Pensaba no, que no, me vea llorar.
Vuelve a respirar.
Respira.
Mientras sientas que por dentro te estás muriendo.
Respira.
Solo aguanta un minuto, un segundo más.
Te mira
Sientes como un sueño más se va diluyendo.
Te vas rompiendo en pedazos, mientras que se va.
Y nunca lo sabrá.
Respira.
Paty Cantú – Vuelve a respirar
Narra Abby
La ceremonia de la boda de Indiana y Dylan ha finalizado, ha sido una ceremonia bastante conmovedora, Indiana derramó unas lagrimas de felicidad, luce hermosa y en sus ojos veo la felicidad que irradia, ella es feliz y Dylan ni se diga, no ha parado de sonreír en toda la ceremonia, después de algunos años, ellos finalmente están casados y deseo que sean felices por siempre, Noah se encuentra sentado junto a mí y Se que se siente incomodo pues no conoce a nadie, es por ello que no se ha despegado ni un momento de mi , es gracioso parece un niño que no quiere despegarse de su mamá, finalmente logro dejarlo en nuestra mesa, necesitaba ir al tocador a retocarme el maquillaje y tomar un poco de aire fresco, la música suena, el banquete está siendo servido, los invitados lucen contentos y yo, trato de fingir que todo está yendo bien, para ser honesta no he dejado de observar a Diego y Davina, ellos han estado juntos toda la noche, el luce tierno con ella y ella en cada oportunidad no duda demostrarle su amor, me siento celosa y una parte de mi se siente molesta, una parte de mi quisiera huir de aquí pero la otra me dice que no puedo hacer eso, Indiana no se merece esto, ella ha sido una buena amiga, siempre ha estado allí para mí, así que debo estar aquí para ella, camino hacia el tocador, este se encuentra un poco retirado del jardín de la fiesta, observo la naturaleza que adorna el lugar y el bello cielo que hoy se encuentra estrellado, mi rostro siente la brisa del aire y esta me trae paz, es como si mi hiciera saber que las cosas buenas están por venir, finalmente entro al tocador, afortunadamente este se encuentra vació, así que me siento más cómoda, podré maquillarme tranquila sin que nadie más me esté observando, aplico un poco de labial en mis labios, me observo en el espejo y me gusta como luzco esta noche, escucho que alguien entra, pero no presto atención, seguramente es alguna chica que viene a retocarse el maquillaje o hacer sus necesidades, continuo con lo que estoy haciendo, hasta que escucho que la puerta está siendo cerrada con pasador, lo cual me hace entrar en pánico, escucho unos pasos acercándose hacia mi y cuando lo veo, mis piernas tiemblan y comienzo a ponerme nerviosa, el se acerca y sin decir palabra alguna, coloca sus brazos en mi cabeza, se acerca a mi y me besa, estoy tan anonadada que ni siquiera puedo reaccionar, mi mente dice que esto está mal pero mi cuerpo me dice que se siente bien, así que correspondo el beso, el beso es apasionado, como extrañaba sentir sus labios y su cuerpo pegándose a mí, el levanta mi vestido y comienza acariciar mi muslo, cada toque me hace sentir chispas dentro de mí, estoy perdiendo la cordura, no estoy pensando con claridad, que estoy haciendo, debería decirle que pare, sin embargo estoy siguiendo su juego de seducción, comienzo a besarlo con una necesidad que nunca había sentido antes, es como si tratara de decirle que siempre será mío y de nadie más, que nadie puede hacerme sentir como sabe hacerlo él, pero de pronto vuelvo a la realidad y esa vocecita resuena en mi cabeza, " Davina y Diego van a casarse" y es cuando logro empujarlo y zafarme de él, arreglo mi vestido, en que momento Diego bajó los tirantes de este, estaba tan excitada con sus caricias que ni cuenta me di. Los dos nos quedamos en silencio, Diego tiene esa mirada de sorprendido por mi rechazo y yo en el fondo me siento como una cualquiera, aunque ame a Diego, lo que acabamos de hacer no está bien, el ahora es el prometido de Davina.
– Acaso ya te acostaste con él, es por eso que me has rechazado. Su pregunta me toma por sorpresa, nunca me imaginé escuchar esas palabras de su boca. Mis lagrimas quieren salir pero no voy a permitir derrumbarme ahora, tengo que ser fuerte.
– Si me acuesto con Noah o no, es algo que no te incumbe Diego, además para que vienes y me besas sabiendo que estás comprometido con Davina. Creíste que estando lejos no me enteraría, pero lo hice. – Tienes razón voy a casarme con Davina pero antes tenía que despedirme de ti, es hora de que tu y yo rompamos este vinculo para siempre Abby, sabes que no podemos ser amigos, las cosas entre tu y yo cambiaron y es mejor seguir así como estamos, lejos estamos mejor. Si estás saliendo con ese chico, deseo que seas feliz con él, así como yo lo seré con Davina.
Sus palabras son como unas dagas clavadas en mi pecho, nunca pensé escuchar esas palabras de su boca, Diego siempre fue un hombre amoroso y cariñoso conmigo y esta noche es como si fuera mi enemigo, por dentro me estoy derrumbando, quisiera llorar y llorar, pero sé que no debo hacerlo, si todavía me queda algo de dignidad es ahora cuando debo usarla. Levanto mi rostro y si él está siendo hiriente conmigo yo tampoco seré amable con él, desconozco a este hombre que está frente a mí.
– Tienes razón, voy a ser feliz con Noah o con quien se me plazca, porque te aseguro que no eres el único hombre al que amaré eso tenlo por seguro. Diego me miro con resentimiento es como si hubiera herido su orgullo, pero para ser honesta el primero fue quien me hirió. Diego dio la media vuelta y antes de marcharse dijo.
– No debería estar aquí contigo, debería estar con Davina quien está a punto de cantar para Indiana y Dylan y lo hace solo porque yo se lo he pedido, a diferencia de ti, Davina siempre me ha demostrado su amor, en cambio tu solo huyes.
– Límpiate el labial de la camisa antes de que tu prometida lo vea, no querrás hacerla llorar.
Diego se marchó, y yo me quedé aquí escuchando sus palabras hirientes rondando por mi cabeza, que le había sucedido a Diego porque se comportaba así conmigo, porque había venido a seducirme para después apuñalarme con sus hirientes palabras. Pensé que lo mejor era dejar de pensar en eso, debía enfocarme en demostrarle que seguía de pie que sus palabras no iban a derrumbarme, así que limpié mis lagrimas y retoqué mi maquillaje y salí como si nada hubiera pasado, como si todo estuviera bien. Al salir del tocador, me encontré a Natasha, su mirada me hizo saber que había escuchado todo, su mirada era de odio y de repugnancia, nunca comprendí porque nunca logré ganarme su cariño, siempre fui buena con ella, no tengo la culpa de haberme cruzado con los dos hombres de su vida que era Diego y Harry, todo eso sucedió antes de conocerla. Traté de ignorarla, pero ella logró tomarme del brazo.
– No te cansas de hacerle daño a mi hermano, no entiendo porque has regresado, nuestra vida era mejor cuando no estabas, espero que sepas que mi hermano y Davina van a casarse, así que aléjate de Diego, si de verdad lo amas dejalo ser feliz con Davina. Quizá la rabia me ganó, pero las palabras que salieron de mi boca fueron demasiado hirientes.
– Entonces Natasha si de verdad amabas a Daniel Davine porque no lo dejaste ser feliz con Lilly, en cambio tú lo asesinaste.
Las palabras salieron de mi boca sin pensarlo, Dios no estaba pensando con claridad.
Te vas rompiendo en pedazos, mientras que se va.
Y nunca lo sabrá.
Feliz San Valentin!
Diego que está pasando contigo...... Omg!
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Hasta La Ultima Estrella
FanficAbby Hollerith aprendió a enfrentar sus demonios que la atormentaban por dentro, aprendió a quererse así misma con sus defectos y virtudes, aprendió a vivir con sobrepeso, aprendió a vivir con las grandes pérdidas que tuvo en el camino, ¿Pero qué p...