EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)

Capítulo 39

– Matthew –lo despertó aquella voz, llamándolo al parecer desde hace un buen tiempo. El aún se encontraba recostado sobre la camilla con Caterine a su lado.

– ¿Qué paso? –logro decir al tiempo en el que se frotaba los ojos.

–Te has quedado dormido.

–Lo se...–se reincorporo.

–Solo podíamos estar con ella un momento.

– ¿No puedo quedarme toda la noche con ella?

Joe sonrió al ver a su amigo aun somnoliento y se acercó a él para susurrarle algo al oído. Matthew sonrió.

–Se lo preguntare pero no estoy seguro de que deje hacerlo.

Matthew salió de la habitación junto con Joe y se encontraron con el doctor que atendía a Caterine y le pregunto si podía quedarse con ella esa noche

–Solo si promete no hacer nada indebido.

–Por supuesto yo la cuidare.

Matthew regreso a la habitación y Joe se despidió de él, tenía que ir a descansar y le dijo que llevaría a Elena a casa.

–Sí, sobre eso, luego hablamos. – Matthew cerró la puerta tras de sí.

Joe no sabía a qué se refería con lo último que le había dicho su amigo y creyó que podría ser porque estaba aún dormido así que lo le tomo importancia a su comentario y se fue con Elena.

Matthew se volvió a recostar sobre la camilla y le dio un último beso de buenas noches a Caterine.

**—**

A la mañana siguiente Matthew despertó no recordando en donde se encontraba pero luego vio a Caterine a su lado y recordó todo.

Ya han pasado cuatro días y Caterine aun no despertaba, no mostraba señas de recuperación o algo que los hiciera recuperar las esperanzas. Matthew salió de la habitación por un momento para ir por un café y luego entrar de nuevo a ver a Caterine, no quería apartarse ni un momento de ella.

Cuando salió no había nadie conocido en la sala de espera, se le hacía raro que Louis el hermano protector no estuviera ahí ya, tal vez se quedó con los niños más tiempo. Derek y Dustin también necesitaban a Matthew por lo que decidió pasar a verlos más tarde.

Joe tampoco estaba ahí ni mucho menos Elena ni Ann, que raro. Tal vez era muy temprano para que ellos estuvieran ahí.

Sin más el castaño fue directo a comprarse un café y luego de terminárselo le hizo una pequeña llamada a Joe para asegurarse de que todo estuviera bien.

Todo estaba bien, ellos llegarían más tarde.

Al entrar de nuevo y dirigirse a la habitación en la que se encontraba Caterine se le ocurrió que podía cantarle una canción. Y así lo hizo, se acercó a ella y le canto al oído mientras tomaba su mano.

Sintió un dijeron movimiento en la mano de Caterine, sintió que por un momento lo tomo de la mano pero luego creyó que solo había sido imaginación suya y siguió cantando.

Su corazón palpado demasiado rápido ante esa reacción, tal vez en verdad Caterine se había movido y por un momento le dio la esperanza de nuevo de que pronto despertara.

Al terminar la canción decidió salir a buscar al doctor e informarle sobre lo ocurrido hace unos momentos y este entro a darle una revisión.

Después de un rápido chequeo que para Matthew duro mucho el doctor le dijo que no indicaba nada, que ella seguía igual pero que cabía la posibilidad de que pronto despertara. No había nada asegurado pero a Matthew eso lo hizo reavivarse y sonrió, por primera vez en estos cuatro días desde el accidente, Matthew sonreía de verdad.

– ¿Qué pasa? ¿Tienes una buena noticia? –Pregunto Elena que pudo ver la felicidad en la cara de Matthew, su rostro había cambiado y se notaba menos tenso.

–Si...–dijo sin poder ocultar su felicidad. –el doctor ha dicho hace unos minutos que es muy probable que Caterine despierte muy pronto.

– ¿Cómo? ¿Probable? –Joe estaba confundió al igual que Elena.

–Sí, hace un rato estaba con ella y luego sentí que movió su mano, fue algo ligero pero lo sentí.

Los tres estaban emocionados por aquello y se notaba la felicidad de nuevo en sus rostros. El brillo regreso a los ojos de Matthew.

–Yo sé que Caterine es una guerrera, veras que en menos de lo que pensamos ella nos sorprenderá y despertara.

Lo que dijo Elena era cierto e hizo sonreír a Matthew. Caterine era una guerrera y siempre luchaba por salir adelante, nada en este mundo la podía detener.

–Gracias chicos, no sé qué habría hecho sin su apoyo. Los quiero.

–No hay nada que agradecer hermano, siempre estaremos contigo aun si fueras tú el que estuviera en su lugar.

–Vamos Matthew no te pongas emocional ahora que me harás llorar.

–Hablara con Louis, le daré la noticia, no es nada seguro pero sé que le hará feliz escuchar esto como lo ha hecho con nosotros.

Ambos asintieron y Matthew salió para llamar a Louis quien se puso muy contento al escuchar la noticia y aprovecho para decirle que los gemelos se encontraban bien y que sería bueno que fuera a verlos.

–Lo hare, tenía planeado hacerlo esta tarde. Gracias por todo Louis.

–No te preocupes para mi es placer cuidar de ellos. En unas horas más estoy por allá, tengo cosas que hacer en el trabajo. Le contare la notica a Ann estoy seguro de que se pondrá muy feliz.

–De acuerdo y gracias de nuevo.

Louis colgó y Matthew regreso con los chicos.

La tención había bajado, Matthew se mostraba más dispuesto a hablar con sus amigos y hacer una que otra broma entre ellos.

Después de comer los tres se dirigieron al departamento de Joe y Elena se mostró muy emocionada y encantada de volver a ver a los gemelos, ellos la reconocieron y reían con ella. Matthew extrañaba a sus hijos y estaba seguro de que ellos también. Se sintió un mal padre cuando los tuvo de nuevo en sus brazos.

Las cosas parecían mejorar y les prometió que estaría más tiempo con ellos.

–Caterine pronto volverá. –Les dijo–Nuestra chica hermosa se recupera pronto.