Epílogo.

4.5K 794 720
                                    

—¿A dónde me llevas, Yoongi? Me duelen los pies.— dijo Hoseok, quien tenía una venda en los ojos, pues su novio quería darle una sorpresa.

—No te preocupes, enseguida llegamos, ten paciencia.— fue lo único que dijo el rubio.

Ambos iban cogidos de la mano, pero el mayor iba adelante para quitar posibles obstáculos que pudiesen provocarle un accidente a su pareja, pues al tener los ojos vendados, Hoseok iba a poder esquivar poca cosa.

Era de noche y hacía un frío helador, pero el calor que emanaban las manos entrelazadas de la pareja eran más que suficiente para entrar en calor.

—Y... ¡ya hemos llegado!

Yoongi le quitó la venda de los ojos a su pareja, y volvieron a ver el mucho tiempo el hermoso paisaje de Seul.

—Vaya...— rió el peli negro.— Desde que te declaraste, no hemos vuelto a venir aquí.— contó con un poco de nostalgia.— ¿Acaso habrá una lluvia de estrellas fugaces como la otra vez?

Habían pasado ya unos maravillosos cinco años desde la declaración del rubio. Ambos no podían estar más felices. Se las pasaban casi todo el tiempo juntos, pues no se querían separar en ningún momento ya que por fin habían encontrado a la persona que amaban desde infantes.

Taehyung se enteró de esa noticia por Jimin y Jungkook, y ellos dos fueron informados por Jin, quien estaba tan feliz por la nueva pareja que comenzó a decírselo a todo el mundo, incluyendo a los desconocidos.

Al peli castaño le dolió mucho. Demasiado. Sabía perfectamente que ese momento iría a llegar en breves, pero no sabía que le iba a afectar tanto. Sin embargo, tenía que ser maduro; tenía que saber aceptar la relación del chico que amaba, aunque eso signifique tener que ver con tus propios ojos cuando se den besos o se cogiesen constantemente de la mano.

Pero no todo salió tan mal para Taehyung. Conoció a otro hombre pasado cerca de un año de la relación de Yoongi y Hoseok. Se llamaba Mark Tuan, sin duda un chico encantador que supo cómo curar el corazón roto del peli castaño, pero una vez recuperado, cayó perdidamente enamorado de ese chico, pero con la diferencia de que él sí correspondió sus sentimientos.

Jimin y Jungkook no consiguieron novia, ambos se abstenían a todo tipo de relaciones hasta que terminasen sus carreras. Sí, los dos son heterosexuales, e iban a serlo hasta el fin de los tiempos.

Jin y Namjoon siguieron juntos, qué decir. El uno y el otro se amaban con locura, y esa llama de pasión no se apagaba ni se debilitaba. Siempre estaba encendida y cada día se iba haciendo un poco más fuerte, hasta que un día, sí, Kim Namjoon le propuso matrimonio después de que terminasen la universidad. Evidentemente, el peli rosa aceptó encantado, y no tardaron en mudarse a un piso juntos con los ahorros que tenían en esos momentos. Sus familias y sus amigos les apoyaban en todo momento, así que eso les hacía todavía más felices.

—No exactamente...— habló Yoongi.— Te he traído aquí porque quería decirte que estos últimos cinco años han sido los más felices de mi vida. Cada vez que regresaba a mi casa después de estar todo el día contigo, me dolían las mejillas de tanto sonreír a tu lado.— admitió y Hoseok soltó una pequeña risa.— Esto lo dije hace cinco años, pero lo volveré a repetir; eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y por eso, querría sonreír a tu lado cada día de nuestras vidas...

El rubio señaló al paisaje, y en cuanto Hoseok giró la cabeza para verlo, vio que una especie de mensaje se estaban formando con las luces de los edificios de Seul.

—¿Quieres... casarte... conmigo?— leyó a medida que el mensaje se volvía legible, y cuando se giró de nuevo para ver a su novio, le vio de rodillas con una pequeña caja con un anillo dentro entre sus manos.

Obsession. |Yoonseok/Vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora