Hace 4 años
New York, City.
16 de Mayo del 2010.–Hey Derek, Alex hizo una fiesta y ¿qué crees?...Somos los invitados especiales–Dijo Matthew en un tono de grandeza.
–Sabes, creo que en vez de preocuparte por si eres el invitado especial o no deberías ponerte a buscar trabajo ya estás demasiado grande y sigues viviendo de nuestro dinero.
–Vamos hermano será divertido habrá muchas chicas y...
–Tú no tienes remedio ¿Acaso solo piensas en ellas?
– ¡¿Diablos tú no lo haces?!
– ¡Vete al demonio!
–Como quieras, tú te lo pierdes—dijo enalteciendose.
El chico salió de la casa como todo un hombre apuesto.
Derek se lo perdía, siempre tenía que ser él el buen ejemplo, el que siempre hacía las cosas correctas, el perfecto para sus padres y el consentido. Derek siempre acaparaba la atención de sus padres siempre tenía todo lo que quería y ellos le concedían todo sin importar lo que fuera. Matthew, Matthew simplemente era la oveja negra de la familia pero no le importaba pues tenía más libertad y podía hacer lo que se le antojara.
– ¡Alex! –Dijo tomando la mano de su amigo y chocando los hombros.
– Matthew creí que no vendrías, ya es un poco tarde.
–Maldición Alex ¿acaso no has aprendido nada? –Alex lo miró desconcertado–en una fiesta nunca–, recalco la palabra nunca–es demasiado tarde.
–Oye ¿Quién es ella? –señaló a una chica que estaba justo frente a ellos platicando con otros mientras tomaba una copa y sonreía.
–Es Deborah la conocí hace un año es muy divertida, ven te la presentaré.
Ambos se dirigieron hacia ella y Matthew tomó una copa.
– ¿Deborah? –Dijo Alex.
Deborah miró a Alex y luego a Matthew quien por cierto no le apartaba la mirada.
–Alex ¿Cómo estás?
–Excelente, mira él es Matthew mi amigo. Matt ella es Deborah. Séque se llevarán muy bien–dijo dirigiéndose a ambos.
–Mucho gusto–, dijo el jiven apuesto estirando la mano–Deborah–pronunció su nombre con cierto encanto.
–Mucho gusto, Matthew.
Alex se alejó dejándolos solos y ellos comenzaron a conversar. Deborah y Matt se llevaban bien, él la hacía reír y concordaban en muchas cosas, les gustaba casi lo mismo.
–Hey ¿ya te vas? –Le dijo cuando vio que se alejaba pues había dejado de conversar con ella cuando se encontró con otros de sus amigos.
–Sí, ya es tarde.
–Bien vámonos.
– ¿Perdón?
–Sí, vámonos ya es tarde, te acompaño a tu casa.
Deborah sonrió.
–Estás loco.
–Lo sé ¿te acompaño entonces?
–De acuerdo, solo porque eres gracioso.
Matthew sonrió, había tenido éxito.
**—**
– ¿Y bien?
–Deborah y yo ya estamos saliendo–Le comentó a Alex.
– ¡Eso es estupendo!
–Les dije que se llevarían bien.
–Gracias hermano, esa fiesta fue de lo mejor.
Ahora Matthew se arrepentía de ello y aun recordaba la última fiesta de su amigo, en donde vio la traición de Deborah.
**—**
En la actualidad.
Los Ángeles, California.
10 de Febrero del 2014.Tanto tiempo, tanto tiempo ya había pasado y ahora ella volvía ¿con qué derecho? Tal parecía que Matthew estaba inmerso en las traiciones pues aun recordaba el suceso de hace dos años en el que su prometida lo había engañado con su hermano.
Afortunadamente ahora tenía a Caterine y él ya se había alejado del Matthew del pasado.
– ¡Maldición! ¿Por qué ahora Deborah?
Había tomado una decisión. Iría con ell y aclararía la situación de una vez por todas. Solo esperaría su próxima llamada, era claro que lo llamaría de nuevo y esta vez quedaría con ella.
Matthew aporcó el auto y bajo de él. Se dirigió a la entrada de la casa.
–Caterine.
–Haz llegado–sintió un gran alivio al escuchar su voz–, creí que vendrías más tarde.
–Si yo pensaba lo mismo pero en realidad no estuve mucho tiempo con mi padre.
– ¿Te has enojado con él?
–Un poco... quería darme trabajo en su empresa y luego me recordó que no era el hijo que hubiera deseado.
– Matthew ya deben olvidar eso...
–Yo si lo hago, es él el que no lo hace.
– ¿Aún lo extrañas cierto?
–Como no lo voy a hacer si era...mi hermano.
ESTÁS LEYENDO
EL GUARDAESPALDAS (Sin Corregir)
RomansaMatthew y Caterine se conocieron hace más de un año a causa de una estafa que al final no pudo realizarse pues los planes no salieron como se tenían previstos, Justin se enamoró de Caterine y todo lo que hacía lo hacía porque en realidad la amaba, y...