Nos encontrábamos en la casa del bosque, Kate me estaba vendando la herida ya que parecía ser profunda a pesar de que era solo un roce, Thomas y yo les habíamos explicado lo que paso hace unos instantes, los chicos miraban al medallón con confusión y mi abuelo lo miraba con terror y duda.
-Entonces- repitió- ¿la persona ya se había ido cuando encontraron eso?- señaló nuevamente el medallón, Thomas le iba a contestar de nuevo pero ya no podía más.
-Sí, te lo hemos repetido una 6 veces- le dije alzando el tono, ya estaba harta- sabes que significa y por eso evades hablar del tema y repites la misma pregunta una y otra vez, lo se porque yo también lo hago, ¿qué es lo que sabes que tanto temes?- le pregunté y él dudo una veces en responder pero luego lo hizo.
-Tengo la leve impresión de que no lo dejó ahí sin un propósito- dijo volviendo a ver al medallón y luego a mi- sabían que llamarían tu atención y que tratarías de agarrarlo sin protección, gracias a Dios que Thomas se hallaba contigo- dijo refiriéndose a mi.
-¿Quiénes sabían eso? ¿Por qué trataron de...?
-Los Oscuros- dijo mi abuelo interrumpiéndome, las chicas y James lo miraban sorprendidas, Thomas miraba al suelo sin ganas de creer lo que había escuchado.
-Con que eso es ese símbolo- pensé en voz alta, diablos.
-Espera, ¿lo has visto antes?- preguntó Andrea y Thomas me miró espantado.
-Sí- todos suspiraron pesadamente, a Thomas le iba a dar algo- pero solo en sueños, unos cuantos. Traté de buscar si se significaba algo en la simbología humana, pero no hallé nada; después encontré unos dibujos que hice de pequeña y varios de ellos tenían ese símbolo- todos me miraban sorprendidos excepto mi abuelo.
-Era esencial que olvidarás eso, llegaste a un punto en el que te obsesionaste con él y tu bisabuela y yo teníamos miedo a que trataras de buscarlos, fue una de las primaras cosas que retuve en tu mente- explicó mi abuelo y para los demás todo se hizo más confuso- bueno, no vinimos a hablar de eso, vamos a entrenar- dijo cambiando de tema- ¡Y nadie toque ese medallón!- gritó. Cada uno fue a su respectiva área mientras él desaparecía el medallón, dejé el tema de lado pero no por mucho.
-Hoy Isa, aprenderás a controlar el fuego- tragué saliva- descuida, ¿sabes por qué nunca te has quemado? ¿Ni sentido todo el calor que se siente en realidad? Tus poderes evitan eso, así que relájate. Lo que quiero que hagas son dos cosas, que prendas en fuego la casa y luego lo extingas- ¿se volvió loco? ¿Quiere que queme la casa?
-¿Estás loco?- le dije sin pensar, él me miró ofendido- estás hablando de una casa, James está ahí.
-Lo se, y es por eso que te lo estoy pidiendo. Sé que como está allí tendrás que esforzarte más o si no él morirá- miré a Thomas en shock, él estaba igual; ¿Dios esto es una locura? Observé la casa y pensé en cosas calientes, me concentré y logré prender la casa en fuego.
-Muy bien- dijo mi abuelo- ahora apágalo- los gritos de James empezaron a hacerse presentes y eso hizo que me pusiera un tanto nerviosa, intenté hacer que se apagará pero era imposible; el fuego se extendía y la presión aumentaba. Hasta que ya no pude con ella, con firmeza hice un movimiento de manos y el fuego desapareció. Me permití soltar un suspiro de alivio y James salió de la casa confundido.
-¡¿Qué fue eso?!- preguntó súper amargado- ¡¿Trataron de quemarme?! Están locos.
Los demás reímos y él estaba sumamente enojado. El entrenamiento acabó y mi abuelo nos pidió a Thomas y a mi venir mañana, íbamos caminando cuando oigo algo fuera de lo normal, los chicos reían y yo me concentraba en los ruidos de mi alrededor. Volteo rápidamente y divisó en una puerta el mismo símbolo de esta mañana, poco a poco me alejé de mis amigos para entrar en aquel lugar pero una mano impidió mi cometido.
-Estás loca, ¿lo sabes?- dijo Kate y yo sonreí de lado en modo de disculpa- ok, pero vamos todos- asentí con la cabeza, el lugar era una especie de biblioteca que se dividía en dos partes nos separamos de la siguiente manera, James se quedó en el vestíbulo del establecimiento, las chicas tomaron por la derecha y Thomas y yo por la izquierda. Todo iba bien hasta que una especie de puerta apareció en el medio de nosotros dejando a Thomas a un lado de esta y a mí del otro. Thomas intentaba abrirla pero era inútil, lanzó uno que otro hechizo pero tampoco funcionó.
-Bella quédate ahí, voy a buscar ayuda- una luz se asomó al final del lugar en el que estaba y la curiosidad me empezó a picar, poco a poco me alejaba de la puerta siendo atraída por lo que allá se encontraba- Isabella, Isabella, ¡vuele!- gritaba Thomas pero no funcionaba, estaba decidida en ver lo que se encontraba allá. Una vez que llegué, estaba en el segundo piso de una especie de oficina, hombres y mujeres se encontraban en el centro del piso de abajo agarrados de las manos recitando algo en otro idioma, que logré entender. Estaban invocando a alguien o algo, una esfera de luz negra empezó a aparecer en el medio de ellos y cada vez se hacía más grande; eso logró a asustarme. Es un ritual, si lo interrumpo, esa cosa dejará de crecer; intentemos lo, agarré un jarrón que se encontraba cerca de mi y se lo lancé en la cabeza a una de las personas de abajo. Eso logró noquearlo haciendo que el ritual parara y que esa esfera desapareciera.
-Vaya, vaya; miren quién está aquí- dijo una mujer que al alzar la vista identifiqué rápidamente- pero si es Isabella, la elegida- todos me miraban, algunos fascinados, otros con odio y ella maliciosamente.
-Emmm... Hola- dije- y adiós.
-Tras ella- gritó la mujer y varios de ellos salieron tras de mi.
Yo corría pero al ver que ellos me iban a alcanzar empecé a volar, Thomas ya había abierto la puerta, cuando me hallaba cerca él hizo un movimiento de manos desapareciendo de ahí, solo espero que se haya llevado a los demás con él, observé a mi alrededor y vi un estante bastante grande como para impedirles el paso, con una gran ráfaga de viento este se volcó y luego se prendió fuego haciendo que los que me perseguían se detuvieran. Al salir de allí dejé de volar y caminé lo más rápido que pude a la casa de mi bisabuela, por estos momentos es el lugar más seguro. Una vez ahí, tiré mi cuerpo sobre el sofá para descansar pero un ruido me asustó, los chicos habían aparecido al frente de mi, se reincorporaron y me miraron culpable.
-¿Qué pasó ahí?- preguntó Katelyn con su cara de "o me dices o mueres", tragué saliva.
-Unos hombres, agarrados de las manos, conjuraban algo o alguien; una esfera de luz oscura apareció en medio de ellos y me asusté. Les lancé un jarrón haciendo que se desconcentraran y que lo que sea que hacían desapareciera, una mujer logró reconocerme, me llamó la elegida. Comenzaron a perseguirme y bueno, aquí estamos- empecé a reír nerviosa pero no por mucho, mis ojos cambiaron de color y había empezado a tener una visión o mejor dicho, un recuerdo.
-¿Yo soy la elegida?- preguntaba la inocente niña mientras agarraba una de las galletas que se encontraban en la mesa.
-Así es querida- respondió la bisabuela Aura imitando el acto de la nena.
-¿Qué significa eso?- le preguntó la niña dandole un mordisco a la galleta.
-Que tú tendrás el poder para cambiar el mundo- la pequeña rió y la bisabuela le sonreía. Ambas empezaron a cantar una canción que reconocí pero no recordaba...
-Chicos, tengo que mostrarles algo...
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Un Destino
FantasyIsabella Bellerose, una chica de 14 a punto de cumplir los 15, se enterará de que tiene un increíble don y un propósito en esta vida. En el camino encontrará: amistades, odio, celos, traición, magia y amor... ¿Isabella será capaz de lo que se le pre...