Caminos entrelazados (Reylo)

Prólogo

-Me quedaré contigo – Apenas fue un susurro pero suficiente para que yo lo escuchase. Rey no tenía nada que perder al aceptar mi oferta de unirnos, en fin y al cabo ya nada la ataba a la Resistencia. Luke no iba a ayudarles y sentía que había decepcionado a Leia en ese sentido. La notaba perdida y sola, al igual que llevaba años sintiéndome yo. Solo y con mis demonios internos comiendome poco a poco. Pero yo no quería dejar sola a Rey, apenas la conocía pero no quería para ella todo lo que yo estaba sufriendo y había sufrido por culpa de esa sensación. – Pero debemos irnos, nos acusarán a los dos de esto – El tono de voz utilizado fue el mismo.

-Marchemos, pero sin correr, llamaremos la atención.

-¿A dónde pensáis que vais? – La voz del General Hux sonó en la puerta de la sala del trono de Snoke, rodeado de un grupo de soldados – Los traidores no se van. – Uno de los soldados dispara algo a a Rey y a mí que además de debilitarnos nos impiden hacer uso de la Fuerza. No teníamos nada que hacer, eran muchos y estaban bien armados, por lo que nos atraparon, y, sin perder un solo segundo, nos llevaros a la zona de celdas, donde también se encontraba la sala de tortura. A ella para sacarle información sobre la Resistencia y a mí, quien sin mi unión con la Fuerza no era más poderoso que cualquiera de los que me rodeaban, para demostrarme qué se hacía con los traidores