Amor de Verano

17

Blake

La ola comienza a romper y sé que es mi momento. Empiezo a remar con mis brazos y me adentro en ella.

Cuando consigo pararme, ese increíble sentimiento de poder y adrenalina me invade.

Surfeo unas cuantas olas, hasta que mi cuerpo no da más y ya tengo ganas de volver a la playa.

Salgo del tumultoso mar con mi tabla bajo el brazo y camino sobre la arena blanca hasta llegar donde están los chicos.

Entonces, veo a Luce, tirada boca abajo sobre una lona, con su bikini negra la cual resalta su piel clara. Esa piel suave que me vuelve loco con solo rozarla.

Apoyo mi tabla en la arena y me quito mi remera de agua antes de acercarme a ella.

Ignoro las miradas insinuantes de Luca y Layla, y me acuesto sobre la espalda de Luce en un movimiento veloz.

Inmediatamente, obtengo su reacción.

- ¡Mierda!- chilla girando su cuerpo con lo cual caigo levemente de costado.

Me arrepiento un poco al ver su rostro perturbado y esbozo una sonrisa cuando sus ojos feroces se posan en mí. Recién ahora se percata de que fui yo el causante de su disturbio.

- ¡Blake! ¡Estaba durmiendo!- dice quejosa mientras se envuelve con sus brazos a ella misma. - Joder.. ahora estoy mojada y tengo frío.-

Luce hace un puchero con sus labios y frunce su ceño levemente. Se ve tan jodidamente bien cuando se enoja.. además de su expresión adormilada que me causa ternura.

Tomo una toalla y rápidamente la envuelvo en ella.

Río cuando su semblante se suaviza y me observa por debajo de sus pestañas como si estuviera esperando algo.

- Lo siento, bebé, la tentación pudo conmigo..- me disculpo rodeando su cuerpo con mis brazos para darle calor. Aunque en realidad serán apenas las cinco de la tarde y no hace frío para nada.

Me coloco detrás de ella y la rodeo con mi cuerpo. Su espalda se apoya contra mi torso haciendo que la sostenga mientras ella se deja caer sobre mí.

Siento su cabello largo chocando contra mi rostro. Está cálido por el sol y huele a crema de peinar mezclada con sal marina.

Oigo su respiración pausada mientras sigo moviendo mis brazos contra la toalla en su cuerpo.

- Ya estás mejor?- pregunto al rato, estirándome para ver su rostro.

Ella me mira de reojo y asiente.

- Aunque estaría mejor con un helado..- dice haciéndome reír. - Iré a comprarme uno, tú quieres algo?-

Se levanta de golpe y comienza a rebuscar en su bolso.

- Iré contigo.-

Me paro y agarro dinero antes de que ambos caminemos hacia el carrito de helados.

En el camino, tomo su pequeña mano entre la mía, entrelazando nuestros dedos.

Lucy baja su vista hacia nuestras manos unidas y sonríe.

Llegamos y por supuesto, Luce elige el helado más grande y chocolatoso que hay. Por mi parte, me conformo con un típico helado de crema bañado en chocolate.

Caminamos de vuelta, luego de haber peleado para decidir quién pagaba, y nos sentamos para comer tranquilos. De más está decir, que yo terminé ganando y pagué por ambos.

Me deleito viéndola comer su helado sonriente mientras su vista se pierde en las olas del mar y las personas que se meten en él.

La brisa de la tarde revuelve su cabello, el cual se va aclarando cada vez más día a día.