El sol lo despertó al iluminarse sobre su rostro. Estaba acostado sobre la cama, no tardó mucho en despertar y al instante le dolió la cabeza.
-E...Esta...habitación, ¿En dónde estoy? -se preguntó.
No era su habitación, este lugar no la conocía en absoluto. Nunca en su vida lo había visto así que comenzó a hacer memoria. Ayer...Elena...restaurant...celular...Cosmopolitan...Deb...Caterine. Dios, Caterine.
-Joder, mierda, joder, maldición...eres un estúpido-Comenzó a insultarse mientras se levantaba apresuradamente de la cama. Estaba desnudo. Tomó su ropa y se cambió apresuradamente.
Se dirigió al baño y se mojó la cara mirándose al espejo.
-Caterine.
Salió de aquella habitación sabía que era la habitación de Deborah y sabía que se la encontraría al otro lado.
- ¡Matthew! Ya despertaste-dijo en tono coqueto.
-Tú y...yo...
-Si Matthew, ¿no lo recuerdas? Ayer hicimos el amor.
- ¡Joder Deborah! ¡Estoy casado! -Soltó sin más.
Deborah abrió los ojos lo más grandes que pudo y su boca formó una perfecta "O". Quedo estupefacta.
- ¿Perdón? -logró decir al fin.
Matthew se dio cuenta de lo que había dicho, ella aún no sabía de Caterine, había cometido un grave error.
-Yo...estoy casado.
-¿Caterine?
- ¿Cómo lo sabes? -Dijo un tanto aturdido.
-Ayer cuando lo hacíamos me llamabas Caterine-estúpida-dijo en un susurro.
-Maldición Deborah yo no lo hice, no estaba en mis cinco sentidos.
Rebusco en su chaqueta el celular.
-Mi celular, dámelo-le exigió.
- ¿Le llamarás a tu noviecita? -Chilló.
-Dámelo por favor.
- ¿Y que si no?
- ¡Deborah, esto no es juego joder!
-Admite que te la pasaste bien anoche.
-Por Dios, ni siquiera recuerdo nada después de que tomé el último trago.
Como pude volver a caer, no bastó con lo de Lauren-pensó el castaño-eres un ingenuo Matthew.
15 llamadas perdidas, diez de Caterine y cinco de Elena.
No puedo llamar a Caterine mucho menos a Elena, esto lo debo hacer personalmente. Necesito cerciorarme de que ella este bien, solo eso. Estúpido, esta vez Caterine no te perdonará.
Era en lo único que podía pensar durante su camino de regreso.
-Y para colmo este estúpido tráfico, lo único que me faltaba en este día de mierda.
Entre tanto tráfico y ruido Matt tomó su celular y llamó a su esposa pero nadie contesto.
Llamó a su casa y lo mismo, el teléfono sonó una, dos, tres, cuatro y nadie contestaba. Esto no era normal.
¿Acaso podía estar molesta?
**-**
18 de marzo del 2014
El día anterior.Cate estaba con sus hijos terminando de darles de comer. Hacía más de tres horas que Matthew se había ido, no era algo extraño dijo que debía hacer algunas cosas.
-No demorará demasiado-pensó ella.
Sin embargo tenía un extraño presentimiento, algo muy dentro de ella le decía que Matthew estaba en problemas. Confiaba en él.
Los niños por fin se durmieron.
Caterine ahora tenía más tiempo para pensar, ya había pasado una hora más y decidió llamar a Elena en vez de a Matthew, tal vez él estaba en un asunto importante y no quería interrumpirlo.
- ¿Elena?
-Sí, soy yo...tu eres...Caterine, ¿eres Caterine?
-Si soy yo...
-Hola Cate, me da gusto escucharte ¿pasa algo?
-Oh no nada, solo quería conversar un rato.
-De acuerdo, me parece bien, ¿esta Matthew por ahí?
-No aún no llega, él fue al trabajo tenía algunos asuntos que arreglar pero...ha demorado un poco.
- ¿Ya le has llamado?
-No...tal vez este ocupado...
-Caterine, no pierdes nada con hacerlo, estoy segura de que si le llamas no tendrá ningún inconveniente en contestar.
-Tienes razón lo haré en un momento más. Gracias. ¿Tú no sabes nada sobre él?
Silencio.
- ¿Elena?
-Sí, lo siento, le llamé hace un par de horas...si...
- ¿Qué dijo?
-Él...estaba en el trabajo...-intentó parecer segura.
- ¿Sabes algo más? - sospechaba algo.
-Mmmm... ¿te parece si voy a tu casa?
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EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)
RomantikMatthew y Caterine se conocieron hace más de un año a causa de una estafa que al final no pudo realizarse pues los planes no salieron como se tenían previstos, Justin se enamoró de Caterine y todo lo que hacía lo hacía porque en realidad la amaba, y...