Tell me you love me

11. Recuerdo

Chris POV

¡Más que tonto eres un bruto!

¿Porque hiciste esa estupidez?

¿Acaso te caíste de la cama cuando eras niño?

Caminé por algunos cinco minutos refunfuñando entre dientes. De seguro había dejado a Ashley toda confundida y había sido un error. Quería besarla...¡demonios! claro que sí pero no quería que fuese allí. Aunque era un atardecer perfecto y un lugar hermoso no quería besarla mientras personas nos miraban como buitres y aquel paparazzi que estaba buscando el momento perfecto para ganarse fama al ser el primero en fotografiar el beso entre Ashley y Chris Pratt. Quería besarle en la intimidad y que solo seamos nosotros dos. Nada de terceras personas, nada de flashes de cámara. Solo ella y yo. Ahora sabía que había cometido un error, bueno, en realidad lo supe cuando vi la desilusionada mirada de ella. ¡Dios! Que tonto he sido. Corrí de vuelta a donde había dejado a Ashley pero ya no estaba.

-Se fue hacia el estacionamiento.- dijo la mujer de antes con el ceño fruncido y las manos cruzadas. Me recordó a mamá cuando hacía algo que no debía. De seguro recibía un regaño.

-¡Gracias!- volví a correr en dirección a donde ella me dijo y otros cinco minutos después me encontraba desesperado buscando cualquier auto en el que estuviera ella.

Vi un auto en movimiento y sin pensarlo corrí hacia el. Estaba a punto de escaparse de mi y sin ver las probabilidades de salir bien de esto me paré frente al auto. Aguanté la respiración esperando un golpe pero escuché un chirrido de gomas y solté la respiración. Me toqué y suspiré al ver que estaba completo y abrí los ojos.

-¡Estás loco!- gritó Ashley y yo sonreí -¡¿Quieres matarte?!- volvió a gritar y me acerqué.

Abrí la puerta de su auto y la hice moverse al asiento de al lado. Sin decir una palabra y con una sonrisa en mis labios cerré la puerta y puse en marcha escuchando las constantes quejas de ella.

-¡¿Que haces?!- gritó y yo estaba a silencio -¿Ahora pretendes secuestrarme? ¡Estás mal, Chris!- gritó viendo a todos lados -¡Déjame bajar!-

Se quitó el cinturón y gritaba como loca. Yo solo la miraba en silencio con una pequeña sonrisa.

-¡Deténte!- volvió a gritar y negué con la cabeza -¡Que pares, Pratt!- la miré por un segundo -¡Por favor para!-

Se veía asustada, nerviosa y fruncí el ceño. Sus manos temblorosas estaban en su regazo y la observé por unos segundos antes de volver a mirar adelante. Decidí no seguir en silencio pues me había consternado verla tan desesperada. Hasta temía que en cualquier momento hiciera una locura.

-Cálmate...- susurré y la miré de reojo y seguía mirando a todos lados y actuando nerviosa -Por favor- pedí antes de acariciar su mejilla.

Estacioné el auto a un lado de la cartera y ella en segundos se bajó dejándome con el ceño fruncido. Me bajé rápidamente siguiéndola y ya ella lleva bastante distancia de mi -¡Ashley!, ¡Ashley!, ¡Ashley, detente!- corrí y por fin la alcancé.

Intenté detenerla tomándola de la mano pero se escurrió entre las mías. ¿Que estaba pasando? ¿Porque todo se había complicado a tal grado? bueno en realidad fui yo quién lo había complicado todo. Ahora no sabía que hacer para que todo volviera a como estaba antes.

-D-Déjame...- susurró bajito.

-Para por favor. Hablémoslo- dije tomándola de la mano. Estaba fría y temblorosa.

¡Bravo panzón, la has cagado!

La atrapé en mis brazos antes de que tratase de huir nuevamente, aunque eso no evitó que tratara. Sus manos trataban de alejarme de ella mientras la observé y me percaté de las lágrimas en su rostro. ¿Porque lloraba? La situación no era tan mala como para que ella estuviese al borde de un ataque de ansiedad.