❝¡Maldición, me gustas!❞

11

La que podría decirse, ¿Pareja? Se encontraba en aquel mencionado lago, hablando de cosas sin sentido.

Jimin se acercó al lago planeando una pequeña clase de venganza a Yoongi quien lo había asustado.

—¡Yoongi! — Lo llamó fingiendo desesperación.

—¿Que pasó? — Se despertó exaltado al escuchar a Jimin gritar con su clásica voz de ardilla.

—Se me cayo mi pulsera y no la alcanzo — Hizo un puchero y vio como Yoongi se acercaba.

—¿Donde se cayó? — Se inclinó un poco el anterior mencionado y el menor aprovechó a empujar a el mayor mientras empezaba a reír.

Yoongi asomó su cabeza casi matando con la mirada a él rubio.

—Jimin, ven acá travieso — Lo tomo del brazo tirándolo junto a él al lago. Podía ser muy cliché a ojos de los demás pero había un pequeño detalle.

Jimin no sabía nadar.

—¡Hyung! — Chillo el rubio quien se aferró al cuerpo de su hyung.

—¿Que pasa? ¿No sabes nadar? — El peliazul dijo en broma pero al ver la cara de su menor se sorprendió un poco — ¿En serio?

—N-No se vaya a burlar — Bajo la mirada Jimin quien estaba muy apenado — N-No he aprendido porque casi nunca acostumbré a salir y-y jamás quise por miedo a ahogarme o algo así.

—¿Entonces estarás aferrado a mi como un pequeño koala? — Jimin asintió aterrado — Me agrada la idea — Beso la punta de su nariz y el menor sonrió nuevamente con la clásica eyesmile.

—¿Peso mucho? — A el mayor se le fue la sonrisa por la pregunta hecha — ¿Dije algo malo?

—Vuelves a decirme algo así y te suelto dejándote aquí en el lago — Sintió como se aferraban más a su cuerpo — No estas gordo y eres muy liviano, ¿Entendiste? — Suspiro viendo com Jimin no respondía y abrazó su cintura — ¿Ves? Tienes una cintura perfecta viniendo de un hombre, eres mucho más hermoso que cualquier persona en el mundo — Volvió a suspirar — No puedo evitar sentirme culpable por la clase de pensamientos que tienes hacia ti mismo, en verdad lo siento si te hice sentir mal respecto a tu cuerpo, no sabes lo muy arrepentido que estoy y el hecho de tenerte aquí, conmigo, me hace sentir tan jodidamente afortunado, ¿Por qué te tengo Jiminie? No te merezco; perdóname por ser un completo idiota y en verdad lo siento y mucho — Susurró el pálido sintiendo como una diminuta y atrevida lágrima descendía de su ojo izquierdo.

—Y-Yoongi — Susurró hundiendo su cabeza en su cuello — Y-Yo te perdono hyung, p-porque se que en fondo de tu corazón tu no eres malo — Levantó la mirada y la cruzo con la del peliazul.

—No entiendo que hice para merecerte, te aprecio en verdad — Sin dudarlo se acercó y corta la distancia que existía entre ellos besándolo. El beso no era desesperado, era suave y expresaban lo que no podían con palabras, se decían tantas cosas que ni ellos mismos podían expresar con gestos o cualquier otra cosa que no sea eso, un beso.

Jimin se sentía como en el cielo, su hyung había dicho que lo apreciaba, era lo que sus oídos querían escuchar, aquellas palabras se podían volver música para sus oídos.

—Gracias — Susurró cuando se separaron por falta de aire, el menor ladeó la cabeza confundido — Por aceptarme tal y como soy, por perdonar mis errores, gracias.

—No es nada hyung — Beso nuevamente los labios del mayor quien no dudó en corresponder.

Todo en esa escena era perfecto, el momento y las declaraciones que se decían, pero había otro detalle.