Capítulo 24

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Matthew la alcanzo antes de que entrara al departamento de Louis, la tomo por el hombro justo antes de que tocara el picaporte y la giro hacia él recargándola sobre a la pared. Se aproximó a ella y pudo sentir su respiración frente a él.

Estaba llorando y él seco sus lágrimas.

–Caterine lo lamento, no quiero verte sufrir y no sabes lo mucho que me odio por haberte hecho llorar y sufrir todo este tiempo...–Esperaba respuesta pero no la hubo–sé que hice mal pero estoy aquí para arreglarlo todo–Caterine bajo la mirada reprimiendo un sollozo– mírame–Le levanto la cara y la miro fijamente a los ojos. –Te amo y que no te quede ninguna duda de eso, por eso estoy aquí porque quiero recuperarte.

– Matthew, creo que no es un buen momento para esto. –dijo sollozando.

–Sí, Si lo es Caterine, si no lo hago ahora ¿Cuándo tendré otra oportunidad? –Llevo sus manos a la cara de Caterine mirándola y recargando su frente junto a la de ella.–Sé que hice mal y yo también sufrí, sufrí cada día por no tenerte a mi lado, por no estar con nuestros hijos...por haber perdido a mi familia a lo que más quiero en este mundo.

–No entiendo por qué lo hiciste.

–Se salió de mis manos...verte con él apunto de besarte me hizo sentir un nudo en el estómago...–se quedó en silencio y la miro llorar de nuevo, ahora lo entendía, entendía su sufrimiento eso era lo que ella había sentido al ver la foto que Deborah le había mandado, probablemente sintió algo peor. –Ahora lo entiendo...se lo mucho que sufriste.

Matthew tomo sus cálidas manos. –Ella me drogo y cuando desperté ya estaba sobre su cama, ni siquiera recuerdo nada después de haber quedado inconsciente– Matthew sonaba realmente arrepentido–, yo solo quería que nos dejara en paz fui a hablar con ella, dijo que todo estaba bien solo una copa y no me molestaría de nuevo...fui un estúpido no entiendo como pude caer de nuevo, no quería perderte–se llevó sus manos a su pecho señalando su corazón. –Se salió de manos...Te amo–después suspiro, en verdad la amaba.

–Yo también te amo. –dijo pegándose a él, lo abrazo y recargo su cabeza sobre su pecho, se le escaparon una cuantas lágrimas. Matthew también la abrazo y se recargo sobre su cabeza, no quería despegarse de ella y la abrazo como nunca, con miedo a perderla de nuevo.

–Perdóname Caterine–dijo apartándose de ella, necesitaba escuchar que lo perdonaba. –estaré de acuerdo si dices que no pero no me odies.

–No te odio y si, en su momento estuve enojada pero te amo y no podría vivir sin ti un día más.

– ¿Eso significa que si? –dijo limpiándose las lágrimas y sonrió al momento.

–Si Matthew te perdono–.Dejo escapar una sonrisa.

– ¡Gracias Caterine, gracias! –Dijo mientras la tomaba inesperadamente de la cintura y la alzaba dándole vueltas como una niña chiquita.

– Matthew –chillo.

–Oh si lo siento. –la bajo dejándola sobre la pared de nuevo esta vez quedando más cerca el uno del otro, ambos se miraron luego Matthew miro a Caterine morder su labio inferior y con su dedo se lo bajo delicadamente, eso lo volvía loco, no aguanto más el deseo y la beso.

Dios como extrañaba la sensación de tener sus labios sobre los de él, cálidos. Los acaricio con sus propios labios, ella respondió y poco a poco los abrió dejando que sus lenguas se encontrarán haciendo una especie de baile dentro de sus bocas, se sentía tan bien. Se despegaron por un momento cuando el aire les comenzó a faltar. Pero al instante se unieron de nuevo. Matthew la tomo por la espalda metiendo sus manos sobre su delicada blusa, acariciando su suave piel y Caterine acaricio su cabello. Su respiración comenzó a entrecortarse y si alguien no paraba podían llegar a más ahí mismo.

– Matthew –dijo entrecortadamente.

– ¿Si?

–No...–besos–podemos...seguir.

– ¿Por qué? –Besos. Ahora pasaba a su cuello.

–Porque... estamos... fuera del... departamento... de Louis.

– ¿Y? – Matthew no podía concentrarse y gimió. Caterine sintió un bulto sobre su entrepierna.

–Matthew para. No es el momento. –dijo jadeante.

–Caterine... sabes... que... si... lo es. –Matthew no podía parar.

lo aparto de ella– ¿Estás loco? –rio cuando vio el cabello de Matthew alborotado.

–Sí, tú me vuelves loco, ¿de qué te ríes?

–Tu cabello, esta...–le hizo una seña de alborotado. –será mejor que entremos pero antes...– Matthew acomodo su cabello y al ver que Caterine miraba entre sus piernas se dio cuenta del bulto que había ahí dentro.

–Joder. –estaba duro y él no pudo evitar sonrojarse un poco. – ¿Tienes hielo?

–Hahaha ¿estás loco? no tengo.

–Bueno creo que tendremos que esperar aquí un rato.

Matthew y Caterine se sentaron junto a las escaleras cerca de la puerta y estuvieron platicando sobre cosas que no se dijeron antes y que creyón era momento de decirlas.

Caterine se recargo en él mientras escuchaba lo que el castaño le decía y Matthew la tomo en sus brazos. Un par de minutos después Caterine cayó dormida y Matthew la contemplo por un rato aparto un pequeño mechón de cabello que tenía sobre la cara y le beso la frente.

El castaño la tomo en sus brazos y la llevo a dentro del departamento. Cerró la puerta con el pie y al verlos Louis le indico en donde estaba su habitación. Matthew se dirigió hacia la habitación indicada con en manos y la recostó sobre la cama.

La contemplo por un momento y luego paso a donde se encontraban sus hijos, reviso que todo estuviera bien y luego se sentó sobre la cama junto a Caterine, le quito los zapatos con delicadeza y ella dijo en un murmuro.

–No quiero que te vayas, quédate con migo por favor.

– ¿Puedo quedarme contigo esta noche, junto a ti? –Le pregunto.

–Estaré más que encantada de eso. –y luego cayó dormida de nuevo.

Matthew se quitó los zapatos y se recostó junto a ella quedando frente a frente, la observaba y se durmió contemplándola. La abrazo.

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EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora