Capítulo 29

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– ¿Deborah? –Pregunto esperando que siguiera conservando el mismo número.

–Que ganas de despertarme a primera hora del día. –Dijo un poco molesta recordando esa voz. –Creí que nunca volverías a llamar. –Deborah se levantaba muy lentamente de la cama mientras bostezaba y se dirigía hacia la ventana para abrir las cortinas y admirar la hermosa vista de la ciudad de California que tenía frente a ella mientras escuchaba las locuras de Alex.

– ¿Estás hablando enserio? No lo puedo creer, jamás creí que se volverían a encontrar–Deborah estaba impresionada con cada cosa que Alex le decía.

–Así es mi suerte nena.

Deborah se paseaba ente su habitación. – ¿Y cómo reacciono cuando te vio?

–Mmm...digamos que no muy bien, hubo una pequeña pelea, creo que yo hubiera reaccionado igual si alguien besaba a mi esposa.

–Espera ¿la besaste? –Deborah rio aún más.

–No, estuve a punto pero él llego y no lo permitió–Alex recordaba aquel momento con claridad mientras se lo contaba a su querida Deborah.

–Así que él está ahí, mi amado Matthew está de nuevo con esa tipa. –Dijo mientras tomaba un mechón de su pelo y lo enredaba ágilmente en sus dedos, su mirada indicaba que tenía un plan.

–Espera, ¿tú eres la razón por la que ellos están acá? No puedo creerlo.

Deborah le conto a Alex todo lo que había hecho y este escucha con atención.

–Tienes que ayudarme con Caterine.

–Estás loco Alex, yo...

– ¿Tienes un plan cierto? –Alex sonreía al otro lado de la línea, la conocía bastante bien.

–Lo tengo, pero ¿que gano yo a cambio?

–Tú te quedas con Matthew y yo con Caterine, ambos ganamos.

– ¿Qué si todo sale mal? Yo ya hice lo mío y Matthew ...está claro que ya no me quiere a su lado.

–Yo sé que aún lo amas. –Alex intentaba persuadirla. –nada saldrá mal.

Deborah colgó después de ponerse de acuerdo con Alex. Saldría a primera hora hacia New York el día siguiente y Alex estaría allí para esperarla.

**—**

– ¡Joe! Que gusto me da verte de nuevo. –Dijo Matthew al ver a su amigo en el bar en el que quedaron de verse, tenía mucho que hablar.

– Matthew –tomo un sorbo de su bebida–creí que no llegarías.

–Lo siento estaba con Caterine haciendo unas cosas–Los ojos de Matthew brillaron.

–Ya me imagino que tipo de cosas hermano.

Matthew sonrió y se sentó a su lado, pidió lo mismo que estaba tomando Joe y la charla comenzó, la música estaba a un volumen considerado era Sex on Fire de Kings Of Leon y en él se podía ver a algunas personas bailando y disfrutando de la noche. –Amo esa canción pensó.

Ambos se miraron y luego Matthew sonrió. –Ve al grano Coleman–le dijo su amigo ayudándole a decir lo que tenía que decirle.

–Esperaba que lo dijeras. –Dejo su copa de Gimlet sobre la mesa.

–Ya lo dije, ahora habla.

–Alex llamo hace dos días, no sé cómo mierda consiguió mi número.

Joe tomo un trago, la música seguía sonando en el bar ahora era Witchcraft de Pendulum y Joe solo se limitó a asentir.

–Tal vez sea solo mi imaginación pero creo que él no nos hará ningún bien a Caterine y a mí ya sabes, cuando Alex se aferra a algo nadie puede hacer nada.

Joe casi se ahoga con su Gimlet al escuchar lo que Matthew le dijo. – ¿Enserio? Creo que no es el único.

Matthew lo miro seriamente. –De acuerdo, creo que no debes preocuparte, Caterine es tu esposa y él no puede interponerse en su relación y más ahora que las cosas ya se solucionaron, lo que paso con Deborah fue algo completamente distinto ustedes no estaban comprometidos ni mucho menos casados, no creo que se atreva a hacer algo.

–No sé, no me fio de él.

–Solo esta jodiendote Matthew, él no pensó llegar a verte de nuevo y mucho menos con una hermosa familia, con dos gemelos, solo–Tomo otro trago–lo tomaste por sorpresa.

–Tienes razón pero más le vale que no se vuelva a acercar a Caterine de nuevo.

**—**

– ¡Ann! –Caterine la llamo para saber cómo estaba ahora que había regresado a California. – ¿Cómo estás?

–Hola Caterine todo está bien por aquí, perdón por no llamarte en cuanto llegue pero estaba realmente cansada y luego tuve que desempacar y–suspiro–bueno ya sabes lo mismo de siempre ¿Cómo te la estas asando tú?

–Genial, todo va mucho mejor, te extraño amiga.

–Yo igual lo hago, no creas que me la paso bien sin ti...tal vez este de vuelta en un par de meses.

–Eso me agradaría, los niños también te extrañan.

Caterine se recostó sobre el sofá y estuvo platicando un buen rato con Ann, tenía muchas cosas que decirle pero por alguna extraña razón olvido decirle lo de la llamada de Alex, no creyó que fuera alfo realmente importante.

Encendió la Tv y estaba viendo una especie de noticiero nocturno esperando mientras Matthew regresaba del bar al que había ido con Joe, después de todo él necesitaba estar un rato con su amigo que no veía en años y ella no se opondría a dejarlo ir, no era la típica chica celosa.

Después de unos minutos escucho que alguien trataba de abrir la puerta, era Matthew y cuando entro la vio descansando sobre el sofá con la Tv prendida y se acercó a ella dándole un beso en la frente lo que hizo que se despertara, solo un poco.

Matthew apago la Tv y la tomo en sus brazos para llevarla a la cama.

–Llegaste. –dijo aún entre sueños.

–Lo hice, debes descansar ahora. –le sonrió y la dejo sobre la cama, le quito sus zapatos y luego le coloco una sábana encima. Él se sentó sobre la esquina de la cama y luego se desvistió para colocarse junto a ella.

La beso y Caterine correspondió. Cayeron dormidos.

EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora