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Lucy

Me despierto y me cambio para bajar a la cocina como todos los días.

Saludo a todos los presentes y enseguida me percato de algo. Al parecer, Blake no ha venido hoy, lo cual me resulta raro. Él todas las mañanas viene a desayunar aquí antes de ir a cualquier lado, aunque puede ser que esta mañana se haya quedado con su familia.

Una vez que todos están listos para ir a la playa, decido hacer una parada técnica por la casa de los Anderson para ver si Blake está allí.

- Hey, Lay, iré a ver si Blake está en casa.- le digo y comienzo a caminar los pocos metros.

- Claro, Lulu.- responde con una sonrisa pícara guiñándome el ojo.

Estoy llegando a la puerta de entrada cuando los padres de mi chico salen por la puerta junto a su hermana, Kelly.

- ¡Oh! Hola, cariño, me imagino que estarás buscando a mi hijo.- su madre me saluda con un tono maternal.

Me remuevo en el lugar, algo incómoda al tener tres pares de ojos mirándome con atención.

- Hola, pues sí.. me preguntaba si él está en casa ya que no vino más temprano..-

Kelly me pasa de largo sin apenas mirarme y el señor Anderson me responde.

- Él está en cama, Lucy, se ha pescado algún virus y decidió hacer reposo..-

Por un lado, me alivia que no sea nada más grave y por otro, me vuelvo loca al pensar que él puede estar sufriendo realmente.

Los papás de Blake pretenden cerrar la puerta pero los detengo antes de que puedan hacerlo.

- Ehm.. ¿les importaría que me quede a cuidarlo un rato? Sé que él sabe más que yo pero creo que no le vendrá mal algo de compañía..- explico queriendo que me dejen pasar y así poder ver a mi hombre.

- Claro.. aunque probablemente te eche ya que no quiere contagiar a nadie.-

- No hay problema, solo será un rato.-

Después de despedirme, finalmente me dirijo hacia la habitación de Blake. Ya había estado aquí otras pocas veces así que sé hacia dónde me dirijo.

Golpeo la puerta de madera maciza y espero.

- Estoy bien, mamá, ya puedes irte..- escucho su voz gruesa a través de la pared.

Entonces, decido abrir la puerta lentamente hasta que siento su mirada profunda sobre mí.

- ¿Luce?..- Blake recostado apoya su peso sobre sus codos para mirarme. - No deberías estar aquí, bebé, no quiero que te enfermes también, esto es una jodida mierda..-

Río suavemente y sin importarme sus advertencias entro en la habitación.

- Como te sientes?- camino hacia la ventana para abrirla un poco.

- He estado mejor.. aunque ahora estoy con menos fiebre, lo cual es bueno, anoche fue terrible..-

- Deberías haberme avisado antes, podría haber venido a cuidarte..-

Me acerco hasta sentarme a su lado en el colchón. Blake se estira y se acuesta sobre el respaldo de su cama, alejándose de mí.

- Gracias por preocuparte, bebé, pero podrías haberme llamado, no quiero que te enfermes por mi culpa.-

Río para mí misma al darme cuenta de que ni siquiera tengo su número de teléfono, ya que al estar tanto tiempo juntos y ser vecinos, prácticamente no necesitamos llamarnos. Siempre que queremos decirnos algo siempre estamos cerca o a lo sumo tenemos que cruzarnos a la casa de al lado.

Amor de Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora