Capítulo 32.

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Al día siguiente, Hoseok y Taehyung no aparecieron en la universidad otra vez. Nadie sabía qué les había pasado exceptuando a Yoongi, Jin y Namjoon, que estaban al tanto de toda la historia.

Jimin y Jungkook estaban en clases, pero ni uno de los dos podía atender debido a la preocupación que estaban sintiendo. Taehyung no había respondido a ninguno de sus mensajes ni devuelto una llamada.

El pelirrojo escribió algo en una pequeña hoja que arrancó de su libreta y se lo pasó a su amigo. Jungkook lo cogió y ponía: "Deberíamos ir hoy a la casa de Taehyung para ver qué le pasa". El peli castaño le escribió de vuelta: "Sí, por mí no hay problema". Y ahí se terminó la conversación hasta la hora del receso.

Puesto que ni Jimin ni Jungkook iban a la cafetería por el tema de que Taehyung no podía ver a Hoseok, no sabían la ausencia del peli negro, pues últimamente han estado muy distantes de él.

—¿Crees que hoy podremos ir a la cafetería con Hoseok hyung?— preguntó el menor.

—Supongo, hoy no está Taehyung, así que no creo que haya problemas.— respondió Jimin.

Ambos se dirigieron hacia la cafetería, pero en la mesa en la que solían juntarse todos, no se encontraba su querido amigo, estaban solamente Jin, Namjoon y Yoongi.

—Oh, hola, hace un tiempo que no os veo, ¿qué tal?— sonrió el de hombros anchos.

—Bien, bien...— dijo el pelirrojo un tanto incómodo, pues él seguía sin acostumbrarse del todo a la presencia de los tres mayores.— ¿Habéis visto a Hoseok hyung?

—No ha venido hoy.— contestó el rubio con sequedad.

—Ah, vale...— fue lo último que soltó el más bajo antes de que un silencio incómodo se formase.

—Entonces nosotros nos marchamos, solamente queríamos pedirle una cosa a Hoseok hyung. Gracias y adiós.— Jungkook sonrió e hizo una reverencia antes de llevarse consigo a Jimin y marcharse con rapidez.

El peli castaño, básicamente, estaba arrastrando a su amigo por todo el campus hasta llegar a la entrada de la universidad.

—Vámonos de aquí.— dijo y empezó a escalar la puerta de la facultad.

—¡¿Qué?!— exclamó Jimin.— No, no, no, nunca me he saltado de las clases, ¡dejará una mancha en mi expediente!

—¿Acaso tus notas es más importante que tu amigo?

—¿A qué te refieres?

—¿De verdad no lo ves?— Jungkook puso los ojos en blanco.— Es evidente que algo ha pasado entre Hoseok y Taehyung. Si sólo hubiese faltado Tae, pues vale, posiblemente estará muy enfermo, ¡pero han faltado los dos! ¿Desde cuándo Hoseok es alguien que falta porque sí? Ni enfermo falta a clases. Sabiendo que él es realmente sensible, significa que algo "sentimental" debió pasar, y no debió de ser bueno.

Jimin abrió los ojos sorprendido. No sabía que su amigo era tan observador para este tipo de cosas. Ni siquiera él, aún conociendo a sus dos amigos, sabía tanto acerca de ellos.

—Vale, vámonos antes de que nos vea un profesor.

El pelirrojo escaló la puerta rápidamente junto con Jungkook y salieron corriendo a toda velocidad de ahí.

Caminaron en silencio hasta que llegaron a la casa de Taehyung. Sus padres estarían trabajando, por lo tanto el único que debería estar en casa es el peli castaño. Tocaron el timbre, y pasados unos segundos, una voz apagada les contestó.

—¿Quién es?

—Nosotros Taehyung, abre la puerta.— habló Jungkook.

—Ah... Lo siento, pero ahora mismo no quiero visitas.— contestó el otro.

