Lucy
Blake se había recuperado a los tres días. Justo el tiempo indicado para que podamos irnos a la casa del lago donde Luca nos había invitado dentro de un par de días.
Durante su recuperación, me quedé con Blake todos los días, hasta que se hacía tarde y él me pedía que fuera a descansar.
Todo entre nosotros había estado más que bien. Pasábamos horas juntos, charlando, mirando películas y haciendo cualquier cosa que se nos ocurriera, dentro de lo que su estado de salud le permitiera.
Pero creo que toda esa felicidad, se debía al hecho de que ninguno había mencionado nada sobre qué pasaría con nosotros al final de las vacaciones. Lo estábamos evitando, o al menos, eso me parecía.
A la mañana temprano emprendimos el viaje hacia la casa del lago. Serían unas dos horas en auto, sin contar las posibles paradas que podríamos hacer en el camino.
Esta vez, Blake estuvo a cargo del volante y Luca fue su copiloto mientras que Lay y yo dormíamos como morsas en el asiento trasero.
Llegamos a la casa sin problemas, salvo por que hay un extraño presentimiento que yace en mí. Como si hubiera cierta tensión en mí, o como si estuviera esperando a que algo malo suceda y todo se arruine de un momento al otro.
Solo nos quedan tres días y luego cada uno irá por su lado, volveremos a nuestras vidas cotidianas.
Mi temor es pensar que quizás esto solo haya sido un simple amor de verano para Blake mientras que yo cada día estoy más enamorada de él. También, más asustada, temerosa de lo que pueda pasar dentro de unos días cuando todo acabe.
Luca y Lay salieron caminando al lago apenas llegamos y nos esperan allí.
Veo a Blake venir hacia mí con una sonrisa y su mochila colgada de su hombro.
- ¿Lista para ir, bebé?- me pregunta sacándome de mis pensamientos.
- Sí, claro.-
Agarro mi bolso y lo sigo.
Caminamos en silencio por el pastizal hasta que Blake rompe el silencio.
- ¿Estás bien, Luce? Estás muy callada..-
- Sí, todo bien.- respondo, quizás demasiado rápido.
- De acuerdo..- me contesta, no muy convencido.
Él no vuelve a hablar hasta que llegamos al lago y nos ponemos a charlar con los chicos.
El lago es precioso y muy grande. Solo somos nosotros cuatro pasando nuestros últimos momentos del verano. Realmente espero poder seguir viéndolos cuando vuelva a casa y vaya a la universidad.
La mañana pasa tranquila y divertida. Al mediodía nos sentamos debajo de unos árboles para comer.
En el cielo, el sol brilla con todo su esplendor aunque algunas nubes negras se aproximan desde lejos.
Me hago mi sandwich y otro para Blake, ambos sin queso como nos gusta, y él me sonríe cuando se lo entrego.
Le devuelvo la sonrisa tímidamente y como en silencio mientras escucho la acalorada conversación entre los novios sobre cuán sobre-protectores son los padres de Layla.
Las miradas dudosas que Blake me da comienzan a desesperarme pero no digo nada.
Después de pasar un rato en el agua, nos secamos y la pareja feliz se va a dormir la siesta debajo de un árbol. Puedo decir con certeza que ellos también extrañarán estos momentos.

ESTÁS LEYENDO
Amor de Verano
RomanceLucy debe irse de vacaciones con la nueva familia de su madre. Ella se ve forzada a compartir su verano con gente que no conoce. Pero todo cambiará cuando en sus miserables vacaciones de verano, ella conozca al hombre que moverá su mundo. Blake, él...