-¡Hija! ¡Despierta ya, tengo algo qué decirte!-Exclamó mi madre desde el otro lado de mi puerta. Mi puerta, mi barrera personal hacia mi único y propio mundo.
-Estoy despierta, mamá-dije con la poca voz que tenía.
-Te necesito acá, es algo importante.
-Estaré allí en dos-Golpeé suavemente mi almohada. “Debiste dormir temprano” sabía que mi madre me repetiría eso, cómo ya es de costumbre. Me senté sobre la orilla de la cama, y respiré hondo.
¿Qué será aquello tan importante que mi madre tiene que decirme? Caminé (mejor dicho, me arrastré) hasta el baño. Removí mi ropa, y tomé una ducha.
Coloqué una toalla alrededor de mi cabello, y me dispuse a salir. Salí hacia la sala, en busca de mi madre, y aquello tan importante que tenía que comentarme.
-¿Mamá? ¿Qué era lo que tenías que decirme?-dije bajando mi cabeza y haciendo mi cabello hacia adelante. Pasé la toalla y lo froté, haciendo que se secara.
-¿Recuerdas a Tom?-preguntó mientras sostenía una charola repleta de comida, y la colocaba justo en medio de la mesa. Removió sus guantes de cocina, y los colocó bajo su brazo.
-Por supuesto que lo recuerdo.
-Es el padre de-la interrumpí.
-Zayn-susurré por lo bajo.
-Exacto-dijo acomodando unos vasos sobre la mesa.
-¿Qué hay con él?
-Su madre, fue promovida a mi empresa-sonrió.
-¿Y eso significa…-la incité continuar.
-Significa qué Tom no quiere trasladarse todos los días de un lado del mundo hacia otro, querida.
-¿Zayn? ¿Vendrá? ¿Se mudará? ¿Se quedará a vivir aquí para siempre?-pregunté eso en menos de tres segundos.
-Dios, hija-soltó una risotada-Dame tiempo para respirar-rió de nuevo-Sí, buscarán un apartamento. Llegarán mañana. Tom y yo somos muy cercanos, y Zayn y tú son mejores amigos, ¿no?
-Lo éramos, mamá-dije bajando la mirada.
-Hija, la distancia no termina con una buena amistad-sonrió.
-La distancia…los años.
-¿Qué sucede?-sentí cómo unos labios se posaban sobre mi mejilla, y me rodeaban por la cintura.
-Tom y su familia se mudarán a la ciudad.
-Zayn regresa.
-¿Malik?-preguntó mi fastidioso pero adorable hermano.
-Sí.
-Estás en problema, pequeña-dijo despeinando mi cabello.
-¡Hey!-me quejé-¿Por qué los tengo?-pregunté preocupada.
-¿Enserio lo preguntas?-dijo mientras besaba la mejilla de mamá-Reflexionemos, hermanita. Tu mejor amigo se muda de la ciudad, adiós mejor amigo. Tu viejo mejor amigo regresa a la ciudad, adiós actual mejor amigo.
-Louis. No te entiendo-dije haciendo una mueca.
Lo entendía perfectamente. Por supuesto que lo entendía…con el paso de los años, ambos nos olvidamos de esa promesa de “Mejores amigos por siempre”.
-¿Qué sucederá con Harry?-preguntó alzando una ceja.
-Ay, chicos, chicos-dijo mi madre mientras soltaba una ligera risa, y subía escaleras arriba.
-No sucederá nada, seguirá siendo mi mejor amigo.
-¿Y Zayn?-dijo sin dejar de alzar la ceja.
-¡Louis! No hagas eso.
-¿Hacer qué?-rió.
-Eso. Confundirme.
-Confundirte es mi trabajo-rió.
-Tonto-lo golpeé suavemente en el hombro.
-¡Auch!-se quejó-escuché como la puerta fue tocada varias veces. Sabía de quiénes se trataban. Caminé hacia la puerta, y la abrí despacio, me hice a un lado dejándoles libre la entrada a las personas que iluminaban mi vida.
-¡No, Harry! ¡Eso no fue lo qué pasó!-exclamó aquel rubio de mi amigo mientras movía aleatoriamente sus manos.
-Niall, yo te vi-dijo indicándolo con un dedo.
-Chicos, compórtense-les ordenó mi castaño amigo.
Acto seguido, formaron una ordenada línea (se amontonaron a mi alrededor) y cada uno depositó un ligero beso en mi mejilla.
-¡Hey!-exclamó Louis mientras chocaba su mano contra la de Harry.
-¡Comida!-Niall salió corriendo hacia la mesa, metiéndose a la boca todo aquello que se topara en su paso.
-Comes como un cerdo-se burló Liam.
Niall dio un mordisco a un sándwich, y luego asintió varias veces con la cabeza, y levantó el pulgar de manera aprobatoria.
-¿Dormiste bien?-preguntó Harry mientras rodeaba delicadamente mi cintura con sus fuertes brazos. Yo asentí delicadamente con mi cabeza, y le di una cálida sonrisa-¿Qué sucede?-preguntó mientras clavaba sus verdiazúles ojos en los míos.
-Nada-sonreí.
-¿Y pretendes que te crea eso?-dijo apegándome más a su cuerpo.
-Estoy bien, gracias.
-No, no lo está. Está confundida, su ex mejor amigo regresa mañana-dijo mi entrometido hermano mientras se metía un pastelillo a la boca.
-¡Louis!-dije zafándome de los brazos de Harry.
-¡_____!-exclamó Louis.
-¿Quién?-preguntó Harry confundido.
Me giré, de manera en la que pudiera verlo a los ojos. Sonreí delicadamente, y suspiré.
-Zayn, mi mejor amigo de la infancia.
-Amor de la infancia-tosió fingidamente Louis.
Liam comenzó a reír torpemente, al igual que Niall.
-Calla, Louis. ¿Cuál es el problema?-sonrió Harry.
-No lo sé…hace ya bastante tiempo que no lo veo. No sé si sea el mismo de antes.
-¿Es engreído?-preguntó Niall con la boca llena de comida.
-Por supuesto que no-dije soltando una risita.
-¿Llega mañana?-preguntó Harry aún sin soltarme, y muy cerca de mi cuello. Su calor me inundó y hizo que por mi cuerpo corriera una especie de corriente eléctrica.
En realidad era incómodo cuándo eso sucedía. Era extraño que él, mi mejor amigo, me hiciera sentir ese tipo de cosas.
-Sí-asentí suavemente con mi cabeza.
-Muero por conocerlo-sonrió Liam.
-Harry, ¿no piensas comer?-preguntó Louis mientras hacía una silla hacia atrás, y se sentaba sobre ella.
-No tengo hambre-dijo mientras curveaba sus labios con delicadeza.
-¿______?-preguntó Louis alzando una ceja.
-No tengo tiempo para comer, tengo muchas cosas qué hacer-dije preocupada.
Y enserio las tenía. Zayn regresaba mañana. Hace ya muchos años que no lo veo…ni un mensaje, ni una llamada. ¿Y si era una persona totalmente diferente? ¿Y si ya no era ese chico con el cuál reía sin parar todas las tardes? No…él nunca cambiaría. Había algo en él…era algo muy Zayn Malik. Sí, algo que sólo él tenía. Algo que lo hacía especial, y hacía especial a cualquier persona que tuviera la fortuna de compartir con él un momento. ¿Cómo no morir de ganas de verlo? Anhelaba perderme entre sus brazos, y olvidarme de todo…absolutamente de todo.
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Almost Paradise (Zayn Malik y tu) TERMINADA
RomanceLos días pasarán, y cada vez más te dirán. Lo que fui, y lo que pude ser. Lo que soy ahora, y lo que pude ser. Lo que quizás a futuro sea, y qué no puede ser. Contarán a mis espaldas sólo lo malo. De lo bueno jamás te enterarás. Los días pasarán, y...