EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)

Capítulo 26 parte I

–Quiero presentarles a alguien. –Dijo Matthew sabiendo lo que le esperaba.

Estaban cerca de un parque y en unas cuadras más estaría el lugar al que Matthew quería ir.

Louis ya se había ido debido a asuntos de trabajo, era domingo pero él ahora era el dueño de la empresa después de la muerte de sus padres y como él era el hermano mayor pasó a ser el dueño al instante.

Matthew se quedó con las dos chicas y aun siguieron recorriendo la ciudad.

–Un viejo amigo que encontré el día que llegue a esta enorme ciudad. –Continúo diciendo el castaño.

–Mmm estas muy misterioso Matthew –Le dijo Caterine con una sonrisa.

Matthew se rasco la cabeza–Es que no es fácil, creo que me mataran. –El castaño sintió su corazón paplitar.

– ¿Es algo realmente malo? –Pregunto Ann.

–Bueno, para mí no lo es...pero nunca se sabe con una mujer ¿verdad chicos? –Derek y Dustin rieron.

–Pues veamos quien es ese amigo tuyo. –Caterine se puso en marcha y Matthew comenzaba a arrepentirse de haberles dicho que quería presentarles a alguien.

–Creo que mejor lo dejamos para otro día. –Matthew se detuvo.

–No señor–le dijo Caterine, tú nos trajiste, ahora nos llevas.

–Cielos Caterine cuando te aferras a algo no hay ni quien te saque de eso–.Matthew estaba nervioso.

–Vamos Matthew no puede ser tan malo. –Le reprendió Ann mientras lo jalaba para que caminara.

–De acuerdo, de acuerdo vamos, pero no sé si este en casa, no le avise que iría a verlo.

–Matthew no nos estés dando largas–Matthew amaba cuando Caterine se ponía así.

–No lo hago, solo digo la verdad. –Matthew se detuvo de nuevo. –Aquí es.

Las chicas se detuvieron. –Vamos entonces.

Matthew tocó el timbre deseando que nadie le abriera.

–No está, no abre nadie vámonos. –Matthew estaba bajando las escaleras cuando se escuchó un chirrido en la puerta.

Era él abriendo la estúpida puerta.

Joe se quedó estupefacto cuando vio a su viejo amigo con un niño en brazos pero más cuando giro la mirada y vio a Caterine con Ann y otro niño idéntico al anterior, un escalofrió lo recorrió por todo el cuerpo al encontrarse con la mirada de Caterine.

–Amigo–. Dijo Matthew con cara de culpabilidad.

Caterine no podía creerlo, ni mucho menos Ann, no podían creerlo era Joe.

¿Cómo podía ser posible? No había sido coincidencia. Todo estaba planeado.

– ¿Quieres explicarnos que es esto Matthew Michael Coleman? –Espeto Caterine.

Matthew cerró los ojos cuando escucho decir a Caterine su nombre completo.

– ¿Podemos pasar? –Le pregunto el castaño a Joe quien le dirigió una mirada de– ¿Qué se supone debo hacer?

–Claro adelante es su casa pasen.

Las chicas pasaron primero y el último fue Matthew, antes de que este pasara Joe lo detuvo.

–No recuerdo haberte escuchado mencionar que tenías hijos y mucho menos que eran gemelos.

–No, creo que olvide mencionarlo, son lindos ¿cierto? Tan sexys como su padre.

–No es momento de tus bromas, ¿Qué debo hacer? ¿Por qué las trajiste aquí?

–Creí que era buena idea pero para cuando quise arrepentirme ellas no me dejaron y no pude hacer nada al respecto. Solo les diremos la verdad, no hay nada que ocultar.

–Así que ya está todo arreglado. –Dijo Joe a Matthew y a Caterine.

Todos estaban en la sala a excepción de Dustin y Derek que cayeron dormidos pocos minutos después de haber llegado a las casa de Joe.

La casa era muy hermosa y bastante acogedora. Demasiado limpia tomando en cuenta que un hombre vivía ahí–pensaron las chicas–. No era por ser feministas pero es muy raro encontrar a hombres así, definitivamente era un buen partido.

–Si al parecer todo está bien ahora–Comento Caterine. –Pero yo quiero saber algo.

Ahí estaba lo que Matthew estaba esperando prácticamente desde que entraron a la casa, por un momento creyó que se le había olvidado pero al parecer no era así. A Caterine nunca se le escapaba nada.

–Si yo igual quiero saberlo. –Dijo Ann que también se moría de curiosidad por saber aquello que no cuadraba entre lo que habían vivido días antes.

Era una especia de caso del FBI.

–El día en el centro comercial ¿lo recuerdan?

Ambos chicos asintieron culpables.

– ¿Podrían ser tan amables de decirnos que fue lo que ocurrió exactamente? Es decir estoy bueno creo que hablo por Ann también y estamos confundidas, siento que hay una parte de esa historia que no conocemos.

–Dios esto parece una sala de acusaciones del FBI–Sonrió Joe.

Bueno a pesar de todo Joe nunca perdía su buen sentido del humor y que se diga de Matthew que era el rey en eso de salirse con la suya.

– ¿No fue coincidencia entonces? –Pregunto Caterine.

–Espera, si estas tratando de insinuar que las teníamos vigiladas y que todo esto fue planeado, no fue así. –Se apresuró a decir Matthew en su defensa y no solo en su propia defensa si no en la de su amigo también. Pero Matthew era el más culpable de los dos, él fue el de la idea.

– ¿Entonces? –Intervino Ann aún sin entender nada.

–Nosotros no sabíamos que ustedes estarían ahí–Dijo Joe. –Solo decidimos salir un rato y pasamos por ahí justo en el mismo centro comercial al que ustedes decidieron ir también.

–Sí, fue algo espontaneo, quería salir un rato y olvidarme de todo. –Prosiguió Matthew –Así que le propuse a Joe salir un rato de casa y el acepto como buen amigo.

–Sí, verán–Joe se acomodó–hace mucho que no nos veíamos y encontrarlo de nuevo me hizo recordar viejos tiempos. Volviendo a lo anterior, entramos al centro comercial, Matthew me iba hablando sobre una canción...

– ¡La canción! –Intervino de golpe.

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