuando eras pequeño?

—Por supuesto que sí.— respondió con firmeza.— Hoseok es lo mejor que me pasó en la vida. Tú no sabes la alegría que sentía cada vez que veía una de sus adorables cartas con dibujos de corazones en mi buzón. Aún me acuerdo de cuando recibí su foto junto con otra carta. Fue ver la imagen y enamorarme aún más. Ni las flores que habían en esa foto lograban llegar a la inigualable belleza de la sonrisa de Hoseok. Cada noche, siempre tenía que ver la foto para dormir bien. Soñaba con algún día poder conocerle en persona, abrazarle y darle un beso, incluso le pedí a una estrella fugaz que por favor me pudiese encontrar con Hoseok.— rió el rubio, enrojeciéndose al darse cuenta de que estaba revelando demasiado.— Y ahora que le conozco, no quiero dejarle ir por nada en el mundo.

—Pero yo sigo teniendo unas cuantas dudas...— habló ahora Namjoon.— Tú ibas a otra universidad, ¿cómo sabías que Hoseok estudiaba aquí?

—Un día, fui a la casa de Jin para que me explicase algunas cosas de matemáticas, pero daba la casualidad que ambos teníamos una libreta idéntica a la otra, por lo tanto, cuando me marché accidentalmente cogí la de Jin y él se quedó con la mía. Al día siguiente, tenía que ir a vuestra universidad para que me la devolviese, y ahí es cuando lo vi, parado en la entrada mientras miraba el móvil con una sonrisa que iluminaba mis días más oscuros. Sin duda alguna, sabía que era él. Y por eso, le rogué a mis padres que me cambiasen de universidad lo antes posible. Me quedé medio año pasando desapercibido a su vista, pues en realidad estaba muy nervioso, hasta que un día, por mis dos huevos, me acerqué.— explicó Yoongi.

—Y yo tengo otra pregunta; ¿por qué no le revelaste tu verdadero nombre cuando eras pequeño? Nos habríamos ahorrado todo esto.— cuestionó el mayor de todos.

—Siempre fui un niño que desconfiaba de cualquiera, y no me pareció adecuado decirle mi verdadero nombre a un niño que no conocía de nada.

—Tan pequeño y ya tenías mentalidad de padre sobreprotector.— rió Jin.

—El caso es; que cuando ya tenía suficiente confianza, le envié una foto mía también. No sé qué habrá hecho con él a estas alturas... Planeaba también revelarle mi nombre en la próxima carta, pero ahí fue cuando mi madre tiró el papel de la dirección de Hoseok.

—Bueno; ahora tú y él os conocéis. Os amáis con locura. Sé que Hoseok te perdonará si le demuestras que de verdad sientes algo fuerte por él y no le ves como un mero objeto sexual. Y yo, por supuesto, te ayudaré.— sonrió el peli rosa.

—Yo también me uno.— sonrió también Namjoon.

—...Muchas gracias.— Yoongi esbozó una sonrisa que ni Jin ni Namjoon habían visto en sus vidas.— Sois los mejores amigos que podría tener.

Los tres se sonrieron entre ellos, demostrando que, no importa cuántos amigos hagas a lo largo de tu vida, sólo los verdaderos se quedarán a tu lado para apoyarte en momentos buenos y malos.

//////////////////////////////////////////////////////////////////

Este libro está tan cerca de terminarse que ya tengo escrito el final, lmao.

Pero no os preocupéis, que después de este fic, se vienen otras historias Yoonseok (sí, son varias) xd.

Obsession. |Yoonseok/Vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora