Un chico que evitaba mi entrada al hospital, sostenía un gran unicornio color morado justo enfrente de su rostro.
Quedé perpleja, se podía decir que ninguno de mis sentidos funcionaba correctamente en ese segundo. La verdad era que no sabía cómo reaccionar, qué hacer, o incluso qué no hacer.
Podría salir corriendo de allí, y evitarlo. O bien, podría tirarme encima de él, y amarlo, amarlo para siempre.
Sabía perfectamente de quién se trataba, conocía cada uno de sus movimientos y reacciones, que prácticamente podía ver su sonrisa del otro lado del felpudo amigo.
Di un paso hacia él, y en un suspiro, solté una lágrima. En un lento y delicado movimiento, el chico removió el unicornio de su rostro, dejándome visualizar a un par de ojos hinchados, y a ese chico que tan feliz me había hecho.
-Lo siento-susurré.
-¿Por qué te disculpas? Soy yo el que vengo a hacerlo-susurró.
-Creí que el unicornio lo haría.
-Él también viene a hacerlo-sonrió.
No hizo falta mirarlo dos segundos para darme cuenta de que él era el amor de mi vida. La persona que más feliz me hacía. Aquella persona por la cual cruzaría el mar. Esa persona por la cual estaría dispuesta a entregarlo todo. Era él con quien yo quería vivir mi vida.
-¿Sabes? Cuando te vi salir del hospital, me di cuenta de cuan estúpido fui. Intenté escapar de los problemas, sin saber que estaba dejando ir a la persona que más amo. En este par de días, me di cuenta de que tú tienes la capacidad de hacerme feliz, más que cualquier otra persona.
-Sé que-solté un largo e indescriptible suspiro-Sé que hice muchas estupideces últimamente. Pero tú siempre estuviste allí para hacerlas conmigo-él sonrió. Elevé mi mano, y la pasé delicadamente por su cálida mejilla-Yo estaría dispuesta a hacerlo todo por ti, porque… ¿sabes algo?
Me dedicó una honesta sonrisa, esperando a que yo prosiguiera.
-Porque, yo te amo. Y eso es de lo único que estoy segura.
-¿Sabes de qué estoy seguro?-sonrió.
-¿De qué estás seguro?-sonreí.
-De que yo te amo mucho más de lo que podrías siquiera imaginar. Al igual que el unicornio-sonrió mientras me entregaba al unicornio.
-¿Nuestro hijo?-solté una risa.
-Es nuestro bebé-rodeó mi cintura con sus brazos-Te prometo que no te volveré a dejar ir.
-Nunca lo hiciste-sonreí mientras agitaba mi muñeca justo enfrente de su rostro. El cascabel del pequeño dije en forma de corazón se hizo espacio entre nosotros.
Una indescriptible sonrisa se formó en su rostro, y lo único que pude sentir después, fueron sus labios rozando los míos.
Nos dimos ese beso tan indescriptiblemente perfecto. Aquel que me demostró que él era el indicado. Que él era el único capaz de hacerme volar sin siquiera elevarme.
-¿Cómo conseguiste el unicornio?-solté una tímida risita.
-Te prometí que lo tendrías-sonrió-Esta mañana fui a recuperar las cosas que olvidamos en el hotel-mordió su labio inferior.
-¿Lo hiciste?-reí.
-Sí, y la feria ya se encontraba allí. Nuestro hijo nació en una feria-sonrió.
-¿Cuál es su nombre?-ambos juntamos nuestras frentes.
-No lo sé, tú eres la madre-rió.
-¡Ya lo sé!-exclamé-Se llamará Jawaad.
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Almost Paradise (Zayn Malik y tu) TERMINADA
RomansaLos días pasarán, y cada vez más te dirán. Lo que fui, y lo que pude ser. Lo que soy ahora, y lo que pude ser. Lo que quizás a futuro sea, y qué no puede ser. Contarán a mis espaldas sólo lo malo. De lo bueno jamás te enterarás. Los días pasarán, y...