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Fue simplemente, perfecto.

No podía describir la manera en la que me sentía al saber que él me había traído a mi casa, aunque viviera lejos se atrevió a caminar de más solo por mi; ok me estoy ilusionando mucho.

Llegamos a la entrada y era señal de que lamentablemente teníamos que separar nuestros caminos.

Pero, ¿Como me despediría? ¿Adiós, gracias por dejarme una marca en el cuello y por encerrarme? No, mala idea.

—¿En qué piensas? — No solo me interrumpían hablando, también pensando — ¿En mí? — Reí bajo.

—Creo que alguien tiene el ego muy alto, ¿No crees?

—¿Jin? Obvio, le gusta dominar a todos, en especial a Namjoon — Volví a reír — No me había dado cuenta de que te ves muy bonito riendo — Wow, muchas confesiones — Y sonrojado pequeño tomatito — Mierda.

—¡Ya! Solo te burlas de mi~ — Hice un puchero.

—Eres muy adorable pequeño — Sonreí un poco, esto era algo nuevo para mí.

—Y tú eres malo conmigo~ — Beso la punta de mi nariz mientras acariciaba nuevamente mis mejillas, ¿Ahora era cursi? Me encanta.

—Te veo mañana, tomatito — Dirigí mi mirada a sus labios, tenía muchas ganas de hacerlo pero me iba a contener — ¿Quieres besarme?

—¿Q-Que? No, no para nada, ¿Como crees? Pfff — Cuando estaba nervioso hablaba demasiado, ahora entiendo el porqué me interrumpen — Osea si quiero, ¡Espera! No, no quiero, bueno si, bueno no se pero no es m- — Me dio un corto beso.

—Hablas mucho — Volvió a reír y se separó dejando mi rostro, su tacto era muy suave.

—Hasta mañana hyung~ — Me dedicó una última sonrisa besando mi mejilla y se fue dejándome como un tonto embobado; espera, ya lo era.

Busque las llaves de mi casa las cuales afortunadamente no olvide. Me dispuse a caminar hasta la entrada de mi casa pero cuando quise introducir la llave la puerta fue abierta por sorpresa, dejándome atónito.

—Jimin — No podía ser, ¿Que estaba haciendo aquí?

—¿Mamá? — Exclame desesperado, no me respondió y de un jalón me metió a mi casa — ¿Q-Que haces aquí? N-No recuerdo haberte pedido que vinieras — ¿Sonaba rudo? Aún no han conocido a mi madre.

—Quería darte la sorpresa de que había venido a visitarte para llevarte a Busan unos días y así vieras a tu padre — Rayos, mi padre siempre fue bueno conmigo, pero esa etapa solo llego a los 11 años cuando mi mamá le pidió el divorcio — Pero la sorprendida fui yo al verte afuera, ¡Con un hombre! — Creo que yo también salí sorprendido, ¿Me vio con Yoongi? Creo que ya no la cuento.

—Dios, ¿Mi único hijo? ¿Un homosexual? ¿Un marica? ¡Ni muerta! — Fue ahí cuando sentí el primer golpe, directo a mi mejilla; aquella que había sido besada por Yoongi — ¿Que es esa cosa que tienes en el cuello? — Jalo de mi camisa y recibí otro golpe — ¿También te dejas marcar? Hubiese preferido una hija puta a un hijo como tú.

—M-Mamá, por favor, d-dej- — Otro golpe.

—¡Yo no soy la mamá de una mariquita! ¡Cállate, cállate! — Me hice aquella típica bolita sin evitar que las lágrimas salieran, mi vista era borrosa — Eres una vergüenza para la familia.

❝¡Maldición, me gustas!❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora