Almost Paradise (Zayn Malik y tu) TERMINADA

Capitulo 3-¿Qué hay de ti?

Fue allí cuándo la puerta se abrió, y lo vi. Lo vi allí, tan sonriente, asintiendo con su cabeza a cada cosa que mi madre le decía. Sus ojos, sus marrones y grandes ojos estaban posados en los de mi madre. Sus indecisas manos dentro de las bolsas de su pantalón. Su sonrisa, su peculiar sonrisa…aquella que iluminaba mis días. Su cabello perfectamente peinado. Todo, todo de él era hermoso. Había crecido, al igual que yo. Ambos nos habíamos estirado, y habíamos cambiado.

-¡Zayn!-exclamé mientras mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. En un abrir y cerrar de ojos, me miró y sonrió de aquella peculiar manera en la cual solía hacerlo. Corrió hacia mí, y sin darme cuenta, ya me encontraba sostenida de su cuello, y dando vueltas en el aire. Me aferré a su cuello con fuerza, mientras ambos reíamos y llorábamos a la vez.

Me bajó con delicadeza, y me abrazó con fuerza. No quería que ese abrazo terminara jamás. En ese abrazo nos demostramos todo el afecto que no habíamos sido capaces de demostrarnos después de mucho tiempo.

-_____-susurró en mi oído haciéndome sentir otra de sus famosas corrientes eléctricas-te extrañé como no tienes idea.

-Yo también, Zayn.

Después de eso, ninguno de los dos fuimos capaces de pronunciar palabra alguna, simplemente nos abrazábamos, dejábamos que nuestros cuerpos hablaran por nosotros.

-Creo que aquí hay gente que ya no se acuerda de uno-nos interrumpió Tom.

Demonios, lo amo, pero… ¡interrumpió nuestro momento!

-¡Tom!-exclamé mientras lo abrazaba.

-Yo no tengo nada que hacer aquí, así que mejor me voy-dijo mientras me soltaba, y se dirigía hacia la puerta.

-Sí mi padre no nos hubiese interrumpido, te seguiría abrazando por las próximas dos horas-soltó una risita.

-No puedo creer que estés aquí-dije secando una lágrima.

-¿No me querías aquí?-dijo soltando una risita, y secando mi lágrima.

-Por supuesto que te quería aquí, siempre te he querido aquí-dije cubriendo mi cara con ambas manos, y ocultándome tras su pecho.

-No tienes ni idea de cuánto te extrañé. Mírate, haz crecido mucho-dijo dándome una vuelta con su mano derecha.

-Tú ya no eres ese niñito que se orinaba en el kínder.

-¡Calla! Fue solo una vez.

-Dos.

-Sólo dos-rió.

-¿Y qué ha sido de ti?-pregunté ansiosa de saber qué había sucedido con mi mejor amigo durante todos estos años.

-Muchas cosas-sonrió-tenemos mucho tiempo para hablar de nosotros.

-¡Zayn! ¡Ven acá un segundo!-exclamó Tom desde la puerta de la casa.

-Papá…-dijo mirándome de reojo.

-Es sólo un segundo.

-Está bien-dijo Zayn haciéndome una seña de “Espera” y saliendo de la casa.

Aún no podía creer que lo tuviera frente a frente de nuevo. No podía creer que tuviera a Zayn Jawaad Malik frente a mí, de nuevo.

¿Saben? No tenía palabras para describir lo mucho que lo necesitaba, y lo mucho que me había hecho falta.

Zayn abrió la puerta de nuevo, y al mirarme, bajó su mirada.

-¿Qué sucede?-pregunté preocupada.

-No nos entregarán el apartamento.

-¿Qué significa eso?

-No tenemos un lugar dónde quedarnos.

-¿Qué?-pregunté alterada.

-¿Podrías dejar de hacer tantas preguntas? No puedo responderlas todas-rió mientras mordía su labio inferior.

-¿Significa que te irás?-asintió levemente-¡No puedes irte!-dije abrazándolo con fuerza-¡No te tuve a mi lado por cinco años, tienes que pagarme el tiempo perdido!-exclamé.

-Linda-susurró-No me iría de tu lado ni aunque mi vida dependiera de ello.

-Tonto-lo golpeé suavemente en el hombro.

-¿Qué?

-No hagas eso.

-¿Qué cosa?-rió.

-Eso.

-¡Zayn!-exclamó Louis mientras corría hacia él.

-¡Louis!-exclamó Zayn para acto seguido abrazarlo fuertemente.

-Eh, sí…yo, bueno, me voy-dijo agitando su mano y subiendo escaleras arriba.

-¿Qué sucede con él?-rió Zayn.

-Es simplemente Louis-reí.

El no contestó nada, simplemente me observó y sonrió.

-¿Qué miras?-pregunté nerviosa.

-No has cambiado-sonrió.

-¿Eso es bueno?-el asintió-Temía que hubieses cambiado-confesé.

-¿Lo hice?

-No lo sé.

-No me gustaría haberlo hecho-dijo antes de ser interrumpido por su tono de celular. Sacó lentamente su celular del bolsillo, y revisó la pantalla-Creo que debo irme.

-¿Sucedió algo?

-¿No te comenté?

-No.

-Tengo novia-dijo intentado curvear sus labios.

En ese “tengo novia” se fueron todas mis esperanzas e ilusiones. Adiós, fé. Adiós, adiós, adiós.

-Bien por ti-dije con el poco hilo de voz que tenía.

-¿Q-Qué hay de ti?-tartamudeó. Solamente negué con la cabeza.

-No creo que haya un chico indicado para mí.

-Estás loca. En algún lugar está tu chico ideal-acarició mi mejilla.

-Creí saber quién era éste…pero nunca sucedió.

-¡Hijo! ¡Debemos irnos!-fuimos interrumpidos, de nuevo, por su “interrumpidor” padre.

-Nos vemos después-besó mi mejilla y se alejó sin decir más.

¿Saben qué fué lo que dolió más? Aún no sé si fué la frialdad de sus palabras. No sé si fueron las mismas palabras, o el hecho de que lo esperé por 5 años. Cinco largos años, y obtuve esto como respuesta.