Abby Hollerith aprendió a enfrentar sus demonios que la atormentaban por dentro, aprendió a quererse así misma con sus defectos y virtudes, aprendió a vivir con sobrepeso, aprendió a vivir con las grandes pérdidas que tuvo en el camino, ¿Pero qué p...
NOTA: Para poder comprender esta historia primero tienes que leer " El Diario De Una Chica Gorda".
Es una mañana, un nuevo amanecer, el sol parece brillar más de lo normal, me asomo por la ventana del edificio, puedo observar el tráfico y las personas correr apresuradas porque se les hace tarde para llegar a su trabajo.
–Abby ¿Estás despierta? Puedo escuchar la gruesa y ronca voz de mi compañero de piso.
– Si Alec, acabo de levantarme, estoy en la cocina. – Que delicioso huele ese café que estás preparando, lástima que tenga que irme, te veré más tarde floja, Adiós. Sin decir más Alec se fue a su trabajo.
Han pasado tres años desde la muerte de Diego, después de viajar junto Alec a Hawai, nos hicimos grandes amigos, convivimos algún tiempo juntos, tanto que hace como un año Alec me declaró sus sentimientos hacia a mí, me dijo que estaba enamorado de mí y que quería que le diera la oportunidad de conquistarme, al principio fue demasiado duro y difícil para mí, me sentía culpable pues sentía que estaba traicionando a Diego, pero mis amigos Dylan, Indiana, Emma y Aaron me alentaron a que me diera una nueva oportunidad, así que decidí darle una oportunidad a Alec, desde ese entonces comenzamos a salir y Alec se ha ido ganando poco a poco mi cariño, hace unos cuatro meses compartimos este departamento y vivimos juntos, trato de continuar con mi vida aunque sea difícil, la última vez que vi a Harry fue hace 6 meses, él ha salido de prisión hace un año, nos vimos en Navidad, charlamos un poco, para él tampoco fue fácil seguir adelante, se siente culpable de la muerte de Jules, traté de hacerle saber que no fue su culpa, que todo sucedió tan rápido, lo alenté a que continuara con su vida, ahora se encuentra trabajando en la empresa de su madre y por lo que sé es que ha comenzado a salir con alguien, hemos mantenido comunicación en estos meses y ha prometido presentármela, lo único que me dijo, - Vas a pensar que es una locura pero créeme, sé que ella te agradará, pronto te visitaré.
En cuanto a Zayn, la policía no ha podido dar con su paradero, es como si se lo hubiera tragado la tierra, pero la policía aún sigue tras de él, no pierdo la esperanza en que lo encuentren para que pague por todo lo que ha hecho, sobre mis amigos, Dylan e Indiana siguen juntos, no han contraído matrimonio pero viven juntos en un apartamento, Emma y Aaron siguen casados y mi pequeño Diego cada vez crece un poco más, ese pequeño se ha convertido en mi adoración, mi padre y Vanessa siguen juntos, ellos me visitan muy seguido, y con Vanessa llevo una excelente relación, ella es una gran mujer, mi hermano es un bebé hermoso, se parece a mi padre, sobre la Señora April y Natasha, estuve visitándolas unos meses, después no mantuve mucho contacto con ellas, debido a que tenía que terminar con mis estudios universitarios, también conseguí un empleo y se me hizo más difícil todo, así que a ellas no las he visto hace algunos meses, Dylan me ha dicho que las ha visitado y que se encuentran bien, eso de alguna manera me hace sentir bien. Sobre mi libro la verdad es que fue todo un éxito, se vendieron demasiado ejemplares, parece ser que a la gente le agradó, ahora soy una escritora que trabaja desde casa, sigo escribiendo y eso de alguna manera me hace ser libre, me agrada saber que estoy haciendo lo que me gusta hacer y eso de alguna manera me hace feliz.
Estoy en la cocina, preparando algo para comer, eso de escribir me saca hambre, estoy tarareando una canción y escucho unos golpes en la puerta, lo primero que se me viene a la mente es que Alec como de costumbre ha olvidado sus llaves. –¡Ya voy!. –Alec te dije que si volvías a olvidar tus llaves te.... Dios mío al abrir la puerta no podía creer lo que mis ojos estaban viendo.
– Tú estás muerto, no puedo ser posible que estés aquí, todo esto es parte de mi imaginación, Dios Alec tenía razón no debería de comer mucho chocolate.
– No has cambiado Abby, sigues siendo la misma chica de la cual me enamoré, y no Abby, no estoy muerto, solamente he regresado por ti. – ¡Diego!. – Si Abby, soy Diego.
"La verás con otra gente, con otro pelo, con otra falda. Pasarán años. La verás más madura, menos niña, más vivida o a lo mejor más muerta. Pasarán años y descubrirás que ni el tiempo, ni la ropa, ni el peinado, ni siquiera la vida tienen la capacidad de cambiar una mirada."
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