8. Número privado

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Dime que esto no es cierto. ¿En serio Chris Pratt fue quién me ayudó el día de mi boda? ¿En serio Chris Pratt me vio desnuda?

¡Esto está mal!

¡Conocí a Chris Pratt! ¡Conocí a Star Lord! Dios, Dios, Dios, estoy a punto de hiperventilar. Siento que me dará algo. No puedo creerlo.

Caminé varias veces por todo el loft que había rentado, por algunos meses, sin dejar de pensar en lo que había escuchado. No podía creerlo, simplemente estaba confundida. Mi celular no dejaba de sonar y eso estaba subiendo mi nivel de ansiedad. Pensé que había sido Chris pero cuando vi quién era solté un suspiro.

-Boo-Boo...- saludé y lo que recibí fue un grito.

-Mmm Boo-Boo estoy viéndote en una revista- dijo confundida Karen y yo solo sonreí -Con...Chris...-

-Mmm sí. Al parecer nos quedamos en la casa de un actor, específicamente en la de Chris Pratt- dije y solo escuché un largo qué -Chris Pratt fue quien me ayudó y me dio "refugio" en su casa-

-¡No inventes! ¿Como no nos dimos cuenta?- dijo incrédula mi mejor amiga.

Karen comenzó a balbucear y a decir cosas extrañas de el porque no había captado quien era. Yo misma ni sabía, porque he visto esa película varias veces y que ahora no lo hubiese reconocido era algo extraño. Quizás fuese porque había estado tan metida en mi problema con Dixon y Caroline. Estaba tan metida en mi dolor que no me percaté que quien me ayudó fue un jodido actor de Hollywood.

Vi las fotos que Karen tomó y me envió y casi muero. ¡Eran fotos con buena resolución! No se podía negar que esa era yo. No se podía negar que ese era Chris. No se podía negar la mirada lasciva y sonrisa picarona que tenía Chris antes de entrar.

Me sorprendió bastante esa mirada, me sentí que casi me comía con ella, nuevamente. Extraño era que la sentía como si en ese mismo momento él me estuviese mirando, algo que hizo que mis mejillas comenzaran a tomar un poco de rosa. Y como negar, me gustó que me observara así...umh hola soy mujer y a que mujer no le gusta sentirse deseada por un nombre como Chris Pratt. Las mejillas me querían explotar por eso, hace mucho no pasaba algo así y que sucediera en ese momento me desconcertaba pero en buena forma.

-¿Y ya él sabe que tu lo sabes?- preguntó Karen y yo asentí.

-Sí. Hace algunos minutos me lo dijo y de la impresión no dije nada y solo corté la llamada- dije y escuché una desaprobación por parte de ella.

-¡¿Pero que has hecho?!- casi grita al decirme -No me digas que te ha llamado varias veces y no le has contestado. Te conozco Ashley- advirtió y yo sólo negué.

No me había llamado, ni tan siquiera por error o bueno eso era lo que pensaba. Extraño, sí. Digo, yo podría llamarlo pero tenía un número diferentes. Al que había llamado extrañamente estaba fuera de area. Siempre que llamaba era de diferentes números y nunca podía pillar un número fijo. Protegiendo su privacidad...ahora todo encajaba.

-Nada he hecho- contesté apenada pues si había hecho algo, cortar abruptamente la llamada.

-¡Llámalo!- gritó tan chillón que tuve que apartar mi celular de mi oído.

-¿Con que número? Todos estos días me ha llamado con varios números desconocido.-

-Tonta para que está la compañía de tú teléfono- preguntó.

Había sacado un nuevo número en una nueva compañía y en la vieja no podía hacer nada, todo era limitado. Así que no pensé que podía hacer algo más allá de pagarlo. Karen me explicó que podía llamar a la compañía y pedir un listado de todas las llamadas, realizadas y recibidas. Así hice, luego de terminar, en contra de la voluntad de Karen quién quería seguir hablando, la llamada busqué el número de teléfono de la tienda más cercana a mi casa.