—Mira, Taehyung.— esta vez el que habló fue Jimin, con cierto tono de enfado.— Nos hemos saltado las clases por ti porque nos preocupamos de verdad, y sabiendo cómo soy, sabes que no soy ese tipo de personas que faltan porque sí. Te pido... no, no, te exijo que nos dejes entrar a tu casa antes de que me enfade de verdad.

Taehyung se lo pensó un rato, pero ya que sus amigos habían hecho ese esfuerzo por ir a visitarle, lo único que tenía que hacer era dejarles pasar, al fin y al cabo, es culpa de él por no haberles mantenido informados del asunto.

—Pasad.

El peli castaño abrió la puerta de la entrada, y los dos amigos subieron hasta el segundo piso y entraron ya a la casa del otro.

[...]

Tras contar aquella larga historia, detallada con pelos y señales, Jimin y Jungkook tenían los ojos abiertos a mas no poder.

—Eres un hijo de puta...— murmuró el pelirrojo mientras negaba con la cabeza.— Pero un hijo de puta muy astuto.

—Gracias, tus palabras me ayudan a sentirme mucho mejor.— Taehyung rodó los ojos.— Sin embargo, después de todo ese esfuerzo, al final no sirvió de nada, me rechazó de manera definitiva.

—Es triste, pero no puedes hacer nada más, te abalanzaste a él en su momento de debilidad, y ni siquiera eso funcionó.— habló Jungkook.— No digo más; ríndete de una vez por todas, ni se te ocurra volver a intentarlo, acabarás peor de lo que ya estás.

—Lo sé Jungkook, lo sé...

—Y ya que nos hemos saltado las clases y nos has explicado tu drama a lo Rosa de Guadalupe, juguemos un poco a la consola.— Jimin encendió la televisión y posteriormente la Nintendo Switch.

Taehyung rió.— Vale, vale, juguemos a Splatoon, no me ganarás.

—Sí, ya, chúpame un huevo.— el pelirrojo le sacó el dedo del medio. 

[...]

Pasaron ya muchas horas, hace ya un gran rato que las clases en la universidad se terminaron, y Jin, Namjoon y Yoongi se encontraban en la casa del último, planeándolo todo.

—Mira, Yoongi...— comenzó a hablar el peli rosa.— Este es el mejor puto plan que he hecho en mi vida, si la llegas a cagar, te voy a dar tal patada que te levanto el peso y el pene se te quedará adentro del cuerpo, ¿entiendes? Entre las piernas tendrás un cráter, un hueco vacío, te voy a dejar sin putos descendientes.

—Ya, ya, relájate, has tomado demasiada Coca Cola.— el rubio le arrebató el vaso de la bebida de entre sus manos.

—Pero hablando en serio; es el mejor plan del mundo, qué suerte tenemos. No la puedes cagar en ningún momento.— ahora Jin miraba con seriedad a su amigo.

—No lo haré, lo juro.— afirmó.

—Por si acaso, Namjoon y yo estaremos ahí medio escondidos para vigilar que no hagas una de tus memeces, que ya nos conocemos.

—Lo que te pasa es que quieres cotillear, eres peor que la vieja que vive al lado de mi casa.— dijo Yoongi, y de repente, alguien empezó a golpear la pared de al lado.— ¡Sé que lo has oído vieja, no te hagas la ofendida porque ambos sabemos que tengo razón!— gritó el rubio a la pared de la que provenía el ruido, pues al parecer, la señora de al lado siempre se ponía a chismorrear sobre la vida privada de otras personas, y eso incluía la de Yoongi.

—Y Namjoon y yo nos iremos ya, si tienes alguna duda acerca del plan, envíame un mensaje u algo.

Yoongi asintió y los otros dos chicos se marcharon de su apartamento.

Mañana iba a dar comienzo ese maravilloso plan. El plan que por fin, iba a juntar a ambos portadores del hilo rojo tras tantos años de espera.

Obsession. |Yoonseok/Vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora