Tell me you love me

4. Perfección

Chris POV

¡Esa chica era perfecta!

Desde que la vi aquella noche era como un espejismo. Era tan hermosa que al verla me había olvidado de todo a mi alrededor. Y cuando me acerqué y tuve su cintura bajo mis manos mi respiración se aceleró. Definitivamente había quedado prendado con ella...y su espectacular cuerpo. Aquella mini falda estilizaban su perfectas piernas y su cintura. ¡Era simplemente perfecta!

Su rostro era angelicalmente travieso, tenía un destello pícaro que hacía delirar a cualquiera, incluyéndome. Desde sus ojos hasta sus labios eran atrayentes y ni hablar de su cuerpo. Su cuerpo era lo que yo llamaba una chubby beauty. Sus caderas eran su mejor atractivo, aunque era cien por ciento hermosa, ese cuerpo dejaría embobado a cualquier hombre, con excepción a mi, a mí me desconectaba el cerebro.

Caminé de aquí para allá mientras no paraba de hablar con mi amigo sobre Karen quedándose en la casa pero también le hablé de Ashley. Tenía que hacerlo, ella valía la pena hablar sin descanso de su belleza tanto por dentro como por fuera. De seguro estaba mareándolo pero desde que la había conocido en el club se negaba a salir de mi mente. Así que desde la noche y durante el día ella se paseaba en mi mente dejándome todo fascinado. Hasta su olor es desconcertante, en el buen sentido.

-Será mejor que me vaya, ya es tarde- dije y vi a Ashley fruncir el ceño.

¡Karen era la mejor! Esa chica era la típica mejor amiga que no disimulaba cuando veía a su mejor amiga con el chico que le gusta. La sonrisita cómplice que tenía era graciosa. Giré mi rostro y vi a Ashley con el ceño fruncido.

-Yo voy a...a...a comer pizza- dijo y sin esperar un asentimiento o algo se esfumó de la sala. Gracioso, no había ninguna pizza en la casa.

-Ashley cualquier cosa que necesites no dudes en pedirlo y espero que mañana sea un mejor día que hoy...y lo será.- dijo subiendo el escalón que daba a la sala.

-También espero eso...- dijo y yo le sonreí reconfortante

Realmente ese tal Dixon había sido un idiota de primera. Engañar a alguien como ella era simplemente algo estúpidamente ilógico. Ella era un ángel y a los ángeles no se les lastiman y menos con algo tan bajo. Yo nunca la engañaría y mucho menos con su hermana, eso sí que era una canallada. ¿Cómo lo sé? Karen me lo había dicho cuando Ashley había subido para cambiarse el traje de boda y se había tardado más de la cuenta. De seguro había llorado al recordar que su casi esposo le había visto la cara.

Ashley se levantó con una pequeña sonrisa en sus labios, yo sólo la miraba concentrado. Esa sonrisa...aún así estando decaída era una sonrisa hermosa, así que no me imaginaba cuan brillante y perfecta podía ser cuando estuviera feliz de verdad. Caminamos directo hasta la puerta principal y llegó la hora de despedirnos.

-Gracias por todo Chris. Has sido, literalmente, mi salvación- dijo y me sonrió.

¿He dicho que es perfecta su sonrisa? ¿Sí? Pues no me canso de decirlo.

-Y lo volvería hacer Ashley. Eres una mujer increíble y no mereces sufrir por tu ex novio- dije y ella asintió.

-Nuevamente gracias. Que tengas linda noche.- dijo y yo asentí deseándole lo mismo.

Ella llevó, lentamente, un mechón de su cabello detrás de su oreja y les juro que fue como un aliciente. La observé embobado y ella bajó su mirada algo cohibida. ¡Tonto disimula! ¡Pareces subnormal! ¡REACCIONA! Pensé que había sido bueno ocultando mi fascinación por ella pero fue imposible. Luego de ver como miraba al suelo evitando tener contacto conmigo, sus mejillas se sonrojaron.