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Narra Thomas

James me había enviado una foto referente a la visión que tuve hace un par de días, no entendí por completo la escritura pero sí un poco; los Grixphens ya habían llegado y se encontraban en la sala de reuniones del Consejo Mágico. La mitad de seguridad estaba ahí con ellos mientras que la otra mitad impedía que nadie pasara al edificio, mi madre estaba con los Grixphens al igual que yo, todos hablaban placenteramente hasta que unos ruidos de la parte de afuera llamaron mi atención. Corrí hacia las puertas de entrada, no por deber, sino por instinto; al salir, Isabella, las chicas, James y su abuelo estaban forcejeando con seguridad para pasar, ninguno me había visto todavía; Isabella le estaba diciendo unas cosas a uno de los guardias y me dediqué a escucharla.

-Suéltame, ¿no sabes quién soy? Soy Isabella Bellerose, la reencarnación de la reina Natalie y la heredera al trono- decía mientras luchaba con el hombre para poder pasar, nunca creí que ella sería capaz de decir todas esas palabras juntas- te ordeno que me sueltes- ella seguía forcejeando, los demás ya habían parado y, al mismo tiempo, se habían dado cuenta de mi presencia, yo solo reía ante la situación, ella se veía tan tierna forcejeando con ese hombre mil veces más fuerte que ella.

-Ya niña, no digas mentiras y vete de aquí- dijo el guardia, a Isabella le dio algo cuando le dijo mentirosa, en seguida respiro para autocontrolarse.

-Mire, no me importa sino me cree, el punto es que necesito pasar y advertirles de lo que viene, es urgente- eso me preocupó, ¿qué habrá pasado?. Ahí fue cuando interferí.

-Oye, amigo, lo que dije la señorita es verdad- dije, Isabella estaba asombrada al verme y lo primero que hizo fue abrazarme- princesa, creo que debemos entrar- asintió con la cabeza en mi hombro, yo la iba a soltar para poder pasar.

-No, ya va, un rato más- dijo, reí y seguí abrazándola, ella me soltó y tomó mi mano para empezar a caminar, los chicos venían detrás de nosotros pero el guardia dijo.

-¿Qué hago con ellos, princesa?- Bella sonrió, aunque dudo que haya sido por el término que el hombre usó.

-Ellos vienen conmigo- dijo y seguimos caminando. Llegamos a la sala de reuniones y Bella se fue al centro de esta para hablar, aclaró su garganta varias veces pero nadie le prestaba atención, luego empezó a volar, con el aire apagó todas las antorchas que iluminaban la sala y con un movimiento de manos las encendió nuevamente; ahí fue cuando le prestaron atención.

-Consejo, se que esta no es la mejor manera de presentarme pero no tuve de otra...

-¿Qué estás haciendo?- le preguntó mi madre- baja de ahí ahora.

-No señora, no lo haré- respondió Isabella con seguridad, mi madre me miró con cara de "haz algo", yo la ignoré y observé a Bella- tuve una visión, en la que los Oscuros invadían el lugar- la mayoría soltó un suspiro de asombro y otros una carcajada- se que algunos no han de creerme pero tienen que hacerlo.

-¿Y cómo está tan segura de que eso pasará, señorita?- dijo uno de los hombres en la sala, Bella se había tensado, se sentía, respiró profundo; creo que pensó mucho lo que iba a decir.

-Porque Craig Saudiren viene con ellos- el mismo gesto que se hizo minutos antes por parte de las personas en la sala se repitió- y lo se porque... Él mismo me lo ha dicho- ahí fue cuando yo me sorprendí, ella me miró y luego hacia abajo, va a tener que explicarme luego- no estoy con él, no soy una de sus espías si eso creen, ellos quieren hacer mucho daño por un capricho que Craig tiene... pero yo no voy a permitirles que lo hagan, en unos instantes pasará este acontecimiento y con su ayuda o no, los pararé, o eso trataré- suspiro para luego decir- ese es mi deber- las personas se le quedaron viendo, unos sonreían y otros solamente ignoraban la situación, lo que me pareció más curioso fue que varias personas de la habitación se miraban cómplices y se alejaban en la oscuridad.

-Bella, algo malo ocurre- se oyó un ruido por todo el lugar, por la cara de Isabella, se notaba que lo que ella trataba de evitar había empezado.

Narra Isabella

Ya era tarde, los Oscuros habían invadido el lugar; la presión se sentía en todos lados. Mis amigos, Thomas y mi abuelo estaban a mi alrededor; como si me estuvieran protegiendo, las miles y miles personas que aún estaban en la sala de reuniones se acercaban como si fuera un centro turístico. Me había puesto sumamente nerviosa, antes de que ellos pudieran acercarse más, una esfera hecha de raíces de árboles, hojas y ramas nos estaba rodeando dejando a todos los demás fuera de ella. Las personas que se hallaban afuera trataban de romper la esfera pero era imposible, una partícula de luz se estaba formando en mi pecho.

-Agáchense- les grité a mis amigos, Thomas y abuelo, extendí mis brazos y la partícula de luz se extendió causando un estallido, todas las personas que se encontraban minutos antes fuera de la esfera habían desaparecido y la esfera se había consumido solo por la mitad. Thomas volteó a verme sorprendido y luego me sonrió.

-Muy bien Bella- dijo dedicandome una de sus increíbles sonrisas de lado, me sonroje.

-No te pongas coqueto Thomas, hay que detener a Craig- dije aún sonrojada y empecé a correr hacia la puerta pero alguien me impidió el paso, Jake- Jake, ¿qué haces? ¿No ves lo que está pasando? Craig está aquí y si no lo detenemos...

-Se lo que pasa Isabella- dijo con cierto miedo en su voz- y también se lo que va a pasar, siempre lo supe.

-¿Jake?- dijo Kate con un hilo de voz- ¿qué hiciste?

-Lo que me pareció correcto Katie- los ojos de Jake se habían cristalizado, varios hombres nos tenían rodeados, estos agarraron del brazo a mis amigos, novio y abuelo; y en un abrir y cerrar de ojos ya no estaban. Me giré y Craig estaba frente a mi.

-Muy bien Jake, has hecho un buen trabajo- dijo felicitándolo, yo miré a Jake con asco y rabia, ¿cómo pudo habernos traicionado?

-¿Por qué Jake? ¿Cómo siquiera se te ocurrió?- trataba de acercarme le para golpearlo pero unos hombres me habían agarrado haciendo que me alejara.

-Yo te diré porque- dijo Craig agarrando de hombros al chico- la envidia no es buena para un chico como Jake, un chico que aspira a más. Cuando se enteró que su amigo se había quedado con la chica decidió acudir a nosotros para recuperarla- eso me dejó confundida, ¿Jake gusta de mi? Lo miré confundida y asqueada.

-Nunca entenderías, jamás nadie entiende...- empezó a decir pero lo interrumpí.

-Quizás porque nunca le has dicho a nadie, por culpa de tu sentimiento egoísta todos morirán, ¿qué hay de Kate?- cuando dije el nombre de mi amiga su mirada cambió completamente.

-No hay nada con ella, lo que yo siento lo siento hacia a ti Isa, ¿qué no lo entiendes?

-No, tú eres el que no entiende. Lo que sientes hacia mí es simple deseo, lo haces porque siempre has pensado que lo que tiene Thomas es mejor, pero no es así. Tú sientes cosas hacia Kate, lo sabes pero no lo admites- él negaba con la cabeza.

-No, no es verdad- se acercó a mi y me miró con unos ojos llenos de desprecio e ira- las cosas que yo siento son hacia ti, y ya sea a las buenas o a las malas, haré que sientas lo mismo- mi gesto cambió a uno serio.

-Lamento informarte que no puedes y nunca podrás, lo que siento hacia Thomas no se podrá cambiar nunca. Las promesas del corazón no pueden romperse, no importa cuánto lo intentes- él hizo un movimiento con las manos y los hombres que se encontraban detrás de mí me volvieron a agarrar pero con más fuerza y me sacaron de ahí- vas a arrepentirte y no vas a poder remendar el daño- le grité antes de estar ya muy lejos de él.

Las personas que me tenían fuesen quienes fuesen, no me soltaban; me habían llevado a una especie de campo o algo parecido. Muchas personas se encontraban a nuestro alrededor pero yo quería irme de ahí, con la miraba buscaba a las chicas, James, mi abuelo pero nada; forcejeaba con los que me tenían agarrada pero era en vano, hasta que lo vi, Thomas. Forcejeé mucho más y logré safarme, fui directamente hacia él pero una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo. Oí un grito que venía de Thomas antes de que todo se volviera negro...

Un DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora