[N/A: CHEQUEN LA FOTO DE ARRIBA DIOS. ¿Coincidencia? PFFF NO].
♥ contenido adulto ♥
— Oye, Simón — susurró Malena.
— Dime — tomó un poco de su bebida.
— ¿Amas a Ámbar? — él asintió confundido por su pregunta.
— ¿Por qué esa pregunta, cuñada? — ella sonrió, un segundo después su rostro cambio a uno serio.
— ¿Por qué te besaste con esa teñida? — él empezó a toser.
— Malena — le tomó la mano arrastrándola a la cocina —, entiende por favor, no le digas nada. Yo la quiero mucho, te lo suplico.
— Tranquilo, escuché toda su conversación, era para probarte — rió y caminó nuevamente al comedor.
Seguido de eso, otra rubia entró con una sonrisa enorme en su rostro, él estaba feliz por ella, verla así radiando de felicidad era lo mejor.
— ¿Todo bien?, vi que entraste con Male de la nada — ¿Celosa quizás?.
— ¿Estas celosa de tu hermana? — ella se sonrojó un poco y bajó la mirada avergonzada.
— Bueno... Sí, ella es hermosa... — él tomó su mentón y la obligó a que lo mirará a los ojos.
— Para mi, ella es solo mi cuñada. Tú eres mi mujer, amiga, amor, corazón, mi sol y luna, mi amanecer y atardecer, mi mundo y universo, eres la chica más hermosa del universo. ¿Comprendes?, eres todo para mi — ella sonrió más, y en sus ojos, apareció un brillo que hacía que el color de sus ojos azules se vieran más hermosos y profundos.
— Te amo, Simón — rodeó con sus manos su cuello y lo besó, él posó ambas manos en su cintura.
— Chicos — una voz masculina interrumpió aquel beso —. Lo siento, no quería...
— No importa, Lucas — le sonrió Ámbar —. Ya nos íbamos — ella tomó la mano de su amado y caminaron al comedor.
— ¿No se quedarán a comer? — ambos negaron.
— Simón me llevará a mi casa, después tiene que ir a dormir, tiene que trabajar. Perdón, mamá — ella asintió con una sonrisa.
— Vengan pronto, entonces — ambos adolescentes asintieron y salieron de la casa tomados de la mano.
Simón la miraba a cada momento, su vista no se despegaba de ella, realmente cuanto la amaba. Cuanto deseaba mañana no trabajar, quería quedarse junto a la rubia el día entero, realmente la deseaba. En un instante se detuvo, ella volteó a mirarlo confundida.
— ¿Por qué te detenés? — preguntó ella.
— Yo... — empezó a rascar su nuca —. No lo sé con exactitud.
— Entonces, ¿Vamos? — tendió su mano y él negó —. Simón, dale, no estoy para juegos.
— Espera — la tomó por la cintura y la subió a su hombro, cargándola como un costal de papas.
— ¡Simón! — gritó pataleando.
— Calláte, Ámbar — susurró —. Nos oirán.
— ¿Y?, ¡Simón! — él golpeó levemente su trasero y ella se sonrojó hasta las orejas —. ¡Joder!, ¿Por qué hiciste eso? — soltó una carcajada.
— Para que dejes de gritar — dijo riendo —. ¿Bebiste alguna vez alcohol?.
— No, Simón. Tampoco es que lo deseé, odio esos tragos. Prefiero vino, gracias — él comenzó a caminar.
— Entonces hoy tomarás vino y yo un mojito, ¿Qué tal? — ella rió —. Esta bien, ocho mojitos, cuatro para cada uno.
— ¿Estas loca?, mañana llegaremos con resaca — él le restó importancia y se adentró al bar que había allí.
Dejó a su novia en el piso y se acercó a la barra. El mozo lo miró con una sonrisa.
— ¿Vos de nuevo?, pensé que superaste el alcohol — Ámbar lo miraba confundida.
— Hoy vine con mi novia — el mozo rió —. Lo de siempre, por favor — él asintió y se fue a servir los mojitos.
— ¿Eras alcohólico? — frunció el ceño.
— Sí, probé el alcohol gracias a Luna. Cuando ella se besó con... — los ojos de la rubia se cristalizaron.
— Cierra tu maldita boca — dijo rápido, apenas el mozo dejó ambos mojitos, ella tomó uno de ellos rápido.
— Tranquila, amor — entrelazó su mano con la de él.
— Hey, trae otro — le habló al responsable de la barra.
Y así se basó la noche, tomando mojito tras mojito, sin parar, hasta que Ámbar quedó totalmente ebria. Lamentablemente, Simón estaba sobrio.
— ¿Simooon? — dijo ella hipando.
— Dime, amor — agarró su brazo y cuidadosamente lo pasó por su cuello.
— ¿Por qué...? — hipo —. ¿Poor quee Mathiu me dejoo?¿Vos decís que es porque...porque nunca me entregué a él? — hipo nuevamente.
— ¿Aún...sientes algo por él? — ella lo miró a los ojos y rió.
— ¿Sabesh?, sholo me duele que she fuera con Lunitha, luego...recuerdo que te tengo a thi — rió otra vez —. ¿Nunca mee dejaraash?, por favor... — hizo un puchero que derritió al mexicano.
— Tranquila, no te dejaré — besó su mejilla y la cargó en sus brazos.
Después del largo tramo al departamento de Ámbar, por fin llegaron. Ella corrió a su habitación.
— Ámbar, ya me tengo que ir — avisó él.
Entró a su habitación, repentinamente, se encontró con la rubia en bragas y sostén. Tragó fuerte y empezó a balbucear cosas, ella volteó para después insultarlo.
— ¡Shimon!¡Shalí! — gritó, pero él no reaccionaba.
Se imaginaba tener a Ámbar debajo suyo de nuevo, oírla gemir su nombre. Eso le parecía totalmente excitante. Comenzó a acercarse a ella, pero esta retrocedía nerviosa.
— ¿Shimon? — hipo.
— Ámbar... — relamió sus labios.
— ¿Haremoz el amorsh? — sonrió divertida.
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Bonita© | Simbar
FanfictionA veces los errores traen consecuencias, pero este fue el mejor error de sus vidas. Después de todo, si amas con todas tus fuerzas, tenés que dejarte llevar por tu corazón. Y aunque su vida jamás fue como un cuento de hadas, él siempre la va querer...