Tell me you love me

37. Rompecabezas

-Quien estará llamando- se preguntó Ashley mientras caminaba tan lentamente hacia su celular que podía hacerle sentir envidia a una tortuga.

Esa mañana se sentía extraña, por primera vez en muchos meses se encontraba sola en aquella enorme mansión. Max había pedido un par de días para estar con su hijo que no veía desde la muerte de su esposa hace tres años. Sus padres la visitaban pero en realidad estaba mucho mejor cuando no lo hacían porque se empeñaban en meterle pensamientos mal intencionados acerca de Chris y el porqué aún seguía lejos de ella y el bebé. Ni hablar de Karen, ella aún seguía al otro lado del mundo. Y en cuanto a Chris, pues él aún estaba con sus dinosaurios mecánicos y sus órdenes de director.

-¡Boo-Boo!- Ashley no se había hecho a la idea cuanto estaba extrañando esa voz chillona.

Con una sonrisa cansada miró a la cámara y dijo con felicidad cuanto le gustó esa sorpresa. Aunque tenían comunicación constante no era lo mismo solo escucharla que verla aunque sea por video llamada. Se sentó con cuidado en el sofá y comenzó a hablar con Karen como si no hubiese hablado con ella en años.

-Todo este mes ha sido una mierda- se quejó Ashley casi al borde del llanto.

Ella extrañaba tanto a su novio y a ella que estaba a miles y miles de kilómetros de ella.

-¿Que ha pasado?- preguntó con el ceño fruncido -tienes que pasar este mes tranquila, recuerda que estás a días de conocer a mi tesorito- dijo lo último con voz de bebé.

-¡Nada ha pasado!- dijo exaltada -Mi novio y mi mejor amiga me tienen en el olvido- soltó decepcionada -jamás imaginé un abandono tan injustificable como este.- siguió quejándose como si nunca lo hubiese hecho.

De verdad se sentía un tanto olvidada. Aunque tenía su familia y la de Chris pendiente a todo los movimientos que hacía se sentía incompleta sin su Chris y su Boo-Boo. Soñó muchas veces pasar todo el proceso con su novio y su mejor amiga y lo que estaba viviendo no era ni la cuarta parte de lo que soñó. Los amaba y los quería junto a ella en el momento más hermoso e importante para su vida. Tener a su bebé por fin en sus brazos.

Karen suspiró, también extrañaba a su amiga. Era como la hermana que no tuvo y siempre quiso tener. -puedes ser menos dramática- rodó los ojos. La amaba pero a veces exageraba mucho. Además ella ha estado tan ensimismada en sus quejas que ni siquiera se había dado cuenta de algo -puedes coger un numerito y callarte- ya Karen estaba un poquito más exasperada pero su amiga parecía un loro quejándose sin parar.

Karen solo hizo silencio y esperó a que Ashley se descargara y solo cambió su cámara y le enseñó. Esperaría que ella se diera cuenta de la enorme maleta que había y detrás una linea de asientos con varias personas sentadas y muchas maletas. Se callaría hasta que Ashley se diera cuenta de que estaba a punto de tomar un avión y viajar casi doce o más horas para estar con ella en el nacimiento de su sobrino o sobrina. Todavía Karen no sabía y su amiga no le diría. Chris le había escrito hacía unos días suplicándole que viajara para que todos estuvieran con Ashley. Aunque la verdad Karen no tenía que esperar por el mensaje de Chris ella ya estaba haciendo sus movimientos en su vida cotidiana para estar no solo en el nacimiento sino estaría mucho más tiempo. Agradecía que su jefe le había dado la oportunidad de trabajar remoto así que eso la ayudaría demasiado.

-¿Donde tú estás?- preguntó Ashley frunciendo el ceño.

-Hasta que te callas Dioooos!- dijo Karen sonriendo burlonamente -Después de toda esa descarga solo me dan ganas de perder el vuelo a propósito- dijo para luego ver un puchero falso.

-Perdón por todo lo que dije- suplicó casi en lágrimas Ashley.

-Pensabas que iba a perderme el nacimiento de mi bebé estás equivocada- dijo negando con la cabeza -Por quien me tomas- agregó