Amor de Verano

4

Lucy

El calor comienza a sentirse cada vez más. Mi dibujo está casi listo pero lo único en lo que puedo pensar ahora es en meterme en el mar para refrescarme.

Dejo mi cuaderno y lápiz junto a mis ojotas, blusa y short sobre la roca y comienzo a caminar por las piedras hasta el agua.

Las olas rompen suavemente contra las piedras, pero a pesar de eso la combinación de rocas y agua me da algo de miedo, por lo que decido acercarme un poco hacia la arena.

Afortunadamente, no me crucé con nadie durante toda la mañana y espero que este momento no sea la excepción.

Siento el agua en mis dedos del pie e instantes después ya estoy sumergiéndome.

Salgo sintiendo la frescura del mar en mi cuerpo.

Realmente no mentía cuando dije que no me gustaba la playa. Odio tener que sacar arena de los lugares más recónditos de mi cuerpo, además de las largas horas que se pasan bajo el fuerte sol del verano.

Pero estando aquí sola, por un momento puedo decir que sí me gusta. Estar aquí sin nadie que me moleste, y ningún tipo de preocupación.

Después de pasar un rato nadando, salgo de vuelta a la orilla y me dirijo hacia la roca donde dejé mis cosas.

A la distancia, logro ver a un hombre revolviendo entre mis cosas.

Corro hacia él, tratando de no caer en las piedras.

- ¡Oye, eso es mío!- grito mientras sigo corriendo en su dirección.

Recién cuando llego a su lado me percato de quien es.

- Tranquila, Luce, no te robaré.- dice Blake riendo.

Es extraño verlo reír de esa forma tan relajada, además del hecho de que acaba de llamarme Luce.

- ¿Si que corriste, no?- me espeta con un tono burlón mirando mi cuerpo de arriba a abajo.

- Joder, sí.- digo resoplando. - Pensé que eras un ladrón.-

Tomo asiento sobre la roca, dándome cuenta de que solo traigo puesto mi bikini.

Inmediatamente cubro mi desnudez con mi blusa azul.

Blake vuelve a reír y veo que él tiene mi cuaderno entre sus manos.

- Una chica como tú no debería maldecir..- me reprocha atendiendo a mis movimientos.

- ¿Una chica como yo? Tú no me conoces realmente, Blake..- respondo a la defensiva.

Él se acomoda cerca mío, y por suerte hay algo de sombra a causa de una palmera que cae sobre nosotros, sino no lograría verlo por el reflejo del sol.

- Podemos cambiar eso..- susurra casi para si mismo mirando tímidamente el cuaderno entre sus manos.

Él deja el cuaderno sobre mis piernas cruzadas y me observa detenidamente.

- ¿Lo has visto?- lo interrogo con un inevitable sonrojo en mis mejillas.

Blake asiente mientras rodea sus piernas flexionadas con sus fuertes brazos.

- No pude contenerme luego de haberte visto toda la mañana tan concentrada en él..- agrega algo temeroso.

Suspiro, no entiendo a este muchacho, se supone que me estuvo espiando todo este tiempo?

- Mis dibujos son importantes para mí y por eso son algo privado, nadie lo ha visto, no deberías haber tocado mi cuaderno sin mi permiso..- me quejo mayormente porque me da mucha vergüenza lo que pueda pensar de ellos.