❝¡Maldición, me gustas!❞

22

—¿Q-Quién eres? — Susurró el menor mirándolo.

El ambiente estaba tenso, ninguno de los dos sabía que decir al respecto, el mayor estaba intentando recordar que era lo que le iba a decir pero no pudo evitar distraerse por lo muy adorable que se veía Jimin confundido.

Era eso o definitivamente estaba muy enamorado.

Por otro lado, el menor se había regañado mentalmente por despertarse, hubiese dejado que siguiera acariciando su rostro.

O muy en el fondo, que lo besara.

Estaban tan sumergidos en sus pensamientos que el sonido de la puerta abriéndose los asustó un poco.

—Jimin ya lleg- — Habló Taehyung pero se interrumpió a si mismo al ver la escena en la que se encontraban sus amigos.

—T-Taehyung y- — Fue interrumpido.

—No hace falta que me expliques Jimin, te busco más al rato ya que venia a preguntar cómo te sentías pero resulta que estás muy bien — Rieron levemente él y el peliazul — Te veo luego — Salió sintiéndose un poco mal porque casi estaba dejando a Jimin con un extraño.

Pero tenía un asunto que arreglar, Jungkook y Hoseok.

[ j i m i n - p o v ]

Mientras Taehyung se iba ahí también iban mis esperanzas e ilusiones de vivir.

TAEHYUNG PORQUE ME ABANDONAS NO QUIERO MORIR JOVEN AYUDAAA

—¿Te sabes su nombre? — Preguntó de la nada el peliazul a lo cual yo asentí.

—¿Q-Qué haces aquí? ¿D-Donde está t-tu novia? — De la nada, empezó a reírse.

No entiendo que le ve de gracioso, ¿Se acordó de un meme o algo así? Ahora que lo pienso, nunca respondió la primera pregunta que le hice antes de que apareciera Taehyung.

—¿Qué tiene que ver mi prima en esto? —
Dijo después de secar las pocas lágrimas que se asomaban por su rostro.

—¿¡Prima!? — Me levanté rápidamente de la cama, ¿Estaba en una relación con su prima? — ¿Andas con tu propia prima? — Pregunté incrédulo.

—¿Qué? No, nunca andaría con Hyuna, asco — Sentí como el aire regresaba a mi internamente, me encontraba bastante aliviado — Ya ando con alguien más — Se encogió de hombros y no se porque, pero me sentí algo humillado.

¿Y si el sabía lo que inundaba mi corazón y por eso era así de cínico? Malditos heterosexuales, ¡No los entiendo!

—¿C-Cuál es tu nombre? — Pregunte intentando que mi voz no sonara entrecortada.

—No puedo decírtelo — Se acercaba, se estaba acercando, ¡Aléjate heterosexual!

—¿P-Por qué? — Susurré mirándolo bastante nervioso.

—No soy el indicado — En realidad si, ¡Es tu nombre! — Ella lo hará — Dio un pequeño golpe en mi cabeza el cual si dolió pero decidí no darle mucha importancia.

—¿E-Ella? — Ladeé la cabeza un poco sintiéndome muy confundido.

—Recuerda, yo se que tú puedes — Susurró, sentí como iba a morir lentamente con que solo me susurrara, su voz sin duda alguna me emboba — Recuérdame, por favor.