Almost Paradise (Zayn Malik y tu) TERMINADA

Capitulo 36- Distantes

-Cariño-escuché como alguien susurraba en mi oído-Lindura, despierta.

Abrí mis ojos con delicadeza, para así encontrarme con la última persona que creería encontrar.

-¿Tom?

-Creí que no estabas viva-soltó una ligera risa.

-¿Qué haces aquí?

-Mi hijo se negó a dormir aquí, así que pasé por sus cosas.

-Era de esperarse-dije mientras me sentaba en la orilla de su cama.

-¿Qué sucedió? Pasaron de Romeo y Julieta a un par de desconocidos.

Me miró fijamente, mientras yo elevaba mis hombros, y bajaba la mirada.

-¿No lo sabes?

-Sí lo sé, por supuesto que lo sé-apreté la roja chamarra contra mi pecho.

-Mira-sonrió mientras miraba como me refugiaba tras la prenda-Sea lo que sea que haya sucedido, no creo que valga la pena sacrificar esa bonita relación que tenían. Zayn te ama, siempre lo ha hecho. No estaría aquí si no.

Sentí como una lágrima brotaba sin querer hacia mi mejilla.

-¿Sabes algo? Zayn rogó y rogó a Rebecca que aceptara el empleo que tu madre le ofreció, ella no quería acceder, pero sin embargo, lo hizo por Zayn. Él quería venir hasta aquí, tan solo para verte. Te ama más de lo que imaginas.

-¿Vienes por sus cosas?-limpié mi lágrima mientras le extendía la chamarra de su hijo.

-Sí-dijo poniéndose de pie-Consérvala.

Se aproximó hacia la mesita de noche de Louis, y tomó el reproductor de Zayn. Se giró hacia la puerta, y me miró.

-Tu madre viene en camino desde el hospital, dijo no demorar demasiado.

-Gracias-susurré.

-Descansa, espero no haberte molestado demasiado. Por cierto, habías dejado la puerta principal, abierta-susurró mientras cerraba la puerta a su espaldas.

Con delicadeza me puse de pie, y cogí la chamarra. Había perdido el sueño, de nuevo, y no tenía de otra más que hacer absolutamente nada por el resto de las horas. Miré la hora en el reproductor de Louis, el cuál marcaban las dos con cuarenta y cinco de la madrugada.

Caminé hacia la ventana, dónde pude divisar como el auto de Tom se ponía en marcha, y como su moreno acompañante miraba por la ventanilla.

Y la verdad es la que ni siquiera yo sabía la razón por la cual ambos habíamos dejado de sonreír. O tal vez la sabía, pero implemente intentaba olvidarla.

Sé que lo que hice estuvo mal, pero la verdad, es que lo hubiera hecho de todas maneras. A veces, desearía que las personas escucharan mis gritos internos, y todo aquello que cruza por mi mente.

Salí de aquel “refugio” y caminé escaleras abajo, en espera de mi madre.

Sabía que de todas maneras, por más pláticas que tuviera, de todas formas llegaría la famosa plática de mi madre. Aquella que juzga todos y cada uno de tus actos.

Me senté sobre aquel sofá que gustoso me esperaba. Miré hacia la ventana, dónde lo único que esperaba era la luz del auto de mi madre. Y como si yo fuese una especie de bruja, las luces del auto de mi madre traspasaron la ventana, e iluminaron la sala en la que me encontraba.

Nerviosa, miré mi celular, esperando a que alguna llamada de los chicos me salvara, y aquella loca idea que tenía de hablar con mi madre, desapareciera.

El ruido de la puerta al abrirse ensordeció mis oídos, y mis nervios regresaron.

-Hija, ¿qué haces despierta aún?

-No puedo dormir-musité.

-Oh, creí que estarías dormida-dijo arrojando su bolso sobre el sofá.

-Sí, y bueno, me voy a dormir ahora-sonreí mientras me levantaba del sofá.

-Aguarda, aguarda-dijo colocando una mano sobre mi hombro, y haciéndome girar-Tenemos una plática pendiente, ¿no?

-No lo recuerdo, no lo creo así, así que, con tu permiso, yo…

-______, basta de escapar de tus problemas-tomó mi mano, y me dirigió hacia el sofá, dónde ambas nos sentamos, y nos miramos fijamente.

Esquivé su mirada, mientras ella daba un largo y desaprobatorio suspiro.

-¿Estás decepcionada de mí?

-¿Lo estás de mí?

-Algo-asentí.

-No te culpo por haber hecho algo como eso, creo que lo hubiese hecho yo también.

-Creo que no logré asimilar lo sucedido.

-Lo sé, y fue mi culpa. No debí decirte eso, ni a ti, ni a tu hermano-asentí-¿Pensabas vivir allá con Zayn?

-¿Qué? No…fue solamente un viaje reflexivo, y ya.

-¿Qué sucede entre ambos? Los noté algo distantes al llegar al hospital.

-No estamos en nuestro mejor momento.

-Eso lo noté. ¿Sabes? Hablé con Harry. Él me pidió que viniese contigo, pensaba quedarme con él, ya que su madre está lejos, y no es muy probable que cruce el mundo, tan solo para quedarse con su hijo, una sola noche.

-¿Te pidió que vinieras?-asintió.

-Dijo que parecías algo deprimida, y que como él no podía estar aquí, quería que yo estuviese aquí-sonreí como estúpida.

-¿Qué más te dijo?

-¿Debió decirme algo más?

-No…-me giré hacia la ventana.

-Zayn debería estar aquí, junto con sus padres, ¿y dónde están?

-Distantes de nosotros, y de mí.

-¿Sabes? Siempre he amado la pareja que tú y Zayn hacen. Es algo así como “instinto de madre”-rió-¿Estuvo aquí?-indicó con su dedo índice a la prenda roja que se encontraba entre mis brazos.

-No, él…lo olvidó aquí.

-Oh, ya veo-sonrió mientras acariciaba mi mejilla-Ve a dormir, debes despertar temprano para ir a visitar a Harry, y esperar a que lo den de alta-sonrió.

Asentí con delicadeza, y me levanté del sofá. Caminé en dirección a las escaleras, y me giré hacia ella.

-Mamá…

-¿Sí?

-No importa qué hayas hecho, o qué no hayas hecho. Yo te amo, eres mi ídola, y no importa las palabras que digas, o no digas…no viviría sin ti.