Seguíamos en la casa, le dije a mi hermano que me quedaría a dormir con Andrea para que no se preocuparán, pero en realidad me quedaría ahí, en la casa de mi bisabuela. Les mostré a los muchachos el Wendirt y mientras ellos trataban de leerlo yo me dirigía la la biblioteca normal de mi bisabuela, Thomas me siguió. Agarraba libros y buscaba con la mirada lo que mi bisabuela me había recitado en mis sueños hace unos días, hice lo mismo con unos 15 libros más hasta que Thomas se dignó a preguntar:
-¿Qué es lo que buscas?
-Busco un libro, pero no se como es. En realidad, busco una inscripción que me ayude a recordar.
-¿Recordar qué?- me miró con los brazos cruzados y una ceja alzada.
-El mapa al lugar del que habla eso- señalé al Wendirt que se encontraba a mi lado flotando.
-Te ayudo.
-No será necesario- le dije y sonreí con lo que había hallado- chicos, este es el diario privado de mi tatara tatara abuela. Les voy a leer una de sus notas: "En el bosque se encuentra, escondido de aquellos que quieren dañar la y ahora perdida porque en ella la verdad aguarda. Donde la noche es eterna y cuya ubicación es un secreto para los ciegos del alma, en la entrada hacia las estrellas se encuentra la respuesta. Sólo podrá ser nuevamente hallada por la persona más pura de corazón, guiada por el baile de las estrellas y por una canción. Aquí le dejo la llave para poder entrar pero cuidado con los peligros que en la travesía hallarán; astucia, inteligencia, valentía y fe son los requisitos que se necesitarán."- terminé de leerlo y todos me miraban confundidos- hace unos días recordé cuando mi bisabuela me leyó esta nota, yo le pregunté que cuál era la canción y resulta ser que... Yo la inventé.
-Pero- empezó Thomas- eso es increíble, así podrás ir y...- se calló al ver mi mirada de desilusión.
-No Tommy, no- le dije negando la cabeza- mi abuelo borró todo recuerdo compartido con ella, no recuerdo nada. No se cómo hacer para poder recordarla, las memorias van y vienen cuando quieren; pero se que en algún lugar de esta casa la encontraré.
-Tu canción- dijo James un poco confundido y lo le asentí con la cabeza- ¿cómo?
-Puede que no recuerde todo pero aún conservo algunas memorias- le sonreí y Thomas soltó una pequeña risita- yo me la pasaba siempre en este lugar, tenía 6 años la última vez que estuve aquí. Yo tenía un cuaderno, en el que escribía todo lo que mi bisabuela me decía, tengo que hallarlo.
-Cuenta conmigo- dijo Katelyn.
-Y conmigo- Thomas agarró mi mano y me sonrojé un poco.
-Bueno, ¿qué esperamos?- dijo Andrea y luego me miró- ¿cómo es ese cuaderno?
-Pequeño, rosa, muy rayado y maltratado- dije- busquen en todas las habitaciones, gavetas, cualquier lugar en el que consideren que una niña de 6 años pudo haber guardado algo- y eso se hizo, se revisó toda la casa por unas 2 horas, eran las 5:28pm, nuestras esperanzas se acababan hasta que James bajó las escaleras gritando "lo encontré".
-Gracias James- abrí el cuaderno y en las últimas páginas se hallaba la canción, sonreí- ya es muy tarde, mañana lo buscamos- todos asintieron y se fueron despidiendo.
-¡Hey!- exclamó Thomas- ¿vienes o no?
-No Tommy, me voy a quedar aquí.
-Bueno- dijo, se acercó a la puerta y... ¿la cerró? ¿Qué está haciendo?- soy tu protector, no te voy a dejar aquí sola- yo sonreí, sin dudas amo a este chico- entonces, ¿qué dice esa canción?
-Vamos a ver- dije para después empezar a cantarla- "Muy lejos se encuentra, en el bosque ha de estar, después de una cueva y tres flores de mar; sigan a las tres estrellas seguidas, aquellas que se ven de noche y de día. Cuando debajo de la luna se encuentren, observen al lago que a la derecha tienen; unas escaleras aparecerán haciendolos pasar al Santuario Real"- mientras cantaba la canción puede recordar como se la cantaba a mi bisabuela y que ella me aplaudía, sonreí por inercia.
-Ok, entendí algunas cosas- dijo Thomas- ¿Qué son flores de mar? y, ¿cuáles son las tres estrellas seguidas?- diablos, no se. Observé uno de los cuadros que se encontraban en la sala y uno con tres cayenas rojas llamó mi atención.
-Cayenas- dije- las cayenas son las flores del mar, siempre que ibamos a la playa mi bisabuela y yo las veíamos, su nombre me resultaba tan difícil que las decidí llamar "flores de mar".
-Ok, ¿y las tres estrellas seguidas, las que se ven de noche y de día?- preguntó, demonios;¿qué estrellas se ven de noche y de día?
-Lo tengo- dije rápidamente- el cinturón de Orión, son las tres estrellas seguidas y mis estrellas favoritas; la bisabuela Aura decía que si me concentraba bastante podía llegar a verlas de día.
-¡Wow! Yo creí que eras más de la Osa Menor- ambos reímos. Thomas agarró mi mano y empezó a acariciarla con la suya- oye Bella, yo quería decirte algo- le presté atención.
-Dime- le dije mientras observaba como acariciaba mi mano.
-Es sobre el beso de ayer- me tensé un poco y sentí como mis mejillas se calentaban- Bella yo, no quiero que pienses que soy uno de esos chicos que...- le costaba decir lo que iba a decir- bueno que...
-Tommy- él me miró y yo le sonreía- no pienso que seas uno de esos chicos.
-Lo se, y gracias, pero ese no es el problema- regresó su mirada a mi mano y siguió acariciándola- Isabella, soy tu protector, y se supone que no debo involucrarme contigo pero no puedo- eso me alegró e hizo que lo mirara- me gustas, desde el día que te vi; ayer tuve un sueño que me hizo darme cuenta de algo y es que nunca voy a dejar de amarte. Se que sabes de que sueño te hablo porque estuviste ahí, y también se que sabes quienes somos y quienes fuimos. No quiero terminar como ellos, quiero estar contigo Bella y no me importa si me meto en problemas por eso. Al fin y al cabo, siempre lo he hecho. Yo quisiera saber si tu quisieras ser mi... mi...- se puso muy nervioso, yo me acerqué a él y lo bese cortamente en los labios; Thomas me miró y entendió lo que eso significaba, volvió a besarme y entre el beso dijo- te amo Bella.
-Y yo a ti Tommy-reí, nos abrazamos y poco a poco nos quedamos dormidos en el sofá.
Al día siguiente muy temprano nos preparamos para ir en busca de ese lugar, en el bosque mientras cantaba la canción; todas las pistas poco a poco aparecían, pero habíamos omitido un detalle, la luna. Observé al cielo y gracias a Dios la luna estaba creciente y se podía ver de día, al llegar al lago este dejó ver unas escaleras que empezamos a bajar; Thomas primero y luego yo, llegamos a un lugar antiguo y curiosamente seco, era bellísimo, parecía un castillo en miniatura. Tenía más libros que la Biblioteca Sagrada, el lugar era grandísimo.
-Bienvenidos, al Santuario Real- se oyó por la habitación, giré levemente mi cabeza y observé un libro que estaba volando cerca de mí con un mini holograma en él, Thomas se acercó a mi y me puso detrás de él por precaución- soy una parte de la reina Natalie.
-Eres un holograma- dije divertida acercándome al libro.
-Y tú debes de ser la elegida- me miró de arriba abajo- y la reencarnación de Natalie y él- observó a Thomas y se sorprendió- de Arturo.
-Sí, sobre eso, podemos omitirlo; me pone incomoda- dije lo más normal que pude.
-Está bien, ¿qué necesitas querida?- me preguntó.
-Un libro que contenga respuestas.
-Sigueme- dijo, Thomas me miró y yo le dediqué una sonrisa de "está bien"- este libro puede que tenga lo que buscas, si me necesitan digan Natie.
-Gracias- dijo Thomas y ella desapareció- bueno, hay que leerlo ¿no?- le sonreí y nuestro agarré se hizo más fuerte.
-Sólo prométeme que a pesar de lo que diga aquí no me dejarás- dije por temor a que algo malo pasará, me voltee a verlo y él hizo lo mismo.
-Nunca lo haré, lo prometo- me sonrió con una de sus hermosas sonrisas y eso me llenó de valor, me dio un corto beso y volvimos a ver al libro que podría tener las respuestas que busco...
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Un Destino
FantasyIsabella Bellerose, una chica de 14 a punto de cumplir los 15, se enterará de que tiene un increíble don y un propósito en esta vida. En el camino encontrará: amistades, odio, celos, traición, magia y amor... ¿Isabella será capaz de lo que se le pre...