Después de aquel viaje a casa de la mamá de Chris no pasó realmente nada con importancia. Chris trabajando con su nueva película y yo con mis nuevas obras. Habíamos vuelto del fin de semana más increíble en toda mi vida hacía una semana. Allí nos enteramos que Angie tendría gemelos ambas nenas. También supe lo que había pasado con el papá de Chris. Había muerto de una mala operación. Quien me contó todo había sido Cully quien me había dicho que Chris no hablaba de eso porque aún le dolía mucho.
-Pueden hacerla en mi casa de verano, no hay problema- dijo Chris.
Bernardo nos había notificado que haría una galería muy íntima y que necesitaba una casa. Como él, Solange, Gianni y yo teníamos apartamentos pues sería difícil hacerla. Alquilar una casa para esos fines era muy caro quizás más caro que toda la colección que se supondría se presentaría en esa galería. Así que Chris escuchó y fue él quien ofreció su casa, la que estaba en aquel hermoso acantilado junto a la playa.
-No, amor como crees- dijo negándome rotundamente.
-Hecho...La semana que viene tendrás la mitad del depósito- dijo Bernardo. No daría la misma cifra que pedían los otros dos dueños pero eso no quitaba que no fuese a pagar.
-No es necesario.-
-¿Seguro?- preguntó Bernardo y Chris asintió.
Así que ahora aquí estaba vistiéndome en casa de Chris ya que dentro de unos minutos comenzarían a llegar las personas. Recordé todo lo que había ocurrido hace casi seis meses y sonreí. Sonreí porque sentía que todo había valido la pena. Desde casarme con Dixon hasta ahora. Porque sabía que si no me hubiese casado con él no hubiese conocido lo que ahora es el amor de mi vida. Y le agradecía a Catherine y a Dixon que me hayan engañado, así pude abrir los ojos.
-Aún sigue tu olor tan presente aquí- susurré mientras caminaba para entrar a la habitación.
-Y lo mejor de todo es que ahora está mezclado con tu olor- escuché a Chris saliendo del baño con una toalla en sus caderas.
Le sonreí y continué arreglando mi cabello. Era en lo que debía enfocarme si quería no ser regañada por Bernardo. Pero el boxer blanco que Chris se había puesto robaba toda o gran parte de mi atención. Negué con la cabeza y ahora estaba arreglando mi traje.
-Estás hermosa- dijo luego de quedarse como cinco minutos mirándome.
El traje por el cual me había decidido era uno negro, entallado, de mangas largas con los hombros al descubierto y cuello de tortuga. Tenía algunos cristales y perlas que lo hacían ver sofisticado, semi formal y sobretodo perfecto para la ocasión. Chris iba y venía de un lado a otro sin desperdiciar un momento para mirarme con una sonrisa en sus labios. Podía jurar que lo que le faltaba eran dos corazones en los ojos o baba saliendo de su boca como los dos populares emoticones.
-Que guapo está ese gorila...- dije viéndolo vestido con un saco azul marino y un pantalón crema. -Esa novia tuya es una suertuda. Mira que hombre tiene a su lado.-
-Hace tiempo no me decías así bueno desde que nos conocimos.- dijo y yo negué.
-Sabes que no me gusta mucho pero hoy ameritaba ese sobrenombre además creo que nunca dejarás de ser el gorila para Karen- dije y él asintió.
De hecho, quién único lo llamaba así era Karen. Aunque ella siempre le ponía sobrenombres a todas las personas que conocía. A veces si eran muy bueno pero otras eran malos y eso iba de la mano con tu selección de sobrenombres. Un vivo ejemplo era Dixon, a principio era el búho, "siempre estaba ahí para joderte la vida" ahora era la caquita, porque "era alguien que fuese lo que la mayoría de las personas... ahh y por ser una mierda de persona"...eran sus propias palabras. Y así fue que Chris terminó con un sobrenombre...el gorilita, "el que te protegía de todo".
ESTÁS LEYENDO
Tell me you love me
Romance¿Como es el destino, no? El día más esperado e importante para Ashley se había convertido el peor de todos y solamente en segundos. #837 in Romance 1/28/18 #833 in Romance 1/29/18 #653 in Romance 2/1/18