Una hora después tenía la lista de llamadas en mi mano. Había sido difícil para la chica que me atendió. La llamada seguía siendo origen desconocido, pero ella y yo no nos dimos por vencida. Terminó por llamar a un chico de algunos veinte años pero se veía todo un genio con los sistemas. Tecleó varios segundos antes de que la impresora sonara anunciando un nuevo papel impreso...mi salvación, por así decirlo. Luego de agradecerle con mi vida a ambos corrí a casa. Y ahora me encontraba viendo el listado mientras jugaba con mis uñas muy nerviosa. Veía el papel como si en cualquier momento me hablaría y me exigiría tomar el teléfono y marcar el número.

Con dedos nerviosos marqué el número y lo llevé a mi oído. Les juro que pude escuchar, fácilmente, el latir descontrolado de mi corazón. Estaba nerviosa y no podía negarlo. Antes hablaba con él en total calma y como si fuéramos los mejores amigos del mundo. Pero estaba segura que eso había cambiado desde que me dijo que era Chris Pratt.

-¿Hola?- contestó con voz gruesa.

-Chris...es Ashley, ¿podemos hablar?- pregunté con voz baja.

-Claro- dijo algo entusiasmado.

Solté un suspiro y me senté en el sofá de la sala. Un silencio se hizo presente, ninguno de los dos sabía que decir.

-Siento mucho el no decirte quien era, Ashley. La verdad es que quería ocultarlo el más tiempo posible cuando supuse que no me reconociste.-

-Chris algo como eso debías decírmelo.- reproché y escuché un sonido de desaprobación.

-Mira, la mayoría de las personas que se me acercan o en este caso me les acerco terminan siendo unos interesados y mucho más las mujeres, que solo buscan un revolcón para ver si se benefician de eso. Así que cualquier persona que conozco procuro tratarlas con pinzas porque presiento que en cualquier momento me darán la puñalada por la espalda.- dijo con tono sin mucho sentimiento.

Iba a reprocharle que yo no sería así pero no pude. Me sentí triste por lo que me había dicho y sabía que reprocharle sería como algo malo de mi parte. ¿Como podía existir personas así? Existir para vivir de los demás, eso era realmente estúpido y de muy mal gusto.

-¿Porque no llamaste? Te hubiese contestado...- dije y era la verdad, le hubiese contestado.

Subí mis piernas al mueble y tomé un sorbo de té. Me encantaba el té en las noches antes de acostarme, me relajaba. Era algo casi igual que mi profesión. Pintar era algo que me apasionaba y de eso era de lo que vivía. No era la más reconocida, no como Picasso, Frida Khalo o Claude Monet pero podía mantenerme en un nivel bastante aceptable.

-Quería darte un momento para que lo procesarás. Creía que no me contestarías y no me dirigirías la palabra.- dijo y yo negué.

-No haría algo como eso. Sé que fui abrupta al cortarte la llamada pero fue la impresión.- dije y aceptó con una sonrisa.

Nuestra conversación se alargó por algunos minutos. En ellos supe todo lo que había hecho siendo actor. Supe que había comenzado relativamente joven, ya era mayor de edad. Con diecinueve años comenzó con papeles secundarios y luego logró uno de los papeles principales en una película infantil. Eso fue lo que catapultó su carrera como actor. De verdad quedé encantada con lo que me contaba, anécdotas, momentos bueno y los no tantos.

-Ash tengo que cortar, mañana tengo que estar bien temprano en el set- dijo y yo asentí.

Abrí los ojos de par en par cuando vi la hora en el reloj pegado a la pared, eran la maldita una de la madrugada. Era imposible, hace unos minutos eran las diez. Mierda, creo que se me fue el tiempo bien rápido.

-No te preocupes, hablamos luego- dije y él me deseó buenas noches.

Miré mi celular fijamente y solté un suspiro que me tomó por sorpresa. ¿Yo suspirando? Debo estar loca. ¿Porqué tendría yo que suspirar? Sí, Chris es todo guapo y masculino y grandote y lindo...¡Ashley reacciona! Pero no estaba en el mejor momento para suspirar. No cuando vivía con el prematuro miedo de que cualquier hombre me engañaría.

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Hola hola mis amores

Que les pareció?

Ashley?

Chris?

Espero que les haya gustado 🤗

Tell me you love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora