Amor de Verano

28

Lucy

Dejo las bolsas al pie de la entrada y suspiro con pesadez.

¿Blake realmente acaba de decirme todo eso?

Esto es demasiado... ¿Qué haré?

Sin detenerme a pensarlo por ahora, agarro mi cartera y vuelvo a salir del apartamento.

Camino hasta la cafetería a la que Lay y yo solemos ir.

Cuando llego, su sedoso cabello rojizo se menea al son de la brisa y su radiante sonrisa me saluda.

- ¡Lulu!-

- ¡Lay! ¿Cómo estás, mi bella colorada embarazada?-

Ella ríe y resopla haciéndome reír también. Me siento frente a ella en la mesa que da al ventanal.

- Muy bien, pero exhausta, sacaría a este demonio de mí con mis propias manos.-

- ¡Ey! ¡No hables así de mi sobrino!-

- Sólo bromeo, aunque es la verdad, mi querida Watson.- ella y Luca jamás dejaron de decirme así, y de alguna extraña manera eso me gusta. - No aguanto más, necesito poder dormir boca abajo, necesito tener sexo con mi hombre, necesito poder caminar sin parecer una ballena que camina como pingüino..-

Intento contener mi carcajada, pero me es casi imposible. Esta chica nunca deja de sorprenderme.

- Ya falta poco, solo aguanta un poco más y verás que cuando tengas a tu pequeñito en brazos, todo habrá valido la pena.-

- Eso espero, no dirás lo mismo cuando estés en mi lugar...-

Apenas lo dice, sé por su expresión que se arrepiente de sus palabras, ya que sabe que es un tema algo delicado para mí.

- Ya lo veremos, es más, acabo de tener una extraña propuesta para ser madre hace unos minutos.-

- ¡¿Cómo?! ¿Paul volvió arrastrándose?-

- Sí, pero él no fue el de la propuesta.- carraspeo mirando hacia los costados para darle suspenso y seguir apreciando su expresión estupefacta. - Blake...-

Casi al instante, Layla chilla y me exige que le cuente todo.

Por supuesto que lo hago, no sin antes haber pedido un par de bagels y limonadas para almorzar.

..

Una semana más tarde, como es costumbre en mí llegar temprano a todos los eventos, llego temprano al festejo de cumpleaños de Zoey.

Tengo en brazos un peluche de oso gigante que prácticamente cubre todo mi torso.

Golpeo la puerta de la pequeña pero acogedora casa de Luca como puedo y espero.

Mientras tanto observo la hermosa decoración en la puerta, los banderines de colores y los tiernos globos de helio.

- ¡Oh! ¡Un oso gigante vino a tu cumpleaños, Zo!-

En una pésima voz infantil, saludo a Zoey como si fuera el oso.

- ¿Quién se esconderá detrás de él?-

Espío por el costado y logro ver a mi hermosa sobrina riendo en los brazos de su papá.

- ¡Feliz cumpleaños, Zozo!- ahora sí la saludo con mi voz normal, descubriendo mi rostro.

- ¡Es la tía Watson!-

Zoey no parece muy entusiasmada con mi presencia pero afortunadamente me parece que le gusta el oso ya que lo agarra del rostro y lo aprieta con fuerza. Yo aún lo sostengo ya que sino se caería junto a la bebé.