Experimentos

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Narra Andrea

Ya habían pasado horas desde que vimos por última vez a Isa y Thomas, estaba encerrada en un cuarto con Kate, James y el abuelo de Isa; y todo por culpa de Jake. Ninguno de nosotros podía creer lo que ese chico había hecho, mucho menos Katelyn; la pobre estaba despedazada, al parecer, ella esperaba más de él. Me senté a su lado y la abracé, ella tardo un poco pero correspondio mi abrazo, podía sentir como mi brazo se humedecía. Lágrimas silenciosas se asomaban en el rostro de Kate, con mis pulgares saqué algunas, le sonreí y ella en el intento, formó una mueca a lo que ambas reímos.

-No creo que ese idiota se merezca las lágrimas de una bruja como tú- ella rió, ese era otro de sus apodos, cortesía de James.

-Gracias Andre- dijo y luego se incorporó- tenemos que salir de aquí, Isa y Thomas están en problemas; hay que ayudarlos- se acercó a la puerta y empezó a patearla, esa es la Katelyn que conozco. James se acercó a ella al igual que yo e imitamos su acción, si no salíamos de aquí por golpear la puerta; lo haríamos llamando la atención de los guardias, resiste Isa, ya vamos por ti.

Narra Thomas

Llevábamos unas horas en una camioneta, Bella seguía inconsciente, al llegar al lugar a ella se la llevaron por un lado y a mi por otro; parecía un hospital, los hombres que me escoltaban no me soltaron en ningún momento. Pasabamos por un pasillo muy largo, cuando vi a través de una ventana, lo peor que pude haber visto en toda mi vida; una chica estaba en una silla con cables pegados por todo el cuerpo, ella gritaba del dolor, unos hombres con batas anotaban cada reacción de la chica, parecía que experimentaban con ella; !Ay no! Bella.

-¡Sueltenme! !No le van a hacer eso a ella! ¡Ni siquiera van a tocarla!- les gritaba mientras trataba de soltarme pero era imposible, llegamos a la entrada de una habitación y me dejaron ahí, con rabia me dirigí a la puerta antes de que la cerraran pero no llegué a tiempo, la golpeé con frustración. Estaba en una habitación con cama y un baño, sobre la cama había un juego de ropa, me acerqué a ella y un papel que decía "pontelo" a su lado. No se porque pero me coloqué la ropa que ahí se encontraba, era más cómoda que la que traía puesta.

-Acompáñeme- dijo un hombre que estaba en el umbral de la puerta, al salir, unos cuantos hombres más se encontraban afuera y me escoltaron a un lugar muy lejos de los demás. Entré a una habitación en la que se encontraban personas con batas de laboratorio y Jake estaba con ellos, me acerqué a él y lo golpeé en el rostro, los guardias rápidamente se acercaron y me contuvieron mientras que Jake se limpiaba la sangre que salía de su nariz.

-¿Cómo te atreviste? ¿Dónde está ella?- le pregunté, escupiendo mis palabras con ira.

-Lo hice porque era la única manera en la que Isabella se quedara conmigo- dijo cabizbaja- ella esta ahí- señalo la ventana frente a nosotros, Isabella estaba en el suelo de la habitación, unas luces fluorescentes empezaron a brillar intermitentemente y ella empezó a gritar.

-¿Qué le pasa? ¿Por qué grita?- sus gritos cada vez se hacían más y más grandes, gritos de dolor y sufrimiento- ¿Qué le ocurre?- le grité demandando una respuesta de su parte preocupado por lo que le hacían.

-Las luces la están escaneando internamente, toman una muestra de sus sistemas, los de ella son mil veces más complejos que los nuestros. Su mente, su manera de pensar, la manera en la que su cuerpo trabaja, todo- dijo una mujer que se acercaba- claro que lo que más nos importa son sus poderes, hace una semana no sabía como usarlos y hoy, logró incinerar a 100 de nuestros hombres. Beatríz Blake, soy una Zurben que busca respuestas e Isabella las tiene todas.

-Ella no es una rata de laboratorio, es una persona que está sufriendo, no solo pueden experimentar con ella...

-Sí, sí podemos y mientras que no consigamos lo que el jefe necesita... no nos detendremos- me susurró lo último y se alejó de nosotros- por cierto- gritó dándose vuelta- Isabella tiene una gran capacidad para aguantar el dolor, creo que podrá con eso- rió- intensifica las Marc y saquenlo de aquí.

-Lo lamento- dijo Jake antes de que los guardias me tomaran nuevamente de los brazos y me sacaran de ahí.

-No, dejenla, ella no es su experimento, suelten la- grité pero era inútil, ya estaba muy lejos de ahí, había dejado a Isabella sola...

