Blake
La contemplo mientras duerme, pareciendo estar en una paz absoluta consigo misma.
Su sedoso cabello esparcido por las almohadas y su boca entreabierta me hacen reír por lo bajo.
¿Cómo es posible que se vea tan hermosa en cualquier circunstancia?
Los recuerdos de anoche siguen vívidos en mi cabeza. Sus besos, sus gemidos y su piel cremosa contra la mía.
- Deja de mirarme, acosador...- su voz me sorprende de pronto y la veo, ni siquiera abrió los ojos.
- Es que eres toda una obra de arte en las mañanas, señora Anderson.- susurro acercándome a ella para acariciar su rostro.
Deslizo mis dedos desde su nariz hasta lo bajo de su cuello, deleitándome con su expresión adormilada y satisfecha.
- Y usted es la mejor escultura que jamás admiré, señor Anderson.-
Ambos reímos roncamente y Luce se acurruca a mi costado, enterrando su rostro en el hueco de mi cuello.
Ayer fue un día felizmente agitado, entre la ceremonia, la fiesta y nuestra increíble noche de bodas.
Aún no puedo creer que hayamos llegado hasta aquí. Casados finalmente...
- ¿Crees que ya deberíamos volver?- me cuestiona apenas modulando.
Aprieto su cuerpo entre mis brazos haciéndola reír por lo bajo.
- ¿Ya quieres irte? ¿Te cansaste de mí tan pronto?- le pregunto y beso lo alto de su cabeza.
La cuestión es que anoche Luce y yo vinimos a una cabaña que alquilamos aparte para nuestra noche de bodas. Nuestras familias y amigos están hospedados en las casas de mis padres y en la de Richard.
Cuando deja de reír, se eleva apoyando sus codos sobre el colchón y me observa con una mueca graciosa.
- Sabes que no, cielo, solo me pregunto si todo estará en orden mientras nosotros no estemos... En especial June...-
- Ellos deben estar más que bien sin nosotros, nena, y June está feliz con sus tíos corriendo atrás de ella...- eso último la hace sonreír ampliamente. - Además, volveremos pronto, aún podemos celebrar unas horas más y quedarnos hasta la noche aquí o hasta mañana...-
- Tienes razón...-
- Siempre la tengo, Luce.-
- No concuerdo con eso...-
- Yo sí...-
- Lo que tú digas...- rueda sus ojos y muerde su labio haciendo que me surjan unas excesivas ganas de besarla.
Sin darle tiempo de reacción, alzo su mentón con mis dedos y atraigo su boca a la mía.
Sus labios rellenos y suaves se adaptan inmediatamente a los míos. Sus besos son la única droga que necesito.
- Mmm...- gime contra mi boca a la vez que desliza su mano por mi torso hacia abajo.
Estiro mis brazos a su alrededor y la alzo hasta que su cuerpo desnudo queda prácticamente acostado sobre el mío.
La beso hasta que mis labios pican y entonces, solo me aparto lo suficiente como para apreciar su rostro.
Acuno sus mejillas sonrojadas en mis manos mientras veo cada detalle de su expresión.
Su piel joven con apenas algunas arrugas de expresión, sus labios llenos están hinchados por mis besos y sus ojos claros me analizan con total entendimiento.

ESTÁS LEYENDO
Amor de Verano
RomanceLucy debe irse de vacaciones con la nueva familia de su madre. Ella se ve forzada a compartir su verano con gente que no conoce. Pero todo cambiará cuando en sus miserables vacaciones de verano, ella conozca al hombre que moverá su mundo. Blake, él...