Palabras sin sentido

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Narra Andrea

Todos nuestros compañeros de clase y nosotros acabábamos de ser testigos de la magia de Isabella; justo ahora Kate, James, Thomas y yo les tratábamos de explicar a las maestras pero era inútil. Isabella estaba en un salón y conociéndola, sabía que no estaba oyendo lo que decíamos; después de mucho logramos convencer a las maestras, bueno, en realidad Thomas lo hizo. Al parecer, él es un Grixphen de magia (única y exclusivamente magia, hechizos, encantamientos, etc.); cosa que a todos nos sorprendió. Fui a buscar a Isabella para decirle que todo estaba bien, aunque Thomas ya había ido a hablar con ella pero no era lo mismo. Pero al entrar en el salón, me llevé una gran sorpresa. Isabella no estaba. Inmediatamente fui con los demás.

-Isabella no está- dije rápidamente, dejando a todos sorprendidos.

-¿Qué?- preguntó Thomas alarmado- Eso no puede ser, hace unos segundos estuve con ella; ¿cómo se pudo...?

-Thomas- lo llamé haciendo que callara- ella no está, ¿ok?. Se fue y hay que buscarla, ¿entendiste?- él, al igual que los demás, me veían con cierto temor, Thomas asintió. Isabella era mi mejor amiga desde que somos pequeñas, si algo le pasa, no me lo perdonaré.

Buscamos por todo el colegio, desde el sótano hasta la azotea, todo. Y no la encontramos; fuimos al café que se encuentra al frente del colegio y nada. No sabía que hacer, ¿a dónde habrá ido?. Ahí se me ocurrió algo.

-Thomas- el recién mencionado volteo a verme- tú eres el que ha pasado más tiempo con Isabella últimamente, ¿sabrás de algún lugar al que pueda haber ido?- le pregunté, no sabía porque pero algo me decía que él sabía algo que nosotros no; y efectivamente así era.

-Creo que hay un lugar...

Narra Isabella

Después de una hora, finalmente había llegado a la casa de mi bisabuela. Fui a su habitación y saqué de mi moral el diario de mi abuelo Jonh, esperando que allí halle una respuesta a todo esto. En la primera hoja se encontraba el típico: "este diario pertenece a...". Leí aproximadamente unas 50 páginas en 15mins, pero no encontraba nada, cerré mis ojos; estaba frustrada.

-Querida Isabella, ¿qué haces?- me preguntó mi bisabuela.

-No consigo mis caramelos- dijo la pequeña yo frustrada de tanto buscar.

-Pequeña, eso es porque no estás buscando bien- la niña se le quedó viendo- verás Isa; a veces, lo que estás buscando aparece cuando no estás buscando del todo. Inténtalo- la pequeña cerró los ojos, tomó aire y se tranquilizó; los volvió a abrir y su vista se enfocó en la mesa de la cocina.

-Bisabuela, ahí están; los encontré- chilló emocionada corriendo hacia ellos.

-Lo ves Isabella,  hay veces en las que solo tienes que tranquilizarte y al fin verás lo que buscas...

Volví a abrir mis ojos, ella tenía razón; respiré profundo y me tranquilicé. Observe nuevamente las primeras hojas del diario y palabras sin sentido empezaron a iluminarse, a medida que estas  lo hacían yo las anotaba. Después de unos minutos en el proceso, había escrito dos frases; las cuales ya había oído antes...

"Tienes que ver la oscuridad en la luz" "La respuesta se encuentra en la entrada a las estrellas"

¿Qué rayos significarán? No lo se, pero tal vez, algo en el estudio de mi bisabuela me ayude. Me dirigí a la biblioteca de ella para entrar a su estudio secreto, pero un ruido extraño me impidió entrar. Salí de ahí con sumo cuidado, agarré un paraguas que se encontraba cerca y lo empuñé como su fuera un arma. Los pasos de más de una persona se hicieron presentes, cuanto más se acercaban, con más fuerza sostenía el paraguas; hasta que ellos estuvieron suficientemente cerca. Golpee a uno con él, haciendo que inmediatamente cayera al piso; mi sorpresa fue que la persona a la que había golpeado era James, ¿qué hace James aquí?. Alcé mi vista y Katelyn, Andrea y Thomas me miraban con cierta confusión y alivio; ¡¿pero qué está pasando?!

-¿Qué hacen aquí?- pregunté y mi vista viajo a Thomas, él era el único que sabía de este lugar, lo fulminé con la mirada.

-No, la pregunta es: ¿qué haces tú aquí?- me preguntó Andrea viéndome de la misma manera que yo estaba viendo a Thomas, con que eso se siente.

-Bueno, yo, estoy buscando una respuesta de lo que me pasa. Ya que nadie sabe qué es, trato de comprender qué paso esta mañana en el colegio y nada; por primera vez leí el diario que mi abuelo me dejo hace unos días y lo único que conseguí fueron palabras al azar que juntas formaron un par de frases que no tiene sentido- dije consiguiendo su completa atención- Dicen que están para protegerme, pero eso no es lo que necesito; necesito que me digan lo que me pasa. Que me digan las cosas que no me dicen, necesito comprender y con sólo la mitad de las pistas no puedo resolver el caso. Así que si me quieren ayudar, como dicen que quieren, díganme la verdad; y no esa que tanto andan contando sino la que ni se atreven a decirme. Eso es lo que hago aquí, trato de encontrar lo que no me dicen, y con su ayuda o no lo encontraré- me dí la vuelta para irme de ahí, pero uno de ellos estaba dispuesto a contarme la verdad.

-Isabella espera- grito Katelyn poniendo una mano sobre mi hombro- está bien. Te contaremos lo que necesitas saber...

-¡Ay!- dijo James sobándose la cabeza y reincorporándose- ¿qué me pasó?

-Jejeje, yo te explico- él me miraba con culpabilidad y yo le dedicaba una sonrisa "de lo lamento"...

-Isa- empezó Andrea con la historia, estábamos en la sala y James llevaba una bolsa con hielos en la cabeza; al parecer, el golpe que le di fue fuerte- el Consejo Mágico nos prohíbe decirte lo que te vamos a contar pero es necesa...

-¿El Consejo Mágico? ¿Y eso qué es?- pregunté, ¿quiénes se creen como para prohibirle a mis mejores amigos a hablar sobre algo que me pasa?

-Ellos son los que dicen que se puede o no hacer en Tierras Neutras- me explico James omitiendo un pequeño detalle- Tierras Neutras es de dónde provenimos, dónde los Grixphens, Drykers y Zurbens viven con total libertad de utilizar sus poderes y habilidades especiales. Claro que no todos los encantamientos están permitidos, al violar alguna de las reglas; son llevados ante el Consejo Mágico y ellos deciden si la persona se queda, paga una penitencia o... Es desterrado.

-¡Wow! Que fuerte- pensé en voz alta.

-La madre de Thomas es una de los integrantes del Consejo Mágico- dijo Andrea sin prestarle mucha atención a lo que decía, Thomas abrió los ojos como platos al igual que yo.

-Espera- solté una risita nerviosa- ¿Qué?- miré a Thomas en señal de respuesta y él me vio de una forma que jamás olvidare.

-Así es yo...

-¿Tú también eres parte de todo esto?- lo interrumpí, no quería escucharlo; él asintió con la cabeza. Bufé- no puedo creerlo.

-Isabella yo...

-No, no quiero que me expliques nada yo...- suspiré, organizando las palabras que diría- sólo... Terminen de decirme lo que necesito saber para poder largarme de una vez por todas- concluí, con mi muy característico tono de enfado, Thomas me miró apenado y luego dirigió al suelo una mirada triste.

-Tienes más poder del que imaginas, eres muy importante para Tierras Neutras- continuó James con su historia.

-Sí sí, oigan ahorren me la historia y vamos al grano- dije seria, no quiero oír todo lo que tienen para decir- ¿cómo puedo contactarme con este Consejo Mágico?

-Bueno, solo hay una manera para llegar a Tierras Neutras; a través del bosque negro- dijo Katelyn, eso era lo que necesitaba oír; quiero que este tal Consejo Mágico me de una explicación- ellos se encuentran en Prado, ten cuidado- ella susurro esto último haciendo que me volteara.

-Lo intentaré- dije son seriedad, me partía el alma haber dejado a mis amigos de esa forma, sobre todo a Thomas; pero él se lo había buscado. Nunca me han gustado las mentiras, y nunca lo harán; mis padres me enseñaron que son malas y siempre me ha parecido mejor decir la verdad que una mentira. Salí de ahí muy triste pero decidida a hallar al consejo y aclarar unas cuantas cosas con ellos.

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