Capítulo 37

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Entre tanta multitud Joe encontró a Matthew sentado en la barra con unas cuantas copas sobre ella y el casi al borde de caerse.

La música estaba en su punto más alto y la gente pasaba desapercibida de ellos–Matthew–dijo tomándole del hombro, gesto con el cual Matthew despertó y se reincorporo–vámonos a casa.

–Te dije que no vinieras...

Matthew no se encontraba exactamente en un buen estado, la cabeza le comenzaba a doler.

–Te dije que te quedaras con la chica de ojos bonitos con Sweet heart y la cuidaras por mí, ¿Qué haces aquí? Ve con ella.

– Matthew, su nombre es Caterine...

– ¿Y no tienes ojos bonitos?

–Claro que los tiene pero...

–Entonces no protestes–le dijo Matthew en un tono gracioso para Joe.

– ¿Desde hace cuánto estas aquí?

–No mucho...una hora. ¿Quieres una copa?

–N...

– ¡Una copa para el chico, yo invito! –se apresuró a decir antes de que Joe le diera su negativa y un bartender le atendió al instante.

–De acuerdo, haremos lo que tú digas pero después nos vamos a casa.

–Estoy de acuerdo chico listo.

Joe procuro no beber mucho porque tenía que cuidar de Matthew y este ya se encontraba bastante ebrio. Después de unas copas más Matthew comenzó a ponerse melancólico y le platicaba a Joe lo mucho que amaba a Caterine y lo mucho que le dolía verla en ese estado, lloro. Lloro al recordar a Caterine postrada sobre esa camilla sin poder hablar, ni moverse, ni verlo, sin hacer nada.

Joe trato de calmarlo pero le fue un poco difícil, luego cayó dormido y él tuvo que llevarlo en sus brazos hasta su auto, saco las llaves de la bolsa de chaqueta de Matthew y lo puso en marcha hacia su departamento.

Matthew aún seguía dormido cuando llegaron a su departamento y despertó un poco cuando Joe le dijo que bajara del auto. Sus piernas apenas le respondían y el dolor en su cabeza comenzó a incrementar así que avanzo a pasos pausados y con ayuda de Joe. Matthew se tocó la cabeza y Joe comprendió que tenía jaqueca. –Eso te pasa por no hacerme caso–le reprocho pero Matthew se limitó a contestar lo que menos quería ahora era pelear.

– ¿Tus llaves? –pregunto Joe.

–Están en...– Matthew se rebusco entre las bolsas de su pantalón. – ¡aquí! –le entrego un juego de llaves y Joe abrió.

Los dos entraron y Matthew se dejó caer sobre el sofá de la sala.

Para cuando Joe lo llamo él ya estaba profundamente dormido y decidió que era mejor dejarlo ahí para que descansara un poco, mañana tendría un fuerte dolor de cabeza probablemente más fuerte del que tenía ahora.

El teléfono sonó y Joe contesto pensando en que podría ser Louis preguntando por Matthew o para dar una buena noticia, que era lo que todos esperaban.

–Hola, ¿Quién es?

– ¿Joe? –Dijo una voz femenina.

–El mismo–Joe aun no sabía quién le hablaba.

– ¡Oh Joe! Soy Elena ¿me recuerdas?

–Claro que si, como olvidarte... ¿a qué se debe tu llamada a estas horas de la noche?

– Matthew nos dijo...

– ¿Nos? ¿Hay alguien más contigo?

–Sí, es Ann, ella y yo estamos en el aeropuerto acabamos de llegar, quedamos con Matthew que tomaríamos el primer vuelo hacia allá...nos contó todo.

–Si...él está ahora conmigo.

–Pásamelo quiero hablar con él, debe estarla pasando muy mal.

Joe miro a Matthew tendido sobre el sofá y se le escapo una risa–No creo poder hacerlo....veras, él está dormido...se acaba de dar una buena borrachera.

– ¡No puedo creerlo! ¿Cómo pudo hacerlo con Caterine en ese estado?

–Como lo decías, se encuentra muy mal, ya te contara todo. Que te parece si se vienen para acá, en el departamento de Matthew el de siempre, aun lo conserva ¿lo recuerdas no?

–Claro que sí, vamos para allá, gracias y cuida mucho a ese tonto.

–Ok adiós, las espero.

Joe colgó y prepara un poco de café para las chicas que llegarían en cualquier momento.

Después de tener todo preparado recordó que tenía que llamar a Louis por alguna novedad y busco en la agenda de Matthew el nombre de Louis pero no lo encontró, decidido a abandonar su búsqueda se encontró con un nombre que decía "Protective father" y entre paréntesis "ruins lives".

Joe rio al encontrar que Matthew había llamado a su cuñado "Padre protector—arruina vidas" en su agenda, esa era la gracia de Matthew, seguía siendo el mismo tonto de siempre.

Tecleo el numero en su celular y luego lo llamo esperando que si fuera él aunque no quedaba ni una duda de que si se refería a él.

El celular sonó una, dos y tres veces y luego contesto.

–Hola Louis soy Joe.

–Hola ¿has encontrado a Matthew? –Joe sonrió al ver que si era Louis.

–Si lo he encontrado ya lo traje a casa, ¿Cómo están las cosas por allá?

–Sigue igual, aún no despierta. Ya he pasado a verla el doctor dice que todo está bien, que las heridas que tuvo no son tan graves y que solo falta esperar a que despierte.

– ¿Cuánto tiempo?

–No lo saben, pueden ser días, meses o...años. –su voz sonó entrecortada. –Tengo que colgar te veo mañana.

–Ahí estaré, adiós y gracias por la información.

Joe colgó y minutos después llenaron a la puerta sin duda se trataba de Elena y Ann.

Cuando Joe abrió quedo sorprendido por volver a ver a Elena, tan...tan hermosa como siempre.

Elena pensó lo mismo de Joe al verlo, hacía mucho tiempo que no se veían y Elena estaba encantada de verlo de nuevo. Corrió a abrazarlo y Joe hizo lo mismo, la abrazo haciéndole ver que no la dejaría ir fácilmente. Su olor se traspasó por sus fosas nasales y no quería apartarse de ella. Elena por su parte hizo lo mismo, no se explicaba aquella sensación al verlo y luego al abrazarlo. El tiempo juntos pareció infinito pero en realidad duro menos de 2 minutos porque eran conscientes de que Ann estaba a su lado.

EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora