Llevaba aproximadamente unos 10mins esperando la respuesta de los señores que se encontraban en la sala; mi abuelo me había sacado de ahí, me dijo que era mejor que hablará él en vez que yo. No proteste, sabía que tenía razón; las puertas se abrieron finalmente y poco a poco salían las personas que se hallaban dentro, creo que terminó la reunión. Después de que todos salieran, Thomas, su madre, mi abuelo y un chico seguían ahí. Me les acerqué, Thomas me miraba fijamente, creo que está muy dolido por como lo traté ayer y no lo culpo; aparté mi mirada de él y observé a mi abuelo, él me regalaba una sonrisa de victoria.
-Sigan me- dijo la mujer saliendo del salón y llevándonos a otro. Al llegar vi el completo paraíso- bienvenida a la biblioteca sagrada.
Solté un gran suspiro de asombro, el lugar era enorme, estaba lleno de libros de todos los tamaños. Papiros, pergaminos y libros flotaban sobre nuestras cabezas, algunos regresaban a su lugar y otros salían de este y se dirigían hacia las pocas personas que estaban ahí, sin dudas este lugar tendría lo que busco.
-Los dejó con mi hijo Thomas y Jake Grey- dijo la madre de Thomas, esta mujer es una aguafiestas- ellos saben donde se encuentra todo. Tengo cosas más importantes que atender- nos dedicó una sonrisa de lado fingida, ¿cómo ella puede ser madre de Thomas?- Adiós.
Agradecí mentalmente una vez que se fue, seguí viendo el lugar y un libro en específico llamo mi atención, hice un movimiento de manos y el libro se acercaba a mi volando. Una vez que llegó él mismo se abrió y las páginas empezaron a pasar muy rápido; hasta que se detuvo en una que tenía la imagen de una mujer igual a mi, seguro es la tal reina Natalie.
-¡Wow! Con que si eres la reencarnación de la reina- dijo este chico Jake.
-Si, al parecer, aunque no lo sabía- dije resaltando lo último- pero por eso estoy aquí, en busca de respuestas.
-Pues tienes suerte- dijo el mismo chico, mi abuelo y Thomas estaban en otra mesa hablando- ese libro es el Wendirt, el libro de la historia. Sólo se deja ser leído por ciertas personas, y les muestra lo que necesitan saber- él me dedicó una sonrisa cálida y sonreí de la misma manera.
-Gracias, creo que le caigo bien a alguien- ambos reímos.
-¿Y a quién no?- preguntó Jake después de reír, yo solo le sonreí; este chico me esta cayendo bien.
Narra Thomas
Isabella había aparecido y la reunión que teníamos se pospuso para otro día, su abuelo había convencido al Consejo para mostrarle la biblioteca sagrada, y ahí nos encontrábamos. Yo había ido con su abuelo, él quería contarme algo importante, Jake e Isabella estaban un poco lejos de nosotros pero aún se podían oír sus risas. Los celos me invadieron rápidamente, era obvio que Jake le estaba coqueteando, siempre lo hacía; siempre quería quitarme lo que conseguía. Cuando su abuelo considero que ya estábamos lo suficientemente lejos de los otros dos me dijo:
-Querido Thomas, por nada del mundo te alejes de Isabella- ya va, ¿qué?
-No le entiendo señor- le dije muy confundido- no se ofenda pero en estos momentos Isabella se encuentra muy enojada conmigo y...
-No está enojada contigo, sino consigo misma- dijo él haciendo que me girara a verla- verás, la mente de Isabella es mucho más compleja que la tuya y que la mía; la de ella ve esto como una especie de adivinanza, y al no tener más pistas, se trancó. Lo se porque así la hicimos pensar- me enfoqué en lo que me decía- justo ahora y con ese libro encontrará su siguiente pista y su enojo hacia ti y sus amigos desaparecerá porque ella los necesita y lo sabe; pero tú, tienes algo que sus amigos no, y eso solo lo podrás averiguar a su lado. Necesito que estés con ella siempre, ¿lo has entendido?- me preguntó poniendo sus manos en mis hombros.
-Por supuesto señor- contesté e inmediatamente la voz de Isabella llamándonos se hizo presente.
-Thomas, abuelo, vengan aquí- demandó ella, estaba tan concentrada y encantada con lo que había encontrado que se olvido de su enojo hacia mi, este hombre si sabe lo que dice- aquí dice: "...para mis descendientes, buscar el lugar de la noche eterna, ese cuya ubicación es un secreto para los ciegos de alma, en la entrada hacia las estrellas se encuentra la respuesta...". Una respuesta menos, necesito saber donde encontrar ese lugar de la noche eterna- casi nada- oye Thomas, ¿será que me puedo llevar este libro por un tiempo?- me preguntó.
-Bueno, por unos días yo creo que sí- miré a Jake y el tenía una cara de "tal vez"- Sí claro.
Ella sonrió inmensamente y me abrazó, Isabella enterró su cara en mi cuello; sí, ella era centímetros más pequeña que yo, le sonreí de manera victoriosa a Jake y él rodó los ojos y salió de ahí, el abrazo de Isabella acabo ya que ella estaba teniendo una visión...
Narra Isabella
Finalmente había hallado una respuesta a las miles de preguntas que tenía, estaba abrazando a Thomas cuando sentí como mis ojos se cambiaban de color, ¡Ay no! una visión.
Estaba en medio de un lugar muy grande, parecía un estadio, la presión se sentía en todos lados. Mis amigos, Thomas y mi abuelo estaban a mi alrededor; como si me estuvieran protegiendo, las miles y miles personas se acercaban como si fuera un centro turístico. Me había puesto sumamente nerviosa, antes de que ellos pudieran acercarse más, una esfera hecha de raíces de arboles, hojas y ramas nos estaba rodeando dejando a todos los demás afuera de ella. Las personas que se hallaban afuera trataban de romper la esfera pero era imposible, una partícula de luz se estaba formando en mi pecho.
-Agáchense- les grite a mi amigos y abuelo, extendí mis brazos y la partícula de luz se extendió causando un estallido, todas las personas que se encontraban minutos antes fuera de la esfera habían desaparecido y la esfera se había consumido solo por la mitad. Me sentí muy débil y caí al suelo, todo empezó a ponerse borroso...
Había regresado a la normalidad, lo se porque el dolor de cabeza no tardó en aparecer; cada vez mejoraba en esto de las visiones. Esta vez no me había desmayado, eso un avance. Observé a Thomas y a mi abuelo, Jake se había ido; los miré dándoles a saber que estaba bien, guardé el libro en mi morral tomé el brazo de mi abuelo y él miró a Thomas. Ya nos habíamos ido del lugar anterior.
-Necesito aprender a hacer eso- les dije sonriendo, Thomas rió ante lo que dije y mi abuelo se estaba dirigiendo al estante de la biblioteca de mi bisabuela, con que aquí estábamos.
-Los dejo, tengo algo que resolver; Isa guarda ese libro en el estudio secreto de tu bisabuela y por nada del mundo lo saques de esta casa- me miró muy convencido de algo que yo no entendía- esta casa tiene un encantamiento el cual solo deja entrar a Grixphens, Drykers y Zurbens; ningún Oscuro o Saudiren puede entrar aquí- lo miré y asentí con la cabeza en señal de que entendí. En menos de un cerrar de ojos él ya se había ido.
-Isa yo... Lo siento- dijo Thomas, yo lo miré un tanto apenada, él se rascaba la nuca- se que debí haberte dicho que soy un Grixphen y que fui enviado a protegerte pero la simple idea de desafiar a mi madre me asusta- él soltó una risita nerviosa.
-Thomas, yo soy la que lo siente- él me miró confundido- no debí tratarte de esa manera, a nadie en realidad. Estoy asustada y no entiendo lo que pasa; pero ahora ya no tanto.
Ambos nos miramos en forma de "disculpa aceptada", nos estábamos acercando muy lentamente; a centímetros el uno del otro hasta que un ruido nos separó. Las puertas de la casa de mi bisabuela se abrieron dejando ver a Katelyn y a Andrea. Inconscientemente ambos nos sonrojamos.
-¿Dónde estabas? Te hemos estado buscando todo el día, ya son las 3:48pm- dijo Katelyn, me miró y luego a Thomas- explícate- se cruzaron de brazos y ambos sonreímos nerviosos.
-Es una larga historia- dijo Thomas, tardaremos un rato así...
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Un Destino
FantasyIsabella Bellerose, una chica de 14 a punto de cumplir los 15, se enterará de que tiene un increíble don y un propósito en esta vida. En el camino encontrará: amistades, odio, celos, traición, magia y amor... ¿Isabella será capaz de lo que se le pre...