21

66 5 0
                                    

Lucy

(+18)

Lentamente, Blake nos acomoda, quedando él encima mío sobre la alfombra que yace en el piso.

Mis manos van a sus anchos hombros mientras que las suyas acarician mis costados sobre la tela de mi holgado vestido, que ahora no es tan holgado por el agua.

Nuestros labios juegan al igual que nuestras traviesas lenguas. Besar a Blake debe ser el mayor placer que he experimentado hasta ahora. Oír sus suaves gemidos ahogados cada vez que se separa y vuelve a impactar mi boca.

Mordisqueo su labio y envuelvo su cadera con mis piernas para atraerlo más a mí.

Es entonces cuando sus manos se posan sobre mis muslos, masajeando levemente. Llega hasta el límite donde comienza mi vestido y se detiene ahí sin avanzar más.

Hago un quejido inconscientemente y procedo a guiar una de sus manos por debajo de la tela, sin dejar de besarlo.

Siento que quiero todo de él en este instante y no sé si habrá algo que me detenga. Sé que puede parecer muy repentino, pero desde que lo conozco realmente siento que Blake es especial. Como si con él todo fuera idóneo y correcto, como jamás lo había sido con nadie..

Blake entiende mi petición y desliza sus dedos sobre mi piel, desde mis muslos pasando por mi barriga hasta llegar a mis costados desnudos.

Es como si estuviéramos repitiendo nuestro beso en la playa, salvo que esta vez todo parece más intenso y romántico. Quizás por el hecho de que hay más confianza entre nosotros o porque quizás no estoy cuestionándome nada. Ahora solo puedo pensar en Blake. En él y en todo lo bien que me hace sentir.

De pronto, siento su masculinidad presionarse contra mi centro haciendo que un fuerte gemido escape de mis labios.

Me avergüenzo un poco pero al oír otro gemido gutural de parte de Blake, le resto importancia. Es más, creo que oírlo a él me encanta.

Seguimos besándonos, mis brazos rodean su cuello mientras sus manos se pierden hasta llegar a mis pechos, cubiertos por un simple bikini rojo. He estado en traje de baño cientos de veces frente a él, pero de alguna manera, esta vez se siente más íntima, como si en realidad estuviera viendo mucho más de mí.

Su tacto es tímido y delicado pero de igual manera me hace sentir increíble. Sus labios se desvían por mi mentón y cuello cuando una de mis manos se pierde en su melena castaña.

Puedo sentir cómo mi cuerpo pide a gritos más de él cuando Blake vuelve a presionarse contra mí, haciendo que ambos jadeemos. Su agarre se afianza en mi cuerpo al igual que el de mis piernas, y mis caderas se mueven hacia él.

Blake gruñe por lo bajo y comienza a masajear mis pechos con más dedicación. No pierde el tiempo y quita mi vestido sobre mi cabeza en menos de un segundo.

La lluvia afuera sigue cayendo con fuerza pero eso es lo que menos me importa en este momento. Ahora nada parece importarnos a ninguno de los dos mientras lo único que hacemos es sentir.

Sentir el constante roce de nuestros sexos con tan solo dos prendas de ropa que nos distancian. Sentir su piel cálida contra la mía, haciendo que mi cordura desaparezca.

Sus tiernos besos se desplazan a lo largo de mi cuerpo, desde mi mentón hasta mi vientre bajo. Cuando él se detiene allí, mis nervios aumentan. Suspiro sintiendo cómo todo mi cuerpo tiembla con anticipación.

Blake besa mi monte de Venus sobre la tela de mi bikini a la vez que sus manos descienden por mis costados a un ritmo casi tortuoso. Después sigue esparciendo besos por mis muslos con total delicadeza.

Amor de Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora