Capítulo 36

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Matthew salió del hospital una vez oído la dirección que Deborah le había dado, Alex aún vivía en el mismo lugar de siempre y sin dudarlo ni un minuto se dirigió hacia allá.

No podía creerlo, cómo había sido posible que él le hiciera eso, que todo el tiempo lo hubiera engañado. Matthew estaba tan furioso que no pensaba en nada más matarlo, en hacerlo sufrir y pagar por todo lo que le había hecho, por lo que le había hecho a Caterine. No merecía vivir, Alex debía pagar y él debía estar en el lugar de Caterine, él debía estar en esa camilla, en coma.

Matthew toco la puerta tan fuerte que parecía que la llegaría a tirar si la volvía a tocar. Nadie salía y él comenzó a gritarle a Alex para que este saliera.

– ¡Sal de ahí, estúpido! ¡Sal maldito!

La puerta se abrió dejando mostrar a un Alex enfadado pero Matthew no se intimido el siguió con su mirada fría. – ¡¿Qué diablos haces aquí?!

Alex no podía creer que el estuviera ahí frente a él, se suponía debía estar muerto o en el hospital.

– ¡Maldito!

Matthew se abalanzo junto a él y le dio un buen golpe que lo dejo tirado en el piso, Alex quedo inconsciente por un momento y luego se reincorporo. Aun no entendía a que venía todo esto.

Alex sonrió amargamente– ¿A qué se debe este golpe?

– ¡Caterine está en coma por tu culpa! ¡Tú eres el culpable del estado en el que ella se encuentra! –soltó.

Alex lo miro profundamente, no estaba mintiendo. No dijo nada, solo se sobaba en donde Matthew lo había golpeado.

–Y...yo, no quería, esa...esa no era mi intención–dijo al fin.

–Te fallaron tus malditos planes, yo estoy aquí y casi has matado al amor de mi vida.

Alex podía entender a Matthew esta noticia probablemente le dolía de la misma manera en la que le dolía a él.

Matthew tomo a Alex de su ropa y lo azoto contra la pared–Alex gimió de dolor–y lo detuvo frente a él, aun con la mirada fría le dijo.

–Espero que por tu bien ella se recupere y despierte porque no sabes de lo que soy capaz de hacer en estos momentos, ella no debe...nunca debió estar en donde está ahora, por tus jodidos planes la estoy perdiendo. –le soltó un golpe en el estómago.

Alex se quejó y poso sus manos sobre su estómago para apaciguar el dolor.

Matthew sintió que alguien lo tomaba por la parte de atrás alejándolo de Alex pero este se resistía a dejarlo. Era Joe el que le decía que no valía la pena y lo apartaba al momento en el que unos policías tomaban a Alex y lo reincorporaban aún tenía las manos en el estómago logro decir. –Nunca fue mi intención, tú debías estar en su lugar.

Los policías se llevaban a Alex y Joe se quedó con Matthew quien no se había percatado de que Deborah y Louis también se encontraban ahí hasta que giro su mirada a la puerta y los vio.

–Déjame. Quiero estar solo.

Matthew salió de ahí, subió a su auto y se fue. Puso música en el volumen máximo y piso el acelerador. No sabía a donde se dirigía solo quería huir y dejar todo atrás.

Deborah estaba hablando con uno de los policías y luego le notificó a Joe que iría con ellos para declaras, a fin de cuentas ella era la que lo sabía todo, la que de una u otra manera había sido cómplice de todo lo que Alex había hecho. Joe asintió y la dejo ir.

Louis prefirió regresar al hospital pero sin antes haber pasado por su departamento para ver cómo se encontraban los niños.

Joe quería a buscar a Matthew pero no sabía en dónde encontrarlo. Lo llamo mil veces a su celular pero nunca contesto, mandaba a buzón y luego nada. Había pagado el celular.

Matthew fue claro, no quería que nadie lo molestara y apago su celular, no quería saber nada sobre nadie. Ahora no, no estaba de buenas como para hablar. Piso el acelerador aún más y se le va el volante por un momento pero logra reincorporarse, ahora ya nada le importa.

Al notar que Matthew no le contesta prefiere regresar al hospital y esperar a recibir noticias de Caterine para poder notificárselas a su amigo, le había prometido que estaría al pendiente de ella y que le informaría por alguna novedad.

En el fondo sabía que esa noche no daría un paso por el hospital y que muy probablemente se emborracharía, le daría un tiempo para que se calmara y luego iría a buscarlo al bar de siempre, al que solían ir los dos cuando querían olvidarse de algo.

Cuando Joe llego al hospital Louis no estaba y se alegró al no tener que verlo, a veces le molestaba su presencia porque se comportaba como el típico hermano protector, Joe no se sentía a cómodo con él a su lado.

Se acercó a una de las enfermeras para preguntar por Caterine pero no le dieron respuesta, todo seguía igual hasta ahora.

Después de una hora Louis llego y se encontró con Joe.

– ¿Alguna novedad?

–Nada, todo igual.

Louis se sentó a su lado y Joe le indico que iría a buscar a Matthew quien ya debía estar en el bar de siempre. Luis asintió y dejo que se marchara, ahora él pasaría ahí la noche esperando alguna noticia.

Joe marco al celular de Matthew al salir del hospital para ver si ahora si le respondía y lo hizo le respondió.

Escucho una voz ronca y melancólica al otro lado de la línea. –Déjame solo.

– ¿En dónde estás?

–No te importa.

– Matthew no lo estás haciendo bien. Dime en donde estas, no dejare que cometas una de tus tonterías.

–Por favor Joe, ¿así te llamas no?....déjame en paz....vete a casa.

–No te dejare, eres mi amigo. Estas bebiendo.

–No lo estoy haciendo...solo vete...déjame....espera.

Joe iba a colgar, ya sabía en donde se encontraba y que era lo que estaba haciendo. Matthew se delataba solo cuando bebía.

– ¿Qué pasa?

–Dile a esa chica de ojos hermosos que la extraño.

– ¿Caterine?

–Qué bonito nombre...ella. Dile que hoy llegare tarde....dile que me perdone.

–Voy para allá.

Joe colgó y Matthew seguía hablando al celular hasta que noto que estaba hablado solo.

–Dile...dile que la amo y que....que no me deje solo...

a parte de Ś& 

EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora