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Lucy

Tal como lo habíamos planeado, es fin de mes y eso significa que me mudaré con Blake.

El contrato de mi apartamento caducó justo a tiempo para que pueda embalar todo en cajas y llevarlas al que será mi nuevo hogar con mi prometido... Sí, aún suena raro si lo pienso mucho, pero me encanta estar comprometida con él.

Desde su inesperada propuesta en el parque, comenzamos a planear todo.

Ninguno de los dos quería esperar demasiado, ya pasaron muchos años de dar vueltas. Por eso, hace unos días, hablamos con los papás de Blake y les preguntamos si podíamos usar su casa de la playa a fines del próximo mes.

Ellos accedieron con gusto y ambos parecían muy felices con la idea de su hijo y yo siendo novios otra vez. Claro que queríamos aguardar a decirles de la boda en persona al igual que a mi mamá y Richard.

Es por eso que accedimos a la invitación de mis futuros suegros a cenar esta noche. Ellos también invitaron a mi familia, ya que siguen siendo buenos amigos, y aparentemente pensaron que sería una buena idea cenar todos juntos.

- Ya estaban como unos jodidos locos sólo con decirles que volvimos a estar juntos, ni quiero imaginar lo que será hoy cuando les digamos todo...-

Sonrío mientras sigo metiendo mi ropa en la cajonera que Blake apartó para mí.

- Creo que a mi mamá le agarrará algo.. Ni siquiera le dije que estamos juntos.-

- Descuida, bebé, procuraremos decirles con calma... No quiero que mi suegra me odie aún más todavía...-

- Ella no te odia...- digo y él inmediatamente me mira haciendo una mueca. - Sólo es una mujer difícil, que cree que siempre tiene la razón por más que no sepa los hechos en su totalidad..-

- Tampoco me apreciaba mucho antes de nuestra ruptura, Luce.-

Sus ojos café me observan desde el pie de la cama, donde se encuentra sentado.

- Pues entonces deberá quererte, 0o aguantarse el odio, porque no dejaré que nada de lo que diga cambie mi opinión sobre ti, ni sobre nuestro compromiso.- lo miro de soslayo y veo cómo una boba sonrisa se expande por su hermoso rostro.

- Joder.. Eres malditamente sexy cuando te pones así, toda rebelde y corajuda.-

No puedo evitar soltar una carcajada al oírlo mientras me acerco hasta quedar entre sus piernas.

- Siempre soy rebelde y corajuda.- declaro aunque no sea del todo cierto.

Blake parece pensarlo por unos segundos a la vez que rodea mis piernas con sus brazos.

- Por eso te ves sexy todo el tiempo...-

Su murmuro apenas se oye antes de que sus labios se presionen contra la tela de mi blusa.

Un escalofrío me recorre cuando una de sus manos se adelanta y se encarga de desenlazar el nudo que sostiene la tela en su lugar.

Pronto mi abdomen queda al descubierto y mi ritmo cardíaco se acelera.

Blake me da una corta mirada para luego dedicarse de lleno a adorar mi piel con sus carnosos labios.

Comienza por el área sensible de mi vientre bajo. Luego se desplaza a cada lado de mis caderas y finalmente deja un beso en el centro justo debajo de mis pechos.

Mis manos se enredan en su cabello mientras suspiro disfrutando de su tacto suave.

Acaricio sus mejillas cuando sus manos se posan en mi cintura y él me mira con adoración.

Amor de Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora