Nuestra Historia Juntos. [Kookmin Fanfic]

¿AMIGOS?

Sábado por la mañana.

Me dirigí al lugar en el que acordé que vería a JK iba 10 minutos temprano así que tomé mi tiempo para caminar tranquilo.

Cuando llegue él ya estaba ahí.

— Hey, Jimin, ¡Por aquí! — sonrió al verme y yo al verlo sonreír.

— Jungkook, hola — nos saludamos y me dio un beso en la mejilla con lo que se aceleró el latido de mi corazón y no pude evitar sonrojarme, una parte de mí estaba en llamas, llamas de pasión que eran capaces de calentar una ciudad entera en una fría noche.

— Toma asiento por favor — me pidió.

— Claro — hice lo que dijo, tomando asiento justo delante de él.

El mesero llegó a ofrecernos el menú, cada quien ordenó lo que le apetecía y seguimos conversando.

— Bueno y ¿Cómo te ha ido en estos años?

— Genial — contesté — primero fue muy difícil pero Yoongi me ayudó a superarlo, él y yo nos volvimos muy cercanos. Y a ti ¿Cómo te fue?

— ¡Oh genial! Fue difícil adaptarme, pero lo logré y eso me llevo a hacer muchos nuevos amigos y amigas — eso último me partió el alma.

— ¿Qué amigas? — dije en tono de burla, molestandolo como lo haría cualquier amigo, aunque eso me doliera más que una apuñalada.

— Jaja, no es lo que crees, solo amigas — suspiré internamente por el alivio aunque tal vez demasiado fuerte pues JK se volvió verme algo desconcertado.

— Cuando éramos niños te encantaba practicar deporte ¿Haces algo en especial ahora?

— Claro, eso me sigue encantando, pero por ahora solo entreno básquetbol.

— Me encanta el básquetbol — comenté.

— ¿De verdad? deberíamos ir a jugar alguna vez.

—Suena bien — respondí con entusiasmo — ¿Cuándo?

— Después de la escuela.

— Seguro, le diré a los otros.

— Me parece bien — comentó.

Así seguimos platicando y poniéndonos al tanto de lo que habíamos hecho, la mañana se pasó muy rápido, cuando llego la hora de separarnos JK se ofreció pagar la comida el mesero trajo el cambio y se nos quedó viendo alavés que sonreía, eso me hizo pensar que el suponía algo bueno de nosotros.

— Gracias por la comida.

—No es nada nos vemos luego.

Nos dirigimos juntos a la salida, me acompaño hasta mi casa, nos despedimos de la misma manera que nos saludamos, nunca me cansaría de esos suaves besos que sentía en mi mejilla, eran como si estuvieran hechos de pequeños, suaves y dulces bombones que quería comer.

Él se alejó y yo entre a mi casa corrí a mi cuarto, cerré la puerta y me deje caer en la cama. tapé mi rostro con la almohada y me esforcé por contener la emoción que me provocaba haber salido con Jungkook, aunque fuera solo como amigos.

Decidí llamarle a Yoongi para contarle todo lo que había pasado, él era el único que conocía mi secreto y quería desahogarme con alguien.

— ¿Yoongi? — dije cuando sonó en la línea que alguien había contestado

— Jimin, hola ¿Que sucede?, Te oyes feliz.

— Estoy feliz — le respondí tratando de contener los saltos que mi corazón daba en mi interior.