Narra Isabella

Desperté en medio de una habitación muy extraña, todo era blanco, las paredes, mi cama, mi ropa, todo. Unas luces en la habitación se encendieron intermitentemente y comencé a sentir un dolor infernal; punzadas, eso era lo que sentía, punzadas. Estaba mareada, muy mareada, mi cabeza me dolía como nunca antes en mi vida; todo me daba vueltas. Gritaba para drenar el dolor pero este no se iba, empecé a escuchar una voces pero no podía identificar de quienes eran, unos gritos se hicieron presentes y mi dolor de cabeza aumento. Era dolor, dolor del bueno lo que sentía en ese momento, la peor sensación en el mundo, gritaba pero no ayudaba, había empezado a llorar.

-Por favor, basta, ya basta- imploraba entre sollozos esperando a que alguien me oyera, y gracias a Dios así fue, las luces se apagaron y el dolor se fue, siendo sustituido por debilidad y cansancio. Los ojos me pesaban y mi cuerpo no respondía, me desmayé.

Desperté, nuevamente, y veía a través de una ventana que no era mía, oía voces que no reconocía, estaba en esa habitación del horror... Hasta que apareció él, Jake. Iba caminando por fuera de la habitación en la que me encontraba hablando con una especie de científicos, se detuvo al frente de la ventana, trate de levantarme del lugar en el que estaba pero ¡sorpresa! Estaba atada, pelee con las cuerdas pero era inútil entonces las prendí en fuego y se desvanecieron, él me miró aterrado y con cierta tristeza en sus ojos. Llamó a unos cuantos hombres, parecían de seguridad, y entraron a la habitación. Trataron de agarrarme pero no los deje, me encontraba peleando con hombres mucho más fuertes que yo y los había derrotado a todos, hasta que Jake decidió al fin entrar en el juego.

- Muy mala idea Isa; bueno la segunda. La primera fue el haber elegido a Thomas antes que a mi, ahora tendrás que sufrir las consecuencias- dijo Jake, de un movimiento me dejó en el suelo adolorida, por sus expresiones parecía que estaba inconsciente. Pero yo podía seguir viendo y oía atentamente.

- ¿Qué hacemos con ella Beatríz?- preguntó Jake, no dejaba de verme, yo observé a la mujer que había aparecido en la habitación.

- Esperar, esperar a que nos de lo que queremos- sonrió maliciosamente y se fue de ahí. El chico me veía mientras se disculpaba hasta que me levante nuevamente y con el poco aire que había en la habitación cerré la puerta haciendo que ella se girara a verme.

-No se quién eres ni tampoco qué quieres, pero te aseguro que no te daré nada, ni hoy ni mañana. Así que torturame, experimenta conmigo, fuerzame, pero no conseguirán lo que quieren- miré a Jake- ninguno de ustedes.

-Vaya, así que eres necia, tendremos problemas con eso querida- sonrió de lado de manera siniestra- yo soy Beatríz Blake y estoy aquí para estudiarte, entender como piensas, entender la magnitud de tus poderes, entender cómo fue que sabías que buscaríamos tu diario esta mañana- soltó una leve risa- entender como fue que se te ocurrió la brillante idea de separarlos y cambiarles de idioma. Lo que yo quiero Isabella, es comprenderte y que nos digas dos cosas; ¿dónde está el último diario y en qué idioma están?

-Nunca encontraras el que falta, ninguno lo hará y jamás les diré en que idioma están- ella me miró y suspiró pesadamente.

-Bueno sino nos ayudas creo que tendremos que recurrir al plan "B"- dijo ella haciendo una mueca.

-¿Cuál es el plan "B"?- pregunté con normalidad e intriga.

-Sabemos lo mucho que amas a tu querido Thomas, sería una pena si algo malo le pasará solo porque tú no quieres colaborar- una envenenada sonrisa se formó en su rostro, diablos tienen a Thomas. 

-Si yo colaboró, prometen que no le harán nada...

-Isabella- dijo Jake- ¿en serio piensas arriesgarlo todo por él?

-Es mi única opción- dije al borde de las lágrimas, respiré y dije con toda la seguridad y dolor con el que pude- entonces Beatríz, ¿tenemos un trato?

-Así es querida, así es- dijo y salió de la habitación, Jake tardó unos segundos pero imitó su acción. Una vez con la puerta cerrada caí al suelo y empecé a llorar desconsoladamente, ¿está bien lo que voy a hacer? ¿Arriesgar todo solo para salvar a Thomas? ¿Darles a los malos de la historia lo que quieren? ¿Ser su... perdición? Las preguntas me abrumaban y el simple hecho de no tener respuesta aún más; quisiera que todo esto fuera uno de esos sueños, y que en cualquier momento, al fin pueda despertar.

Un DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora