Lucy
Recojo la pila de exámenes y los guardo en mi maletín.
Esta será una larga semana de correcciones para mí...
De pronto, oigo unos pasos fuertes sobre el piso de madera y volteo hacia la puerta.
Un hombre alto de barba y cabello grisáceos está parado observando el cuadro que está colgado en la entrada del salón. Aquel cuadro que yo misma pinté y decidí colocar allí hace unas semanas para darle vida a este lugar.
- ¿Puedo ayudarlo en algo?-
El hombre se gira hacia mí y hace una mueca. Lleva puesta una camisa y pantalón de vestir.
- Sí, quisiera saber quién pintó esto y si me podría poner en contacto con esa persona, si es tan amable.-
- Pues... Yo lo pinté y aquí estoy, ¿qué necesitaba, señor...?-
- Marlon, pero llámame Edmund. Y quiero comprar esta obra, si está a la venta, por supuesto.-
¿Qué rayos está sucediendo? Es lo primero que pienso. ¿Él quiere comprar mi jodido arte?
- La verdad es que lo puse como simple decoración, pero si tanto le gusta, con gusto se lo vendo.-
- Estupendo, y si tiene más de ellas también me gustaría verlas cuando usted disponga, señorita..- mira el cuadro y luego de vuelta a mí. - ¿L. B.?-
- Lucy Bennett.-
Seguimos hablando por un rato más y luego nos despedimos.
Aún no puedo creerlo. ¡Ganaré dinero por mis cuadros!
..
Golpeo la puerta y aguardo.
- ¡Un momento, por favor!- lo oigo decir a través de la madera.
Espero con impaciencia, aunque sé que debe estar atendiendo a algún paciente.
Estoy a punto de sentarme en una de las sillas del pasillo, cuando la puerta del consultorio se abre.
- Eso es todo, pequeño. Nos vemos dentro de un mes si todo sigue bien.- la voz de Blake resuena y me doy vuelta para verlo.
Él se despide de un niño de unos seis años y de su madre, quien no deja de babear por mi hombre.
Cuando el pasillo está despejado, me acerco hacia él un poco y sonrío con picardía.
- ¿Tiene tiempo para una paciente más, Dr. Anderson?-
- Debe saber que soy pediatra, señorita...- dice en un tono profesional, antes de acercar su boca a mi oído. - Pero haré una excepción solo por esta vez.-
Casi al instante, sujeta mi mano y me hace entrar en el consultorio, cerrando la puerta detrás de sí.
Se para frente a mí con su gran altura y me da una mirada seductora.
- Puedo ver porqué las madres de sus pacientes babean por usted descaradamente.-
- La verdad es que poco me importa aquello, ya que tengo a mi hermosa mujer esperándome al final del día...-
- Oh, ¿es un hombre casado?- me encanta cuando ambos pretendemos demencia y jugamos a ser extraños.
- No aún, pero pronto.-
- Ya lo creo...- ambos reímos y sin dar muchas vueltas más, Blake tira de mi mano para besarme.
Envuelvo mis brazos en su cuello y beso su tierna boca luego de varios días sin vernos. Sus labios demandantes succionan los míos, haciéndome jadear.

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Amor de Verano
DragosteLucy debe irse de vacaciones con la nueva familia de su madre. Ella se ve forzada a compartir su verano con gente que no conoce. Pero todo cambiará cuando en sus miserables vacaciones de verano, ella conozca al hombre que moverá su mundo. Blake, él...