Amor de Verano

32

Blake

Hoy es el día. Hoy le preguntaré a Lucy si quiere ser mi esposa de una vez por todas.

Ya lo hablé con June y ella parece estar de acuerdo con la idea. Espero que mi niña siga siendo feliz cuando incorporemos a Luce a nuestra pequeña familia y haré todo lo posible para que así sea.

Ahora, June y yo nos encontramos en una pastelería buscando el pedido que hice hace unos días. Ella se ve encantada con la idea de la propuesta, por muy básica que sea.

Una vez que tengo la caja con el pastel en una mano, tomo la mano de mi hija en la otra y caminamos hacia nuestro próximo destino.

June no para de dar saltitos de emoción y yo intento con todas mis fuerzas no sentirme tan malditamente nervioso. ¿Lucy dirá que sí, no?

Llegamos al parque a los pocos minutos y nos dirigimos cerca del área de juegos.

Nos sentamos en uno de los bancos y esperamos. Quedamos en reunirnos con Luce aquí para, supuestamente, merendar mientras June juega en su parque preferido. 

Creo que mi hija está tan ansiosa como yo en este momento. Ni siquiera ha intentado irse a jugar y no deja de mirar entre la gente, buscando con su dulce mirada. 

Pasan unos minutos, y entonces, ella llega.

Allí está, caminando hacia nosotros con una amplia sonrisa y esa tierna expresión en su rostro. Lleva puesta su ropa de profesora universitaria, una camisa celeste y una falda entallada que muestra sus sexys atributos. 

Y de pronto, me siento extrañamente calmado. No sé bien porqué, ella podría rechazarme y hacer de mí un hombre miserable. Pero al verla, todo en mí se tranquiliza de algún modo.

- ¡Buenas tardes, Andersons! Díganme que esa caja es lo que creo que es.- dice sonriente antes de acercarse para besar mi frente y luego la de June.

Ella debe pensar que dentro de la caja hay simples comestibles como otras veces en las que compramos en la misma pastelería.

- No es lo que tú crees, pero de todas formas creo que te gustará.- la miro con una sonrisa y tiro de su mano para que se siente en medio nuestro. - ¿Lista, asistente?- miro a June quien ya no puede ocultar su entusiasmo.

- ¿Irán a jugar ya?- pregunta Luce sin comprender.

Intenta tomar la caja con el pastel de mis manos pero no la dejo mientras observo de reojo cómo June saca la pequeña caja roja de su mochila y la esconde detrás de su espalda.

- Debes esperar, Luce... En realidad tenemos que hacerte una pregunta primero.-

Ella frunce el ceño y sé que se está conteniendo de decirme algo porque mi hija está presente.

- Yo siempre prefiero los de chocolate... Si esa era su duda.- los tres nos reímos ante su respuesta boba.

- En realidad, estuvimos hablando con June y creemos que sería genial, más que genial... si tú quisieras formar parte de nuestra familia.- sus ojos se abren de par en par y me mira incrédula cuando coloco la caja en su regazo. - Eres mucho más de lo que jamás esperé y me haces ser un hombre aún más feliz cada día. Te amo, Luce, siempre lo hice y siempre lo haré...-

Observo sus ojos aguados y su boca entreabierta antes de asentir en dirección a mi ansiosa y hermosa hija.

- Puedes abrir la caja, Luce.- dice mi pequeña con ternura.

Con movimientos precavidos, Lucy levanta la tapa y se queda viendo el interior.

Allí está el pastel, simple, con una sencilla pregunta escrita con chocolate.