¿Te has preguntado alguna vez por qué los padres tienden a mentirle a sus hijos?
Tal vez los protegen, tal vez desean que no tengan un destino tan cruel como el de ellos.
Tal vez no quieren que sufran lo que a ellos les tocó sufrir.
¿Por qué harían eso?
Porque su amor es incondicional.
El fuego de la chimenea ardía con intensidad, su propósito era dar calor al lugar debido a la fuerte nevada de esa tarde de diciembre. Pero ninguno de los presentes podía sentir el calor o el frío como los humanos podían.
Ángela nos había reunido, por primera vez, en el salón de acuerdos que había en el centro del bosque, donde los territorios de vampiros y dragones se unían a los de los hombres lobo, las sirenas y las hadas. Su propósito era que los jóvenes líderes de los Clanes y Manadas se conocieran e interactuaran. Por mucho que una parte odiara a la otra, en cuestiones de política había que fingir que amabas al mundo.
Pero éramos adolescentes y nosotros odiábamos la política y fingir.
Yo estaba junto a Nilton, el heredero de los dragones, en un sofá. Mientras que en el de enfrente estaba Mia, junto a Amelie, la heredera de las hadas, y Matthew, el heredero de los hombres lobo.
—Bien —dice Ángela tratando de romper el silencio. Ella se encuentra de pie entre los dos sofás—. Esta reunión es simple: conocer con quién es que compartirán el territorio, por muy aliados y enemigos que sean.
—Nos conocemos desde que usamos pañales, Ángela —dice Nilton recibiendo el cigarrillo que yo le ofrecía—. Me parece muy patética esta reunión.
—La verdad es que sí, tenemos cosas más interesantes que hacer —digo exhalando el humo.
Angela compone una cara de desprecio y suspira. Hace un ademán con la mano y hace aparecer un grueso manojo de papeles que cae en las piernas de cada uno.
—Esas son las leyes del acuerdo —dice, dándose la vuelta—. Vendré en una hora, cuando ya lo hayan leído.
—Angela —La llamo, la bruja me mira—. Debo hablar contigo sobre...
—Te dije que el tema de Naomi no lo hablaría contigo, aún no eres el líder, cariño —Me interrumpe—. Y te recuerdo que aún cualquier cosa puede matarte —sentencia y sale de la habitación ignorando mi gruñido.
Escucho una risa del otro lado y le lanzo una mirada de desprecio a Matthew, que era el que se reía a carcajadas, sus ojos heterocromáticos tenían un brillo de diversión.
—Así que los rumores eran ciertos —dice—: la vampirita cogió con el viejo de su Clan y quedó preñada.
Por un demonio... Se suponía que era un jodido secreto del Clan. ¿Cómo mierda se había enterado?
—Primero —digo, tratando que mi voz fuese calmada—: a ti no te debe importar. Segundo: no me sorprende que utilices la palabra preñada, cuando ustedes son todos unos animales.
—Vaya, ¿qué haremos con el chico elegante? —dice Mia, ensanchando su sonrisa. Se unía a la discusión, y yo no sabía si por ayudar a su amigo o sólo por querer molestarme a mí con el mismo tema—. Dime, querido, ¿actúas de esa forma elegante y caballerosa para volver a llamar la atención de tu amor perdido? —Aprieto los dientes y trato de fingir que no me importaba.
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Príncipe de sangre [Los Traidores #1] «TERMINADA»
Vampire«Una corona de huesos adornando sus cabellos. Tus colmillos brillando, mostrando que acabas de alimentarte. La sangre fresca, humana, caliente y deliciosa corriendo en tu interior. La traición, aquella por la que fueron juzgados y condenados... ¿Qué...